La apuesta de Canon por los sensores de 1 pulgada en su gama de compactas sigue a buen ritmo. No siempre las renovaciones son tan profundas como nos gustaría y a veces da la sensación de que la lista de mejoras se queda corta entre una y otra generación, pero a estas alturas no vamos a asustarnos por los ritmos del mercado, ¿verdad?
La clave es que esta nueva PowerShot G9X Mark II hereda el papel de compacta con sensor de 1 pulgada más pequeña del mercado. De hecho, pensándolo bien, es la única que puede presumir de ser una auténtica “bolsillera”, aunque para ellos tenga que sacrificar unas cuantas prestaciones y bastante zoom.
Su precio relativamente competitivo –unos 500 euros- el diseño cuidado y, sobre todo, la calidad de imagen de su conocido sensor de 20 megapíxeles son sus mejores argumentos. ¿Suficiente para convencernos de que no apostemos por la generación anterior o por una gama superior? Veamos.
Lo nuevo
Quienes esperen una de esas completas renovaciones que marca un claro salto generacional pueden buscar otra cosa para leer, porque lo que viene no les interesará. Igual que ocurrió con la G7X y su correspondiente Mark II, aquí no hay una lista de novedades demasiado amplia.
Se mantiene sensor, óptica y diseño, pero la llegada del procesador Digic7 le da un impulso a la velocidad de la cámara. Sobre todo si trabajamos en RAW, porque de apenas 1 fotograma por segundo pasamos ahora a 8, con la misma cadencia que en JPEG (antes 6,5 fps).
Aunque estas cifras sean las más destacables, en realidad el procesador también mejora la agilidad general de la cámara tanto en el encendido como en el momento del disparo. Tampoco es que sea esta la típica compacta con la que uno se va a cubrir un mundial de Fórmula 1, pero bienvenida sea esa velocidad mejorada.
Bluetooth
A la tímida lista de mejoras se le une la conexión Bluetooth para facilitar la conexión inalámbrica. Al menos en teoría, porque tras probarlo no nos ha convencido demasiado. Es verdad que es más cómodo que el Wi-Fi, pero su capacidad es muy limitada.
Aunque ofrece un interesante modo de control remoto con esta conexión, no cuenta con previsualización en pantalla y sólo podemos mover el zoom y disparar. ¿Transferir imágenes? ¿Remoto con vista previa? En ambos casos, la aplicación nos invita a conectar la cámara por Wi-Fi, con lo cual desaparece la gracia del Bluetooth y la idea de una cámara siempre conectada, como ocurre con Nikon y su Snapbridge.
Manejo y ergonomía
Estamos ante una cámara cuyo principal argumento es ofrecer calidad en un tamaño de bolsillo. Pese a ello, hay que reconocer que la ergonomía está bastante bien conseguida, aunque en este sentido no hay cambios respecto a la generación anterior.
¿Lo mejor? El dial frontal alrededor de la óptica desde donde se gestionan la mayoría de funciones a la hora del disparo. También nos gusta ver que se mantiene el dial de modos en la parte superior.
A partir de aquí, casi todo depende de la pantalla táctil trasera. Funciona estupendamente, pero la verdad es que si tenemos prisa o si la idea es recurrir a controles manuales, el manejo no resulta tan práctico. Compensar la exposición, por ejemplo, requiere un par de pulsaciones, lo que no es especialmente práctico.
Calidad de imagen
¿Hemos dicho ya que el sensor de 1 pulgada y 20 megapíxeles es lo mejor de esta cámara? Pues lo repetimos. Efectivamente, la calidad de imagen está asegurada gracias a este conocido CMOS que, de hecho, posiblemente es hermano o primo del usado en el resto de cámaras compactas con esta resolución y tamaño de sensor. Sí, hablamos de esos que fabrica Sony y que tanto éxito están teniendo en los últimos años.
Haciendo clic en las imágenes se pueden ver y descargar a máxima resolución. Los RAW originales de algunas de ellas están aquí.
