Foto: Oliver Vegas

Poder fotografiar un eclipse total de sol es, posiblemente, el sueño de muchos fotógrafos. Una ocasión única que el pasado mes de agosto llevó a muchos aficionados y profesionales a Estados Unidos para ser testigos de este fenómeno.

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El fotógrafo Oliver Vegas fue uno de los afortunados testigos, aunque en su caso no se trataba de mero turismo fotográfico sino que viajó hasta Portland (Oregon) con un encargo muy especial: retratar el nuevo Mitsubishi Eclipse durante este momento único.

¿Cómo afrontar un encargo de este tipo? ¿Qué equipo se utiliza? ¿Cómo se trabaja en una situación en la que no hay posibilidades de un segundo intento? ¿Cuáles son las exigencias de la marca para una sesión tan especial? Para descubrirlo le hemos pedido a él mismo que nos cuente cómo fue aquella jornada tan especial.

Foto: Oliver Vegas

La idea y el encargo

Desde principios de año ya andaba dándole vueltas a la idea de ir a ver el eclipse, entre otras cosas porque en agosto es más sencillo escaparse. En julio recibió un correo de una  una agencia de madrid en la que me ofrecían un proyecto: estar en la presentación de un modelo nuevo de automóvil y ver el eclipse, porque así es como se llamaba el coche.

Tras hablar con ellos entendí que se trataba de una campaña global, que involucraba a fotógrafos, periodistas e influencers. Era la primera vez que me ofrecían una oportunidad para  un evento de estas características y, la verdad, todo un reto para mí.

Foto: Oliver Vegas
Foto: Oliver Vegas

Al principio muchas de las directrices del trabajo estaban basadas en el automóvil. La idea era centrarse en el coche con el eclipse de fondo, la ciudad de Portland de fondo. En estos casos también es habitual pedir la publicación de fotos en redes sociales, aunque siempre con la posibilidad de darle tu propio estilo.

Tras hablar varias veces con ellos, llegamos a un acuerdo para hacer una serie de publicaciones en mi perfil y ofrecerles cerca de un centenar de fotografías del evento. Mi objetivo era ofrecerles fotos mas originales que las típicas que suelen tener este tipo de campañas.

La preparación y el equipo

Se trata de un fenómeno que no se puede fotografiar cualquier día o que puedes ir practicando. Lo primero que hice fue empezar a leer sobre el tema y pensar qué equipo necesitaba. Tanto humano como fotográfico.

Foto: Oliver Vegas

Teniendo en cuenta el material que tenía que entregar decidí que no podia ir solo: Aaron Leon me ayudaría tenerlo todo controlado. Es un trabajo y una ocasión en la que no puedes fallar, así que hay que pensarlo y ajustarlo todo muy bien para obtener el resultado que has prometido.

Respecto al material, me informe en varias ocasiones sobre las ópticas necesitaría para ver el sol lo suficientemente cerca. Siguiendo varios consejos y las recomendaciones de los chichos de Photopills -que también andaban por allí, pero a los que no llegué a ver- me decidí por el Sigma 150-600 milímetros. Y, sinceramente, fue una muy buen opción.

Foto: Oliver Vegas

En total llevaba un equipo de cuatro cámaras, tanto para la parte de foto como para grabar vídeo: la Nikon D750 con este zoom de Sigma, la Nikon D800 con el 70-200 mm f2.8, la Olympus E-M1 Mark II con el 300 milímetros y una Sony A7S II con un 24-70 milímetros.

También utilizados dos papeles especiales para eclipse que había que colocar delante de la óptica y las gafas para poder verlo. También llevaba mochilas de Vanguard para el material y el trípode Veo 2.

La llegada

La marca se encargaba de organizar horarios y traslados, así que esa parte estaba resuelta. Tampoco había que preocuparse por ser puntuales, porque fuimos los primeros en llegar al lugar.

Salimos a las 6 de la mañana en el primer helicóptero y en 45 minutos nos plantamos desde Portland en Salem, que era el lugar elegido para la sesión. Llegar tan pronto me daba la ocasión de estar antes de que saliera el sol y poder analizar todo lo que tenia alrededor.

Foto: Oliver Vegas

Desayuno, organizar el material, buscar el mejor ángulo, repasar de nuevo el proceso de los filtros… Es algo mas complejo de lo habitual, ya que tienes que tenerlo todo controlado, y dispones de muy poco tiempo para poder hacer el proceso de las tres fotos esenciales del eclipse.

