Si en 2018 eres de los que sigue pensando que «ni machismo ni feminismo, igualitarismo» y que eso del sexismo es un invento de cuatro hippys, posiblemente no será fácil convencerte de lo contrario por muchas evidencias, testimonios y artículos que pongamos sobre la mesa.
Pero como la esperanza es lo último que se pierde, aprovechando este 8 de marzo y la huelga feminista convocada en muchas partes del mundo hemos tirado de hemeroteca reciente para rescatar algunas historias que evidencian la situación de la mujer en el mundo de la fotografía.
Una fotoperiodista entre hombres
Escuchar a Joana Biarnés, la primera fotoperiodista española, hablar de sus años de trabajo en un mundo que por aquel entonces era exclusivo de hombres es, seguramente, la mejor manera de hacerse una idea de lo que ocurría hace década y, como denuncia Biarnés, de lo que sigue pasando. ¿Cuántas finalistas hay en esta edición de World Press Photo? ¿Y en las anteriores?
¿Quién cuida de tus hijos mientras haces fotos?
“En casi todas las bodas que fotografio alguien me pregunta quién está cuidando a los niños mientras yo trabajo. La gente parece estar muy preocupada por dónde están mis hijos, aunque curiosamente nunca le preguntan eso a su padre”, explicaba la fotógrafa Susan Stripling en una carta abierta. Posiblemente, uno de los mejores resúmenes de la situación con la que tienen que convivir cada día muchas mujeres fotógrafas.
¿Dónde están las fotógrafas?
Eso es lo que muchos -sobre todo muchas- se preguntaron cuando Nikon se olvido de ellas en una larga lista de fotógrafos colaboradores seleccionados para estrenar la Nikon D850. Tras la consiguiente polémica, no tardamos mucho en darnos cuenta de que Nikon no era una excepción: en el siempre singular mundo de los embajadores y fotógrafos de marca parece que tampoco hay mucho espacio para ellas.
Acoso sexual, también en el mundo de la fotografía
Todo el mundo habla del acoso sexual en el mundo del cine. ¿Pero qué ocurre en los estudios de algunos de los fotógrafos con más renombre del mercado? Pues desgraciadamente parece que algo muy similar, según quedó claro con las denuncias a Terry Richardson. Lo peor de todo es que no sorprende. Que, como siempre, son situaciones que acaban normalizando el acoso y abuso de las modelos.
Lo de los días dedicados me resultan absurdos. Es como cuando los políticos te piden el voto un día concreto, y después…ya te pueden ir dando. Los problemas, sean del índole que sean, se padecen día a día y no se solucionan con un día determinado. Hay que empezar por una educación sin complejos ideológicos, ni con marcado sentido partidista. A ver cuando instauran el día del RESPETO.
Se hace por visibilidad, y por desgracia es necesario, aunque de lejos no suficiente
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Matrix a pleno rendimiento. Este blog parece hoy La Secta.
Ya que no habláis de fotografía, porque no tenéis ni puta idea, ahora os dedicáis a hacer politica.
Repítalo sin llorar.
En Argentina y a mi gusto personal hubo una gran fotógrafa sobre todo de retrato, la Señora Annemarie Heinrich, sus fotografías son las mejores. Hay otras muy buenas y de gran trayectoria. Pero en el mundo no hay tantas mujeres que se dediquen a la fotografía como hombres, quizás sea una profesión de «cazadores» y es raro encontrar mujeres cazadoras. Ahora cuando se destacan son espectaculares. El tema acoso en los estudios se puede fácilmente eliminar con la presencia de mujeres en el equipo, particularmente mi mujer es la maquilladora y es excelente, entonces si alguna desconocida pretende fama y señalarme de acosador, se va a llevar la sorpresa de quién la maquilló era mi esposa. La fotografía es mi vida, una pasión sin límites y todo lo que está delante de mi objetivo es un sujeto que no tiene sexo, ni raza, ni credo.
Me imagino si hay machismo en le fotografia, como en todo.
Sobre el tema de Nikon no lo creo. Que ganan con ello. Pero vete a saber.
Hoy en dia creo que no, que esta todo por igual, de hecho en fotografía de bb el 99% son de mujeres y hay nadie dice nada.
Y en este portal y del que salisteis QSD también… apenas puedo recordar a una participante redactora o trabajadora con «poder» desde el día que apareció en internet… siempre escondidas.
En mí época (hace 30 años) lo que si había, eran muchos codazos y patadas en la espinilla entre los fotográfos, para coger la mejor instántanea. Por descontado, la presencia femenina era excasa.