Una buena iluminación es esencial para conseguir un gran retrato. Pero no siempre se dan las mejores condiciones y a veces toca salvar esa foto que no ha quedado perfecta . Cuando los ojos no reciben suficiente luz quedan apagados y sin brillo, pero con postproducción podemos intentar recuperar esa chispa perdida en el disparo.
Mediante diferentes capas de ajustes veremos cómo podemos ir resaltando los ojos del retrato, de forma individual, moviendo la opacidad hasta conseguir el resultado deseado. Es esencial no tocar la parte blanca del ojo para que no se cree un efecto irreal. La parte del iris podemos modificarla para sacar el máximo partido, e incluso podemos cambiar la tonalidad de los ojos, algo que a veces exigen en fotografía publicitaria y de moda.
También veremos cómo crear algunos efectos artificiales para simular el reflejo de un flash de estudio o de una ventana, algo que si usamos con discreción e integrándolo con el resto del ojo puede quedar bonito en algunos casos.
Por último, oscurecer el resto de la imagen para dar fuerza a la mirada y enfocar por zonas añadiendo foco solo en los ojos son trucos que nos irán muy bien para conseguir un retrato más profesional.