Por Jose Gegundez. Empty spaces, what are we living for? Así empieza la famosa canción de Queen, El show debe continuar. La cultura es segura y la gente del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, uno de los cuatro más importantes del mundo lo han demostrado.
13 de julio de 2020. Por la mañana y con un té en la mano recibo un mail del Festival de Cine de San Sebastián invitándome a acreditarme para, como en la última década, cubrir uno de los eventos cinematográficos más importantes del año.

Relleno la acreditación, la envío y a los pocos días me confirman que todo ok. Puedo volver a Donostia a finales de Septiembre. Con la casa reservada desde enero de 2020 (es bastante difícil encontrar alojamiento bueno, económico y cerca del núcleo del Festival), confirmo el alquiler.
Ya solo falta esperar a que pase el verano y que en las inmediaciones del Otoño cojamos el coche (solemos viajar allí varios amigos, aunque competencia entre nosotros, juntos).

Llego un jueves a primera hora de la tarde. Ya he recibido la noche anterior el primer tablón del festival por mail con la información de lo que habrá al día siguiente: photocall, alfombra roja, llegadas al hotel María Cristina, presentaciones…
Lo primero que toca es recoger la acreditación en el hall del Kursaal, centro neurálgico del Festival. Cuando la recojo tengo que firmar una declaración responsable de que voy a cumplir y seguir a rajatabla los protocolos de seguridad impuestos por las autoridades sanitarias (estamos en la edad del COVID19), uso de mascarilla, gel hidroalcoholico, limpieza de manos, distancias de seguridad.

Bajo junto a Carlos Alvarez de Getty (amigo y compañero de viaje y de días juntos en el festival) a saludar a las chicas de prensa, y Koro, Olatz, Ruth, Gemma, Lourdes, Raquel y Maddi nos dan la bienvenida de forma efusiva aunque a distancia.
Pase Access
Nos cuentan cómo van a ser las medidas de seguridad y nos informan de que este año debido al virus vamos a ser menos fotógrafos en cada sitio. Aunque el roce hace el cariño, nos alegramos de no tener que estar rozándonos con el/la de al lado, de no tener que correr de un sitio a otro a hacer colas interminables, de tener un sitio privilegiado y siempre bueno para poder cubrir cada evento del festival.


En prensa ya hace años decidieron hacer un distinción Access a varios fotógrafos -entre los que me encuentro- para tener ciertos privilegios a la hora de trabajar y que no nos quedáramos sin sitios en las galas, las alfombras, o la entrega de los Premios Donosti.
Grandes medios, grandes agencias, algún fotógrafo freelance y también televisiones disponen de ese pase. El resto de medios, casi siempre webs o medios pequeños no, pero desde prensa hacen todo lo posible para que nadie se quede sin poder hacer su trabajo.

En las llegadas del Hotel Maria Cristina, donde otros años estábamos pegados y mas de 20o o 30 fotografo a cada lado de la llegada de los actores y actrices, este año sólo cabemos 12, separados por 1,5 metros de distancia. Un punto en el suelo marcad de donde no nos podemos mover.
Con la llegada de gente como Johnny Depp, Viggo Mortensen (Premio Donostia 2020) o Matt Dillon desde prensa, Raquel y Maddi filtran la entrada a los sitios para que no haya nadie de más dando prioridad al grupo de Access.
Photocalls y alfombra roja
En los photocall más importantes pasa lo mismo. Siempre respetando las medidas de seguridad y distancia se han colocado una tarima en la terraza del Kursaal desde donde trabajamos. Sin duda, el photocall más bonito de cualquier festival de cine. Hay altura, distancia y todo el mundo puede tener la foto.

La alfombra roja del Victoria Eugenia este año es diferente también. Han puesto a lo largo de la alfombra puntos para que nos podamos colocar los fotógrafos y hacer a los actores y actrices con sus vestidazos caminar por ella.
Así que este año la foto ha sido diferente. No habrá habido casi fotos frontales porque sólo hay uno o dos puestos. En la alfombra de Blanca Suarez tuve la suerte de tener el mejor sitio y conseguir frontales con el fondo del Hotel María Cristina.
Entre los fotógrafos ya muchos somos amigos y todos comentamos lo bien que está funcionando todo, las distancias, la seguridad, el no tener que correr para ir de un lado a otro. La gente de prensa nos lo pone muy fácil.

Escuchan a los fotógrafos a los cámaras de televisión y ponen en escena sus mejores galas y sus mejores sonrisas para que todos podamos hacer bien nuestro trabajo. Ahora sólo nos toca a nosotros poner de nuestra parte toda la creatividad y el mejor saber hacer para retratar a las estrellas.
Por mi parte, la verdad es que no tengo ninguna queja. Sé lo mucho que han trabajado en el Festival para poder sacar adelante esta edición, para que la prensa podamos trabajar y tener la foto de Johnny Depp o de Tamara Falcó.

Es verdad que a veces se han tenido que pelear con alguno de nosotros porque la inercia te lleva a moverte de tu puesto para conseguir una foto mejor, pero han sabido escuchar quejas y sugerencias para que todo saliera bien.
¿Y el resultado? Aquí podéis ver parte de mi trabajo durante estos días.
Jose Gegundez es un fotógrafo comercial y editorial establecido en Madrid. Trabaja regularmente como freelance medios internacionales. De pequeño vio ‘Bajo el fuego (Under the fire)’, una película de fotógrafos en conflictos bélicos, y soñó con ser fotógrafo. Desde entonces ha colaborado sobre todo con agencias de prensa internacionales.
Ha publicado su trabajo en medios como El País Semanal, Hola, Interviu, Foreign Policy, 40 principales, Rolling Stone, Intouch Magazine, El Viajero (El Pais), en revistas corporativas y en medios internacionales como Paris Match, Point de Vue, Rob Report, Bunte, Die Welt, Bild…