Apenas diez días después de que Panasonic lanzara al mercado la que, según la marca, es «la primera cámara con sensor full frame capaz de grabar en 6K», Canon acaba de hacer lo propio con la presentación de su nueva cámara de cine C500 Mark II, que también cuenta con un sensor de formato completo y es capaz de capturar vídeo de 5952 x 3140 píxeles.
Esto sería, estrictamente, una resolución de 5,9K. Pero es que a diferencia de la citada Panasonic S1H y su sensor con proporción 3:2, la nueva C500 apuesta por un sensor de 17:9 panorámico. De esta forma la cámara puede trabajar usando toda su resolución y superficie del captor con un formato de imagen más estándar.
Obviamente la C500 también permite trabajar con ópticas anamórficas grabando en proporción 4:3, en ese caso se perdería parte de la resolución por los lados del sensor, que promete por cierto hasta 15 pasos de rango dinámico.
Gracias a la incorporación de un nuevo procesador Digic DV7 y a sus dos ranuras para tarjetas CFexpress, la cámara permite grabar internamente flujos de vídeo en 5,9K a 50 y 60 fotogramas por segundo y en formato Cinema Raw Light.
Esto se traduce en flujos datos de unos 2,1 Gbps por segundo, o lo que es lo mismo, 30 minutos de vídeo bastarían para llenar un tarjeta de 512 GB.
Así mismo la cámara cuenta con el formato propietario de Canon XF-AVC, basado en el códec H.264. En este formato es posible grabar en 4K DCI con 10 bits y compresión 422, a 50 y 60 fotogramas por segundo y con flujos de hasta 810 Mbps.
También es posible alcanzar velocidades de hasta 120 fotogramas por segundo con resolución 2K tanto en Cinema RAW Light como en XF-AVC, aunque eso se consigue mediante un recorte del sensor.
Más allá de los modo de grabación, otra de las novedades de la cámara es que cuenta con el popular sistema de autofoco Dual Pixel de Canon con una cobertura del 80 por ciento de la imagen y detección de cara.
La C500 Mark II es además la primera cámara de la gama Cinema EOS en incorporar un estabilizador de imagen electrónico, una prestación muy habitual en el catálogo fotográfico de la compañía que sigue sin apostar por los estabilizadores mecánicos en el cuerpo.
También es novedoso el nuevo diseño modular de la cámara, que permite acoplar o desacoplar partes enteras que incluyen conexiones específicas en función de la necesidad de cada rodaje. El cuerpo por sí solo es muy compacto y pesa 1750 gramos, una cifra moderada para un equipo de estas prestaciones.
Tres filtros ND internos de 2, 4 y 6 pasos apilables, salidas 12G-SDI, conexiones de audio XLR, generador interno de Time Code, LCD y visor incluidos son otras de las características de la cámara, que estará disponible en dos versiones con montura EF y PL y costará alrededor de los 15.000 dólares.