Todo el mundo habla de la street photography como si se trata de una nueva especialidad fotográfica, recién inventada o descubierta. Por aquí somos más de fotografía de calle, de la de toda la vida, aunque suene un poco menos cool. Y precisamente por eso un colectivo fotográfico que reivindique la calle –sin street-, de entrada, nos cae bien.

Y más si los integrantes de La Calle es Nuestra comparten con Photolari algunos de sus mejores trucos y consejos a la hora de abordar este tipo de proyectos. ¿Qué es la fotografía de calle? ¿Qué peculiaridades tiene? ¿Qué hacer y qué evitar cuando salimos de paseo con la cámara? Ellos mismos nos lo cuentan.

«Trata de buscar y contar una historia», Mario García

Foto: Mario García

Ante todo sería interesante saber si hay sentimiento en este tipo de fotografía. Hay gente que no disfruta e incluso lo pasa mal, se limitan a disparar todo lo que hay en la calle y no tratan de buscar ni contar ninguna historia. Le dedican muy poco tiempo y no tienen interés por aprender y conocer mas este mundillo, lo único que tienen es un número elevado de fotografías y un portfolio bastante amplio.

En cambio, si eres de los que no puedes salir a la calle sin cámara y cuando vas andando con la familia o amigos no dejas que se te ponga nadie por delante por si capturas alguna fotografía interesante, claramente es el momento de afrontar la foto de calle como un sentimiento más – y por qué no decirlo – como «una forma de vida».

Disfruta de la foto de calle, no tengas miedo siempre que lo hagas con respeto, no dudes en disparar, localiza situaciones y anticípate a las historias antes que ocurran, crea nuevas apoyándote en el entorno, utiliza cualquier cámara que te haga sentirte cómodo, da igual si es un smartphone o una cámara antigua, la herramienta es importante pero si tienes buen ojo pasará a un segundo plano. Muestra interés y estudia todo lo relacionado con la foto de calle, hoy en día tenemos muchos medios para podernos formar, aprovéchalos.

«Respeto y emoción», Luisón

Foto: Luisón

Yo afronto la fotografía de calle con el máximo respeto, y como un reto constante. No dejo de tener presente nunca que no le estoy pidiendo permiso a la persona que fotografío. No sólo eso, sino que también comparto esa foto en mis redes sociales, por lo que debe ser una foto respetuosa con la persona fotografiada. Intento que cada foto cuente una historia. De hecho, el mayor halago es cuando alguien imagina, al ver una foto mía, la vida o circunstancias del sujeto fotografiado, y me lo dice.

Reconozco que, como arquitecto que soy, soy muy cuadriculado. Le presto mucha atención al equilibrio de la foto, a las líneas, a la proporción vacío – lleno. Corrijo horizontes, enderezo líneas que fugan, y pretendo cumplir la regla de los tercios, tanto vertical como horizontalmente.

Pero lo que de verdad me mueve, y es lo que me apasiona de la fotografía de calle, es emocionarme yo primero. Y acto seguido emocionar al espectador con la imagen que mis ojos han presenciado, y la cámara de mi teléfono móvil ha capturado.

«Entrenar bien el ojo», David Fidalgo

Foto: David Fidalgo

Cuando empecé con la fotografía en general, sólo me manejaba con conceptos como enfoque manual, editar el RAW, regla de los tercios, Full Frame… ahora todo ha cambiado. La fotografía de calle me hace valorar mucho más el conocer autores, sus fotografías e historias, y hacer que viva yo las mías: ya no salgo a buscar «la foto», si no que sencillamente paseo con mi cámara compacta mientras disfruto de las calles de Madrid. Creo que todo eso al final se acaba plasmando, y las fotografías son de alguna manera más viscerales.

Dejando un poco el lado romántico, a nivel técnico suelo dejar que la cámara decida la apertura y la velocidad de disparo, mientras que juego mucho mas con parámetros como la ISO (el grano no me molesta, y en cambio puedo disparar a velocidades mas elevadas por la noche) y sobre todo el dial de exposición (ello me permite un control total de las luces y las sombras). Y sobre todo la ráfaga… ¡soy fan de la ráfaga!

Como recomendación a la gente que empieza con la fotografía de calle decir que lo más importante, al menos para mí, es entrenar bien el ojo. Recurrir a autores clásicos, foros, colectivos, y perfiles de grandes de la callejera en redes sociales, hace que empieces a amar la fotografía a un nivel mucho mas profundo, en el que los horizontes no están nivelados, las cabezas pueden estar cortadas, y la cámara es solo un medio para poder enseñar tu particular visión del mundo.

«Conoce tu equipo», Irene Fabregues

Foto: Irene Figueres

La fotografía de calle es una forma de vida, llega un momento en que tu ojo compone sólo, vas por la calle encontrando escenas, con o sin cámara. Es por ello que llevar siempre una cámara encima ha saciado la necesidad de hacer fotos, en mi caso encontré el momento y descubrí la calle en el trayecto al trabajo.

