Las Bardenas Reales de Navarra son uno de esos lugares de referencia para cualquier aficionado a la fotografía.
Hace unas semanas estuvimos por allí de excursión y aprovechamos para probar la Nikon D5500. Una pequeña réflex de prestaciones medias pero con un excelente sensor de imagen. Además, según pudimos comprobar, aunque esta cámara en teoría no está pensada para soportar el agua, aguantó sin problemas un buen chaparrón.
Parque natural y zona de pruebas militares -muy normal, todo- la combinación de un paseo fotográfico por aquí, una excursión al cercano castillo de Olite y una visita gastronómica a Tutela (estamos en plena ribera Navarra) es uno de esos planazos a los que cuesta resistirse.