Podría parecer una broma o un simple montaje, pero es real. Los chicos de Lensrentals, uno de los servicios de alquiler de equipos fotográficos más potentes del mundo, han recibido de vuelta un Canon 70-200 mm f2.8 IS II con, atención, una mosca en su interior.

Una mosca o algo similar, ya que en el divertido artículo que han publicado en su blog explicando al anécdota no se aventuran a dar un respuesta definitiva, y aluden a algún entomólogo en la sala que pueda arrojar luz sobre el asunto.

En todo caso el insecto en cuestión estaba ahí, perfectamente visible desde la parte trasera del objetivo, prácticamente en el centro de la imagen y totalmente incrustado en las profundas entrañas del objetivo.

Pero lo más curioso del caso es que su presencia prácticamente no tenía ningún efecto en su rendimiento fotográfico. Y para demostrarlo los responsables de Lensrentas realizaron varías fotos a cartas de resolución y pruebas MTF en todas las focales y aperturas, y no consiguieron encontrar ninguna señal de mosca hasta que apareció un sutil mancha a f13.

Sólo a f22, con una focal del 70 milímetros y una distancia mínima de enfoque la sutil mancha se convertía de pronto un punto negro muy visible.

Un hecho que en Lensrentals han aprovechado para ironizar sobre los clientes que se ponen «histéricos» porque creen que hay polvo en los objetivos que alquilan, y que resumen así: «Si la mota de polvo de su objetivo es más pequeña que una mosca (aproximadamente 4 por 1,5 milímetros) no se mostrará en sus imágenes».

El post prosigue con largo proceso de desmontaje del objetivo perfectamente detallado hasta llegar al intruso, que ha dejado pequeños fragmentos de sí mismo por todos lados. Y a juzgar por los comentarios de los responsables del servicio técnico no es la primera vez que se encuentran con algo así.

Pero la pregunta es, ¿cómo se introduce una mosca en un objetivo sellado? Al parecer el objetivo llevaba en servicio en Lesrental 15 meses sin que nadie advirtiera su presencia, por lo que la mosca no pudo entrar durante el proceso de fabricación.

Había evidencias y restos de mosca en varios elementos internos, pero no localizaron ningún rastro que que pudiera indicar un punto de entrada claro, y todas las juntas estaban perfectamente selladas.

La teoría más aceptada es que la mosca entró en estado larvario por la parte de la montura, a través de una pequeña grieta donde se asienta el elemento trasero, y una vez dentro creció hasta alcanzar la madurez como una auténtica superviviente.

Lo que demuestra esta historia según Roger Cicala -fundador de Lensrentals y como él mismo se define «nerd óptico»- es el poco efecto que tiene un objeto dentro de una lente, incluso si es relativamente grande como en el caso de nuestra amiga la mosca.

8 COMENTARIOS

  1. En mi opinión la mosca debió colarse durante el proceso de montaje del objetivo, y quizás se quedara alojada en algún recoveco donde no sería perceptible y que con el paso del tiempo y el uso acabara sobre la lente. Para que una larva se cuele por una grieta de un objetivo sellado, imaginando que fuera posible, debería ser muy pequeña, en sus primeras fases (L1). Hay que tener en cuenta que para llegar al estado de adulto ha de pasar por varios estadios larvarios durante los cuales se produce un crecimiento considerable, para luego transformarse en pupa, de la que finalmente emergerá el adulto, que aparece en la foto. Todo este proceso necesita de materia orgánica para producirse, por lo que difícilmente una larva de mosca llegaría a adulto en el interior de un objeto supuestamente impoluto.

  2. Yo disparo en película y colecciono cámaras analógicas y lentes de enfoque manual, y en este mundillo siempre esta la duda de qué tanto afecta el hongo en el rendimiento óptico, ademas de los rayones y el polvo dentro de los lentes.

    Hay muy poca información al respecto porque nadie quiere objetivos con hongo, pero en este articulo queda demostrado que aveces nos rasgamos las vestiduras por tan poco como una mota de polvo.

  3. Ricardo no has visto los ejemplos? la mosca que esta puesta adrede por el rental para autopromocionarse, diría que afecta bastante, en particular en diafragmas cerrados, igual que los hongos que generan difracción de luz, haga sus pruebas, cualquier objeto extraño en los elementos centrales repercute de forma negativa en el resultado, en esta vida me he topado con objetivos que se les opaco en pegamento entre elementos y que han perdido luego de separarlos el tratamiento antireflejo, puedo decir que su desempeño es otro muy diferente.

    Lo mismo con los hongos, ni hablar de los rayones, ni hablar de elementos re pulidos, dificilmente sea prudente comprar un objetivo vintage de ciertas marcas como leica o zeiss sin probarlo en el acto con una digital. Inclusive en objetivos modernos con elementos asfericos moldeados muy cercanos al punto nodal, el resultado del bokeh puede ser decepcionante.

    Me he topado con esta nota en otro medio hace varios dias y puedo decir que no les creo nada.

  4. No me cabe en la cabeza que esa mosca estuviera en medio del cristal y todos los que alquilaron la optica no la vieran, es iiverosimil.

    El simple(e imprescindible) ejercicio de limpiar dicha optica antes de una salida fotografica ya evidenciaria la citada mosca. A no ser que se limpie opticas en un cuarto sin ventanas, con la luz apagada y con una venda en los ojos.

    Es que no Sr.Cigala, alias «nerd optico». Una mosca la ves si o si. (Otra cosa es que, no se yo y puestos a imaginar, que la mosca estuviera en un ¿recoveco? dentro de la optica y en un momento dado se desplazara en medio del cristal, por ejemplo, quedando expuesta a cualquiera con dos ojos en la frente)

    Com ex-poseedor de la «traga-polvo» Panasonic Lumix LX100, he de decir que veia perfectamente los «garbanzos» que se me acumularon en el sensor, no digamos ya que tuviera una mosca, hormiga..Dios mio!

    Saludos.

  5. Pués si, hace años, cuando trabajaba en la tienda (de fotografía) me encontré con un caso similar, una mosquita entre las lentes de un objetivo… creo tener una foto, la buscaré.
    Mucho más habituales son pequeños insectos, ácaros etc. en el pentaprisma o en el espejo (es muy cachondo ver insectos correteando por el visor), yo mismo fotografiando en la naturaleza se me ha colado alguno en un cambio de óptica. Cosa que obliga a parar, y echar al ocupa de la cámara para evitar que en un disparo quedara aplastado entre el espejo y el Fresnel de enfoque Así que, camara sin lente y boca abajo, cerciorándose de que el intruso no se pasee en ese momento por esos elementos…. y una buena ráfaga, a ver si se asusta y se da el piro.
    Lo más heavy, una ZENIT (que gran cámara, solo superada por las Lomo… ????) nueva recién salida de fabrica…. con una mosca aplastada en el espejo del pentaprisma…

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.