Dicen que el fotógrafo de calle caza o pesca…yo habitualmente pesco deprisa, suelo anticiparme a la escena, he desarrollado un sexto sentido, el hecho de no cambiar de localización, me ha enseñado a controlar la luz en cada estación, a conocer el terreno. Cada día sé dónde estará la foto, sin saber qué escena encontraré.

La magia de la calle engloba muchas cosas, no es una casualidad. El fotógrafo de calle va alerta, encuentra escenas por donde pisa, sabe anticiparse al momento, en milésimas de segundo encuadra y captura, es pura espontaneidad. El estilo y la narrativa dependen del autor, la imagen puede tener un tono romántico, crítico, cómico, documental o humanista, siempre respetuoso.

Sobre el equipo…trabajo en analógico y digital, también utilizo el móvil, no sólo para capturar sino para editar las imágenes.  Prefiero las focales fijas angulares, acercarme a la escena, los zoom a pesar de ser polivalentes son más pesados y menos luminosos, paradójicamente, entorpecen la espontaneidad de la composición, cuando conoces una focal, el encuadre está en tu cabeza, en la calle hay que ser muy rápido.

El primer consejo es que conozcas tu equipo y te sientas cómodo con él, lo demás viene sólo.

El segundo, empápate de inspiración, nuestro colectivo puede ser una buena fuente de inspiración, tenemos estilos muy diferentes y formamos un gran equipo. Las redes sociales están masificadas de fotos, pero hay mucho talento, investiga sobre los grandes fotógrafos y por último… disfruta del aprendizaje y encuentra tu estilo, que veamos tu foto y sepamos quién es el autor.

«Haz turismo en tu ciudad», Bambi

Foto: Bambi

Los primeros días que salí con la cámara a la calle aluciné. “¿De verdad que ese cartel ha estado siempre ahí?”, “¿cómo es posible que no haya visto antes esa tienda?”, “esta calle tiene que ser nueva”… Fue como si acabara de estrenar unas gafas con superpoderes. Veía más y mejor.

Con la cámara en las manos había muchos más matices, colores, sombras, luces, contrastes, personajes… Todo era nuevo. Me convertí en una turista en mi propia ciudad. Ese es mi consejo para la fotografía de calle: intenta alcanzar esa sensación y, cuando lo consigas, lucha para que no desaparezca.

Siempre pensamos que si fuéramos a países exóticos o ciudades lejanas haríamos unas fotos increíbles, pero eso solo es una excusa. Nuestra propia ciudad ya es de por sí exótica para mucha gente. Preguntémosle a un japonés cómo ve la Plaza Mayor. Si lo es para ellos, también puede ser exótica para nosotros si somos capaces de despojarnos de parte de la herencia visual que llevamos a la espalda.

Vaciar esta mochila cada vez que salimos a hacer fotos no es nada fácil, pero si al menos somos conscientes de que existe, de que pesa y de que nos limita, ayudará a que empecemos a ver las cosas con otros ojos.

¿Cómo afronto yo la fotografía callejera? … Pues la afronto de la forma más sencilla posible, en todos los aspectos. Sin parafernalias. Me gusta salir con vestimenta discreta y cámaras pequeñas de óptica fija (un 28mm, un 35mm o un 50mm), con el fin de que ello me ayude a pasar lo más desapercibido posible e inmiscuirme lo máximo posible en la acción y en la historia sin influir para nada en ella.

Pero, sobre todo afronto la calle con la ilusión propia de un niño cada vez que salgo a “hacer la calle”.

Cada día será diferente. Nada se repite en ese escenario real. Una salida a la calle sé que me implicará un gran desgaste físico y también mental. Físico porque andaré y andaré durante horas y mental porque a cada paso que de estaré buscando historias, sombras, luces, reflejos, momentos cómicos, momentos únicos… y todo ello requiere un gran desgaste en todos los sentidos.

Esa ilusión propia de un niño, me hace a veces empezar la jornada con cierta ansiedad, incluso a veces con cierta desesperación al ver pasar las horas y no llevar ni una foto en la tarjeta. Pero si uno persiste los resultados llegan.

«La cámara siempre lista», Rodrigo Roher

Foto: Rodrigo Roher

Como norma general trabajo la mayoría de las ocasiones con prioridad a la apertura, medición puntual e ISO automática hasta 3200, pero voy variando mucho estos parámetros según la situación requiera. Como normas tontas, que luego no lo son tanto, yo diría que nunca guardar la cámara y nunca poner la tapa. Por propia experiencia, se me han escapado grandes fotos por este extremo. Hay que ir siempre preparado para lo que pueda suceder, no vale eso de repetir en la fotografía callejera en la mayoría de las ocasiones.

