Por Juan Antonio Guerrero. De vez en cuando Canon hace cosas muy curiosas. La Canon EOS-1n RS es una de ellas. Hay que remontarse al año 1995, justo antes de la comercialización de las primeras cámaras digitales. En aquel momento nadie se podía imaginar que a la fotografía química le esperaba un declive tan rápido y en tan poco tiempo.
La EOS-1n RS es un modelo profesional, el tope de gama de Canon para fotografía de acción en aquellos años. Con un precio en Japón de unos 320.000 yenes, esa cifra sería equivalente a los miles de euros que a día de hoy costaría la cámara profesional más potente de las principales compañías del sector. Es decir, una fortuna.

Es hermana de la también profesional y excelente EOS 1n, con la principal diferencia en que su espejo es fijo y semitransparente, el llamado Pellicle mirror. Sí, esto existió varias veces en la fotografía química y no hace tanto tiempo en la digital con las Sony SLT.
Como ya se ha explicado por aquí en diversas ocasiones, este invento deja pasar la luz a la vez hacia la pantalla de enfoque y la película, eliminando el movimiento del espejo.
Canon ya experimentó varias veces con este curioso elemento. Originalmente con la Canon Pellix treinta años antes, y a finales de los 80 con la EOS RT. “Real Time” era el significado de las siglas, pero en la RS no está muy claro qué significa.
Nikon también llegó a probar este semiespejo con algunos modelos especiales, como las Nikon F High Speed, la F2H y la F3H. Sony ha estado usando esta solución en bastantes modelos desde 2010 hasta 2016. Pero la llegada de las “sin espejo” acabó con el invento, lógicamente.
Las ventajas del semiespejo
Este espejo semitransparente tiene una serie de ventajas. Para empezar, se elimina la mayor limitación de las SLR: cuando pulsamos el disparador no vemos a qué estamos haciendo la foto en ese preciso momento.

Cuando pruebas la EOS-1n RS por primera vez la sensación es extrañísima. Acostumbrado a perder de vista la escena por un momento al disparar, piensas instintivamente que algo va mal.
Pero luego te das cuenta del potencial de esa pequeña diferencia. Puedes trabajar exactamente como en una telemétrica pero además viendo el encuadre exacto sin errores de paralaje y comprobando el enfoque y la profundidad de campo mientras disparas.
Otra ventaja importante es la reducción drástica del retardo producido por el levantamiento del espejo al disparar. De hecho Canon estima ese retardo en 0.006 segundos, es decir, prácticamente nada en el modo RS.
Hablamos de una cámara de 1985, ojo. Además, muestra constantemente la profundidad de campo para no tener que cerrar el diafragma durante el disparo y así eliminar otro pequeño retardo.

También se elimina completamente la vibración producida al subir y bajar del espejo. Ese pequeño golpeteo puede influir en la nitidez de la foto a velocidades de obturación bajas, incluso con la cámara montada en un trípode.
Fotografía macro con película
Esta cámara y sus ventajas respecto a la versión réflex convencional están orientadas a la fotografía de alta velocidad y acción. Son cosas que hoy poca gente -¿alguien?- seguirá haciendo con película, por razones obvias.
Sin embargo para otros usos como la macrofotografía, el paisaje y el retrato hay quien le ve el lado práctico. Yo mismo, que por alguna razón hago fotos macro con película la he estado usando con un objetivo MP-E 65 mm y es una absoluta delicia.
Pero no está exenta de problemas esta solución. La principal crítica que se le hizo en su momento es la reducción de luminosidad en la toma. Esto es cierto, le quita dos tercios de un paso de diafragma. Es verdad que no es mucho y es fácil de compensar. Si se usa con objetivos luminosos no representa un problema que en el visor la imagen se vea ligeramente más oscura.

Otra crítica es la degradación de la nitidez de la imagen, pero según Canon ésta es prácticamente inapreciable. En fotografía química, sobre todo en 35mm, la definición está muy limitada por el grano de la película.
No existía en esos años la obsesión tan enfermiza que tenemos hoy con mirar los píxeles al 400% para ver si hay algo raro. En cualquier caso nadie va a perder el tiempo en la actualidad para comprobar si una EOS-1N RS da menos calidad que una 1N.

