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Su historia posiblemente se estudie dentro de unos años en las escuelas de fotografía y periodismo. Suponiendo que tal cosa siga existiendo, claro. Se llama Devin Allen y es el autor de la fotografía que ilustra una de las portadas más comentadas de la revista Time en los últimos tiempos.

Una imagen llamada a ser posiblemente el icono de lo que durante estos días está ocurriendo en Baltimore a raíz de la muerte de un joven afroamericano a manos -supuestamente- de la policía, con las posteriores protestas y disturbios raciales.

Con 26 años y aficionado a la fotografía desde que en 2013 tuvo su primera cámara, según explica él mismo en una entrevista en Time Lightbox, le gustaría dedicarse de forma profesional a ello. Apasionado de la fotografía callejera y a compartir sus fotos en Instagram, Allen ha retratado a pie de calle las protestas de estos últimos días.

Vive en el oeste de Baltimore –la zona más conflictiva-, es negro y conoce y entiende perfectamente la frustración y la rabia de la gente, explica. Como suelen decir los buenos profesores, nada como conocer lo que se fotografía para ser capaz de retratarlo bien. Pese a ello, el joven reportero tenía claro –aclara a Time- que quería retratar lo bueno, pero también lo malo y lo feo de las protestas. “Voy a contar exactamente lo que ocurre”, apuntaba.

Sus fotos eran ya virales antes de llegar a la última portada de Time. Cadenas de televisión como la BBC y la CNN las habían publicado, pero posiblemente la cantante Rihanna también tuvo mucho que ver con la popularidad de sus imágenes al incluir una de ellas en su cuenta de Instagram, con casi 18 millones de seguidores.

Así son ahora las nuevas audiencias y ritmos de la información. Curiosamente un vistazo a la cuenta de la cantante revela que la imagen de un policía negro con los ojos llorosos tiene muchos menos likes que cualquiera en las que aparece ella posando.

La portada de Time es lo mejor que le ha pasado en su vida después de su hija, explicaba emocionado Allen. Es verdad que no es la primera vez que unas fotografías hechas con un móvil llegan a la primera página de este semanario, que sin ir más lejos realizó gran parte de la cobertura del huracán Sandy en Nueva York a través de los teléfonos móviles de algunos de sus reporteros y su cuenta de Instagram. Aquello fue un encargo; esto, algo que surgió a posteriori mientras el fotógrafo iba haciendo las fotos por su cuenta.

Han pasado más de tres años desde aquella portada de Benjamin Lowy de enero de 2012, y hoy la noticia es que una foto de un aficionado ha dado el salto desde las redes sociales a una portada tan prestigiosa como esta, además del extenso reportaje en las páginas interiores. Que algunas se usen sin avisar ni pagar a los autores, desgraciadamente, es más habitual. Sobre todo en algunos medios y países, donde el robo de fotos se ha convertido en un clásico.

Convertida ya en un icono de las revueltas, frente a lo que muchos pensarán la foto en blanco y negro de portada con un joven en primer plano huyendo de la policía fue tomada -como el resto de fotos de Allen- con una cámara convencional, no con un móvil. Suponiendo que a estas alturas a alguien le importe con qué se ha sacado una foto, claro.

La cámara, por cierto, es una Fujifilm X (aparentemente una X-E1 o una X-E2) como él mismo mostraba en otra de sus fotos de Instagram. Según cuenta el autor, al verla le pareció buena, y por eso la pasó a su teléfono y desde allí la compartió en sus redes sociales. El resto ya es historia del fotoperiodismo.

Contenido publicado originalmente en Quesabesde

5 COMENTARIOS

  1. Yo vi ayer o hoy una que me gusto mucho, es en color, alguien lleva la bandera de USA extendida pero boca abajo a pleno contra luz del fuego de un establecimiento justo detrás, la firma un tal Julio Cortez de AP.

    A mi esta foto me parece muy normalita, no le veo nada especial, aunque me alegro por la historia del fotografo y su felicidad, una cosa no quita la otra.

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