Anteriormente a esto, como en toda disciplina, ha de haber un estudio previo. Estudiar los clásicos, comprar libros de fotografía, ver documentales, páginas web, participar en foros de internet… todo ello te hará mejor fotógrafo y te ayudará a crear tú propia identidad. Para mí lo más difícil de conseguir es que tus imágenes sean reconocibles. Que alguien diga… esta foto es de fulanito o menganito. Y es claramente uno de los objetivos de todo buen fotógrafo.

«Pasear, fijarse, fotografiar y divertirse», Raul Barroso

Foto: Raul Barroso

La intención lo es todo en cualquier faceta de la vida y la mía con respecto a la fotografía no es otra que la mera contemplación, este el único motivo, pasear y fijarme, fotografiar y divertirme. Siempre llevo la cámara conmigo y fotografío cualquier cosa que me llame la atención, puede ser un color, una coincidencia o incluso algo que no entiendo muy bien porqué.

El trabajo más arduo viene con la selección posterior y ahí es donde la cultura visual y los referentes afloran. Las cosas empiezan a tener sentido y me reconozco a mi mismo en las fotos que he tomado.

Creo que sin esta terapia diaria perdería mi capacidad de asombrarme con las cosas, dejaría de mirar a los ojos a las personas y me costaría sentirme parte del mundo. Mi forma de devolver a la calle este favor que me hace es con la sonrisa y con mi andar relajado entre la locura. En este intercambio a veces me parece que queda alguna foto buena.

Para mí es un momento en el que en mi cabeza están solo las personas y ese baile extraño que realizan unas con otras, no hay nada más. Por eso uso la cámara de manera sencilla e impulsiva, solo ajusto diafragma y bloqueo el enfoque, todo lo demás se lo dejo a la cámara. Casi siempre uso el 35 mm y el 50 mm. Soy de dedo ligero.

23 COMENTARIOS

  1. Muchas gracias por los fantásticos y sentidos testimonios del colectivo La Calle es Nuestra. Para quienes nos iniciamos o coqueteamos con este estilo o forma de entender la fotografía nos resulta sumamente ilustrativo, y encima con grandes consejos. Gracias a Photolari por prestarle atención a las diferentes formas de entender la fotografía y hacerlo así, de esta forma tan generosa. Por entradas como esta me suscribí a este foro. La técnica es importante, pero el compartir la pasión y emoción por fotografiar también lo es. Repito: gracias.

  2. A juzgar por los ejemplos mostrados no parece que esos consejos vayan a revolucionar un registro ya superexplotado, supermanido y superrevisitado. Aunque supongo que forma parte de la visoñez imaginar que uno está inventado por primera vez el género.

    Por cierto, lo de “la calle es nuestra” suena un pelín, sólo un pelín pretencioso. Evidentemente, la calle es de todos, de los harjstistash, y de los profanos. Sin acritud.

  3. Hay muchos estilos en fotografía, casi todos admirables, pero este del callejeo es la vida misma relatada por ojos entrenados para gente a la que se les pasan los detalles de cada rincón, de cada cada y de cada expresión. Solo hay que ojear la obra de los clásicos y ver que era la calle su gran escenario. Yo llegué tarde a practicar este estilo, pero reconozco que estoy enganchado ya de por vida.

  4. Gracias por todos los comentarios, siempre se aprende. Cada uno de nosotros con nuestra personalidad, conocimiento en general y actitud ante la vida etc .. tiene una visión única de lo que pasa a nuestro alrededor y plasmamos en una foto y eso se puede considerar extraordinario.

  5. Creo que estás equivocado en la idea de que no tienes que pedir permiso a los fotografiados. Te estás aprovechando de su imagen para tu propio ego fotográfico y, además, lo vas a hacer público. ¿Foto respetuosa, para quién? ¿Para tu propio juicio? ¿Y si esa persona no quiere ser fotografiada de ninguna manera ni salir en redes sociales? No te pertenece esa decisión.

    La fotografía callejera me parece que puede ser alucinante, pero sólo me atrae un 1% de lo que veo. Por la calle odio ver al fotógrafo de turno disimulando mal, intentando hacer un robado, buscando «víctimas»… Tío, si te he pillado vete a otra cosa o habla conmigo. Me parece ridículo y de una falta de respeto total.

    Además, ver en los fotografiados la típica mueca de «qué haces, por qué me enfocas» o «qué haces sacándome una foto» no me parece nada atractivo fotográficamente hablando.
    O la persona no se ha dado cuenta y le sacas en su «hábitat natural», o para mí la foto ya no vale.

    Y es más, ¿qué es la fotografía callejera? Menos intención, todo. Es decir, es azar, suerte, casualidad y parece que no hay filtro, todo vale.
    Iso alto… Ráfaga… ¡Buf! Creo que estás haciendo de todo menos FOTOGRAFIAR.

    Si no veo intención y planificación por parte del fotógrafo, la foto para mí pierde casi todo su valor.

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