Desde mi punto de vista (exigente pero sin fliparse, podríamos decir) las fotos se ven exactamente igual una vez escaneadas o positivadas en laboratorio. En cualquier caso, no debe perder más nitidez que usando un filtro en el objetivo, se supone.
Un espejo muy frágil
También puede ser un problema la fragilidad del semiespejo que, además, queda expuesto al cambiar el objetivo. Anda, como en las sin espejo que dejan a la vista el sensor…
Pero volviendo a esta cámara, las EOS-1N eran cámaras para la guerra, unos verdaderos tanques. Si en algún momento se manchaba el espejo no tendría ningún efecto sobre la foto, pero en la 1N RS la luz pasa a través de el semiespejo y entonces sí podría degradarse la nitidez de la imagen.
En cualquier caso, este espejo es tremendamente frágil y no se debe limpiar frotando con nada. Sólo se recomienda soplar con una pera. Sí, habría que tratarlo como un sensor digital actual.

La EOS-1N RS es capaz de disparar a diez fotogramas por segundo. Es decir, puedes gastar los 10 euros de un rollo Kodak Portra en sólo 3,6 segundos. Hoy esa cifra puede que no impresione, pero en 1995 era una brutalidad.
¿El manejo? Si estás familiarizado con las Canon EOS-1D no tendrás ningún problema en hacerte con esta cámara inmediatamente, porque los controles son prácticamente los mismos. Es una cámara robusta y pesada, pero muy ergonómica. Es uno de los últimos modelos profesionales de Canon para fotografía química. Sólo la supera la EOS 1V y en algunas cosas la EOS 3.
En definitiva, si eres un coleccionista y te gustan los modelos curiosos o si realmente usas las cámaras de película, la Canon EOS-1N RS es única.

