Si lanzar un nuevo medio siempre es una aventura compleja -creednos, sabemos de lo que hablamos- hacerlo en papel y dedicado a la fotografía suena a misión suicida. Pero eso es precisamente lo que se han propuesto desde Carrete, una plataforma que, para complicar aún más la cosa, está especializada en fotografía química.
Ahora este colectivo quiere dar el salto al papel, y para conseguir que el primer volumen de Carrete sea una realidad han lanzado una campaña de crowfunding que apura sus últimos días muy cerca ya de conseguir su objetivo.
Si todo sale bien, el 1 de mayo Carrete será una realidad en papel. Mientras tanto, para conocer un poco más el proyecto -y apoyarles, claro- hemos charlado con sus impulsores.
¿La película ha vuelto o nunca se ha ido?
Definitivamente la película nunca se ha ido. Durante un tiempo creemos que ha estado cerca de extinguirse, pero gracias a un sector de adeptos ha conseguido permanecer en la sombra un tiempo hasta que la generación digital la ha redescubierto como algo mágico. Pero hay personas que no abandonaron nunca del todo este formato.
Hay quienes hablan de una moda hipster que durará un rato y luego pasará.
Apostariamos a que la fotografía química ha vuelto a nacer y está aquí para quedarse. No creemos que sea una moda, al menos por lo que a nosotros se refiere…El formato químico, es sencillamente, otro modo de vivir la fotografía. El digital es un gran avance para ciertos trabajos o proyectos fotografícos, y el analogico diría que no compite con él, simplemente cubre otra serie de necesidades e inquietudes quizás más artísticas.
El analógico y el momento puntero que está viviendo nos parece una verdadera revolución que surge en contraposición a la era tecnológica y de lo rápido que avanza el mundo, de lo fugaz que es todo a dia de hoy.
Es curioso porque nuestra generación, que ha crecido en el mundo digital, es la que más reivindica este medio. Ha sido todo un hallazgo para muchos de nosotros y creo que es nuestra manera de decirle al mundo que no todo lo “pre-digital” debe morir. Hay cosas que vale la pena conservar. La inmediatez en ocasiones no tiene por que ser mejor porque queremos disfrutar del proceso de creación.
¿Cómo surgió la idea?
Carrete nace de nuestra propia inquietud como creadores. Tiago es diseñador gráfico y gran aficionado a la fotografía. Se dió cuenta de que faltaba un punto de encuentro y de difusión de fotógrafos químicos, donde poder inspirarse, compartir opiniones sobre tecnicas y acabados. Por eso decidió empezar con el proyecto a través de las redes sociales y con idea de convertirlo en un fanzine.
Más tarde y después de haber participado como seguidora de carrete, se unió Laia, fotógrafa especializada en creación y gestión de proyectos, con la intención de ayudar a sacar el proyecto adelante y en un formato Magazine, de más calidad.
La verdad que formamos muy buen equipo y también hemos contado con la ayuda de algunos compañeros del sector que nos han apoyado mucho como Ricard Boixeda, Marina Lopez, Daniel Linde, Laura Vidal-Abarca o Victor Azcoitia, por nombrar solo algunos de ellos… Y de colectivos como AFOCER, el Festival Revela-T o los compañeros de Lomography Embassy y Olympus Trip Repair, entre otros. Estamos muy agradecidos de la acogida que está teniendo la iniciativa.
¿Qué tipo de contenidos queréis ofrecer en Carrete?
Por una parte tenemos una función imprescindible para nosotros que es difundir la obra de creadores que quieren darse a conocer. Esa fue nuestra principal motivación para crear Carrete y por otra parte queremos aportar información más detallada del medio, como reviews de material, entrevistas… Hablaremos de eventos relacionados o de libros, entre otras muchas cosas.
¿Pero tiene sentido una revista específica para fotografía química? ¿No se supone que fotografía hay una, independientemente de formatos y soportes?
Para nosotros sí tiene sentido. Es cierto que el de los fotógrafos, es un único colectivo. Pero como hemos comentado antes, las personas que deciden disparar en película tienen su propia forma de vivir la fotografía.
No se trata de competir, sino enriquecer la diversidad fotográfica. De todos modos, es cierto que difiere del formato digital en multitud de aspectos, tanto técnicos como filosóficos o de razonamiento. Por eso creemos que la fotografía analógica merece su propio espacio y punto de encuentro.
Puede que a la larga sea más fiable, duradero y económico conservar nuestros archivos en celuloide que en formatos opticos modernos o digitales. Además ahora con los scaners que hay en el mercado tambien se puede digitalizar con una calidad mas que aceptable.
Les deseo el mayor éxito a estos emprendedores.
Totalmente cierto!
Excelente. Ojalá tengamos oportunidad de acceder a la revista en Latinoamérica. En Costa Rica. Seguro que tendrán muchos éxitos.