Donde nosotros estábamos al ser una zona privada y ser un espacio bastante grande no había problemas de espacio. Y eso que por allí también estaba el equipo de producción que grabó escenas del vehículo antes, durante y después del eclipse.

Por otra parte estaba la prensa invitada en una carpa gigante, donde se retransmitiría en directo el eclipse por internet, altavoces que avisaban del tiempo exacto, cuando entraba el sol en contacto con la luna, cuanto tiempo quedaba para el eclipse total… Unas 150 personas habría por allí.

El momento del eclipse

Recuerdo que estaba enganchado a la cámara. Ves que se va acercando el momento y vas siguiendo el moviendo del sol. Cada vez hay menos luz, baja la temperatura… Lo poco que pueden ver tus ojos no es nada comparado con lo que vas viendo a través de la pantalla de la cámara.

Foto: Oliver Vegas

Cuando quedan pocos minutos el corazón se te acelera. Al menos a mí, tal vez por ser mi primer eclipse total. Te entran las típicas dudas,  ¿me daría tiempo a quitar el filtro, ajustar la cámara, enfocar? ¿Y si falla el enfoque? El eclipse dura un minuto y medio, pero se nos hizo eterno.

Momentos antes de empezar una de las cámaras no enfocaba correctamente -la D800 con el 200 milímetros- así que en cuestión de segundos tuvimos que correr para volverlo a ajustar y que enfocara de nuevo.

Foto: Oliver Vegas
Foto: Oliver Vegas

A todo esto tienes que sumar que justo antes del eclipse total tienes que retirar corriendo el filtro especial porque entonces ya puedes fotografiar directamente sin problema, aunque no demasiado tiempo para no cargarte el sensor de la cámara.

Por cierto, merece la pena gastarse el dinero en un buen filtro especial de eclipse. Me consta que más de uno se arriesgo a quemarse los ojos y cargarse su cámara por no tomar precauciones y usar el equipo adecuado.

Pero al final todo salió bien y pudimos fotografiar todo el proceso: el anillo de diamantes, la corona del sol, las «perlas de Baily», la cromosfera… Sí, había estado leyendo mucho sobre el tema antes.

La foto del coche

Integrar el nuevo Eclipse de Mitsubishi era lo más complicado de la sesión. Habían puesto el coche sobre una plataforma, con un enorme panel grafiteado detrás, así que no nos servía para una composición, por lo que tocó pensar allí mismo una solución. Tendríamos que tirar de postproducción.

No soy partidario de hacerlo, pero no había posibilidad de mover uno de los coches y dejarlo en una buena posición sobre la colina. Así que pensamos en hacer dos fotografías por separado para poder montar parte de ese material.

Foto: Oliver Vegas

Aqui está lo complicado. Para hacer todo el proceso del eclipse hay que tener en cuenta una cosa, el sol no se queda quieto, sigue su curso. Hay que ir detrás del sol continuamente si no dispones de un sistema de seguimiento acoplado a la cámara hay que hacerlo en manual, con lo que no todas las fotografías te quedarán centradas.

Sacamos dos partes para la marca: un video en loop en el que muestra las 4 fases del eclipse y en los que aparece el coche, y de ahí uno de los fotogramas el eclipse con el vehículo, pero sin movimiento. Utilizamos varios programas (Lightroom, Photoshop y Final Cut Pro X) para darle la forma final al video. Un poco mas de 5 horas de trabajo (selección de fotos, edición y producción del video) y dos personas.

La verdad es que fue una sesión de fotos muy especial y una jornada única que te obliga a trabajar de forma muy intensa y con la presión de que es algo irrepetible. En estos casos agradeces que el cliente también esté allí y que haya una buena relación para poder cambiar cualquier cosa o improvisar algo sobre la marcha.

Y sí, la furgoneta repleta de donuts que tuvimos al lado durante todo el día también ayudo mucho a poder aguantar el día.

3 COMENTARIOS

  1. La madre que me parió. Admiro el trabajo de Oliver pero este encargo….. Que la marca de un vehículo pague un trabajo (supongo que un capital) y corra con todos los gastos de trasladar a 2 tíos de España a Porland y recibir es foto que muestra a cambio….. Puffff!!! Ya puestos a tirar de postproducción…. mejor comprar una foto de un eclipse de total de sol en un banco de imágenes y hacer el mismo invento desde tu propia casa. Seguiría siendo un churro, pero algo más cómodo y económico. Un 0 para este trabajo.

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