Su uso es realmente sorprendente y puede incluso tener algún efecto positivo en tus fotos. Es algo así como la mezcla entre una réflex y una telemétrica, sumando las ventajas de las dos. Eso sí, el peso es considerable y el espejo hay que cuidarlo para no no se ensucie.
En el mercado de segunda mano de vez en cuando aparece alguna en buen estado. Y a un precio que no asusta mucho.
Juan Antonio Guerrero es fotógrafo. Puedes conocer más sobre su trabajo en su página web y su Instagram.
Sobre que en 1995 nadie hubiera podido imaginar el declive de la «Fotografía Química», creo que sobra matizar el soporte, es decir, el declive ha sido en la fotografía en general (química o digital). Ningún profesional de tantos miles y de tantas especialidades hubiera podido imaginar que la llegada de los pixeles iba a suponer la ruina de la profesión.
Ya no queda ni el 10% del mercado que hubo, los bancos de imagen venden fotos por céntimos de €, los periódicos se han desecho del 80% de la plantilla de fotógrafos, algunos del 100%, las agencias ya tiran de convenios anuales entre ellas y prescinden de sus propios fotógrafos. Los estudios de barrio han desaparecido, los del centro de las ciudades también, solo quedan unos pocos o solo uno por ciudad, los laboratorios industriales echaron la persiana hace ya casi tres lustros. Ahora hace bodas hasta el tato, la competencia e intrusismo está a niveles jamas imaginados. La fotografía de producto y/o publicitaria se paga a 10 veces menos. No hay una sola especialidad en fotografía profesional que se haya beneficiado del cambio. En tiempos de la película vivían miles de familias de la fotografía (millones a nivel global), todo eso se perdió «como lagrimas en la lluvia».
P.S.
No se dice «Macrofotografía», sino «Fotomacrografía».
Pues si que es una pena, la situación actual de la profesión es vomitiva, da autentico asco, y lo poco que hay se lo están mendigando por likes por las redes sociales los fotógrafos influencers que cada día estoy más quemado de ellos, promocionando nada más esto y lo otro, compra esta cámara, este trípode este… buagggggggg
+100
Tienes mucha razón pero piensa que cuando surgió la fotografía, hace más de 100 años, pasó algo muy parecido con la pintura. Parecía el final de la pintura, fue un desastre para muchos pintores muy buenos que se ganaban la vida y sin embargo surgieron ciertos artistas que revolucionaron la pintura a lo largo de todo el siglo XX… ¡Quizá ha llegado el momento de revolucionar la fotografía!
Esa revolución ya aconteció a finales del siglo pasado con el tránsito traumático del analógico al digital. Entonces, se nos vendía que eso iba a suponer el renacimiento de una vieja fotografía anclada en el pasado, cuando lo que de verdad ha supuesto es la decadencia de un oficio y una disciplina que ya da sus últimos estertores. Ahora que han legalizado la eutanasia creo que deberían ser compasivos y no hacer que sufriera más.
¡Sí! ¡Me acuerdo de aquel tránsito! (ufff…) Pero considero que fue más una revolución tecnológica porque, artísticamente nadie ha aportado nada, acabamos por hacer lo mismo que antes ¡Yo me refería a una revolución artística! (Tacháaaan…).
Si la revolución tecnológica y digital ha sido incapaz de renovar estilísticamente a la fotografia y ésta se ve constreñida década tras década a revisitar una y mil veces tópicos manidos que no destilan ni un ápice de originalidad… es dudoso que ninguna revolución, que no se sabe bien en qué podría consistir, venga a revertir el actual panorama de una fotografía que presenta signos de vida vegetativa y encefalograma plano.
Ya todo ha sido ensayado y experimentado hasta la extenuación y aun los fallidos intentos de una abstracción conceptual fotográfica (photoshop mediante) no parece que hayan tenido más éxito que el de querer emular a su madrastra la pintura perdiendo así el poco orgullo y la poca autonomía que la disciplina siempre tuvo.
Lo único que cabe esperar ya es que las honras fúnebres por el cadáver tengan toda la pompa y circunstancia que se merecen.
+1 Alf
Sinceramente, a estas alturas de la vida, me importa muy poco por donde vayan los tiros de la fotografía. Es mi afición, salgo a fotografiar y me lo paso bien. La tecnología es secundaria.
+10
En el diccionario macrofotografía viene y fotomacrografía no. ¿Estas seguro?
Nunca paso de la curiosidad en película más o menos como la fotografia Stéreo que aún cada tanto alguno intenta resucitar, el tema del espejo translúcido tuvo más vuelo en filmación, cuyo maximo exponente fueron las Panavision en 35, en 16 use y aun conservo una Bolex Reflex, que con un sistema de prismas generaba el mismo efecto que el espejo traslúcido.
El culto a la tecnología -hoy dependencia inconsciente- se comenzó a imponer en la fotografía; cualquier desarrollo importante tecnológico se aplicaba a los aparatos fotográficos desde la mecánica, experimentación de materiales -aleaciones metálicas, plásticos endurecidos, encauchetados, sobre cualquier cosa: precisión óptica- El invento del transistor llegó miniaturizado en circuitos electrónicos y baterías diminutas, etc. tener una cámara fotográfica era una condición de superioridad, en relación a otros avances hogareños. De ahí y desde esa concepción de calidad extrema se estableció el alto precio del sistema cuerpo+lente+accesorios. Se puede establecer una analogía con la historia de la relojería, a la que también la electrónica jubiló a los relojeros y su exquisita actividad. La rentabilidad de la industria fotográfica aumentó hasta hacer de esa historia un grupo de consumo más. Pero el ojo y talento del fotógrafo marca la diferencia con el hacer robótico. La limitante es el costo de esa tecnología para el amante de la imágen que según pretende la industria con un smartphone todoterreno haga lo mismo que un fotógrafo y ahí sí se equivocan los dioses del mercadeo porque no a todos nos gusta obturar con una sola mano.
+10
Y unos años después Sony retomo la idea en las SLT y todos las criticaron