Aquí, el punto más débil de la ecuación es la óptica. Un sencillo zoom con focales equivales a 28-84 milímetros –corto en los dos extremos, cierto- y que luce una luminosidad excelente en su angular (f2) pero que rápidamente cae hasta un pobre f4.9. Es el precio a pagar por tener una cámara tan pequeña con un sensor relativamente grande.
Los resultados no decepcionan en cuanto a detalle, contraste, rango dinámico –ojo como siempre a las luces altas, o mejor tirar en RAW- y control del ruido. Dependiendo de nuestro nivel de exigencia situaremos el límite en 3.200 ISO o un poco más allá, pero no tenemos quejas en este sentido.
¿Merece la pena?
Si nuestra máxima prioridad es tener en el bolsillo una cámara con sensor de 1 pulgada y realmente pequeña, la G9X Mark II es posiblemente lo que andábamos buscando. Más final de las RX100 de Sony y la G7X de Canon, el diseño y volumen es su mejor baza.
De todos modos, si lo nuestro no son las ráfagas y podemos sobrevivir disparando en RAW foto a foto, ahorrarse 100 euros y apostar por la generación anterior es una buena idea. ¿Y el Bluettoth? Si lo que hemos visto es todo lo que puede hacer –y si no, está demasiado escondido- no merece la pena pagar más por eso.
Pero si el dinero no es problema, nos gustan estas compactas de Canon y queremos un diseño y prestaciones un poco más avanzadas –incluyendo una óptica mejor y más luminosa- nuestra recomendación sería ir a por la citada G7X o G7X Mark II.
Lo mejor
- Diseño atractivo
- La compacta más pequeña con sensor de 1 pulgada
- Buena calidad de imagen
- Ergonomía bien resuelta para este tamaño
- Ráfagas muy mejoradas en RAW respecto a generación anterior
Lo menos mejor
- Zoom limitado en focales y luminosidad
- Sin vídeo 4K
- Diseño no pensado para usuarios avanzados
- La lista de mejoras respecto a la generación anterior no es muy amplia
[…] Todo lo demás en Photolari […]
la càmara no es que me interese, pero la vista de Barcelona desde el Guinardó, pue sí: sale mi casa.
Si llego a saber que andabas por aquí te invito a una birra! 😀
Ojo que somos muy de aceptar invitaciones, eh! 😉
Como os conozco y sé que sois de fiar, si volvéis a subir por estos barrios un email y tenéis unas birras! Mi casa tiene muy buenas vistas! Además os puedo dejar mi K1 para que alucineis!! 😀
No sé si es que tengo que cambiar de gafas o de ópticas pero las fotos hechas con la cámara me parece que tienen una nitidez más que notable….
P.D.:creo que os habéis pasado con el tamaño del sensor… «..de su conocido sensor de 20 pulgadas son sus mejores argumentos…»
Jeje… corregido 😉
Hola, buen trabajo, para variar.
El reportaje en vídeo se ve de un tirón.
El «robado» de Alvaro (en el video) queda muy making-off.
Magnifico.
Se agradecen tus palabras Jorge!
Muy buena se ve esa maquinita. Me parece buena para fotografía de calle. Saludos
Una camarita muy interesante que, sin duda y gracias a su sensor de 1″, a buen seguro que saca más calidad que el mejor smartphone.
Otra cámara tan pequeña que no hay por dónde cogerla. Yo quiero disfrutar delectándome con el tacto de una buena ergonomía. Para esto me quedo con el móvil.
Pues me retracto de lo que dije:
Review de la primera versión, pero para el caso sirve igual. Mejor ergonomía que la RX100 IV… y mejor también en otros apartados.
https://www.cameralabs.com/canon-g9x-review/
Tras las primeras pruebas he notado falta de nitidez, trás chequear las fotos en el ordenador he visto que cada fotografía llegaba únicamente a una nitidez de 180pp, es normal?
Buen trabajo!
¿Sabéis cómo se puede conectar un flash externo a esta cámara y qué modelo es recomendable a buen precio? Gracias