A pesar de que el nombre pueda sonar a broma, se trata de un proyecto muy serio. Abode quiere convertirse en una alternativa asequible y de pago único a la suite de programas de Adobe. Para conseguirlo su creador, el artista y activista Stuart Temple, decidió lanzar una campaña de micromecenazgo en Kickstarter.
En tan solo unos poco meses el proyecto ha conseguido recaudar unos 212.000 euros, mucho más de los 60.000 euros que pedía su creador para llevarlo a cabo. Por el momento más de 3000 personas han depositado su confianza en Abode, que ahora tiene la difícil tarea de demostrar que puede competir con un gigante del software como Adobe.
Ofrecer herramientas creativas a un precio razonable y romper con la dependencia de las suscripciones mensuales es el principal objetivo de esta iniciativa, y la respuesta del público ha demostrado que existe una clara demanda en este sentido.
Por el momento lo único que sabemos del paquete de herramientas de Abode es que tendrá un «sorprendente similitud» con los programas de Adobe Creative Cloud. Stuart Temple asegura que cuenta con «un equipo increíblemente apasionado de geeks» para desarrollar su software.
Los primeros planes incluyen el lanzamiento de cuatro programas: ONdesign, IllustratorIT, photoPOP e Impress, que pretenden replicar a Adobe InDesign, Illustrator, Photoshop y Photoshop Express respectivamente.
Aunque muchos dudan de que se pueda desarrollar un paquete de aplicaciones solvente con tan poco dinero y sin una marca potente detrás, Stuart Temple asegura que cuenta con equipo de expertos y suficiente dinero para ello.
También afirma que dispone de un gabinete de abogados para cubrirse ante cualquier problema legal que pueda surgir con Adobe, tanto por parodiar su marca como por imitar sus aplicaciones.
Aun está por definir el precio final que tendrá el paquete de Abode cuando esté disponible, pero durante la campaña de financiación el coste por hacerse con todas las aplicaciones era de tan solo 45 euros.
Habrá que esperar un tiempo para ver en que acaba todo esto, ya que no es raro que estos proyectos financiados mediante micromecenazgo acaben por no ver la luz, y en este caso se trata sin duda de una propuesto muy ambiciosa.
Pero lo que sí ha dejado clara la inciativa de Abode es que existe un creciente malestar con la proliferación de los planes de suscripción para este tipo de herramientas, que obligan a desembolsar una tarifa mensual que el desarrollador puede aumentar sin previo aviso o cambiar las condiciones del servicio.
Faltaría el Abode Lightable