¿Pueden los drones ser un juguete? Aunque las noticias sobre accidentes y falta de sentido común entre los usuarios de estos dispositivos invitan a pensar en lo contrario, en realidad también existe un mercado para los modelos más pequeños y sencillos, pensados para niños y nuevos usuarios.
Un segmento que, por lo visto, también interesa a DJI, que acaba de presentar el nuevo Tello. Se trata de su aparato más pequeño, sencillo y asequible -cuesta menos de 120 euros- y que la compañía denomina «dron de aprendizaje»
Desarrollado junto a la compañía Ryze Tech -que permite utilizar el lenguaje de programación SCRATCH para que los más jóvenes aprendan personalizando las funciones del dron- sus especificaciones son realmente básicas.
Cuanto con un autonomía de vuelo de 13 minutos, grabación de vídeo 720p y una cámara de 5 megapíxeles y estabilización electrónica. Su manejo es tan sencillo que, según las explicaciones dadas por DJI, basta lanzarlo al aire para que comience a volar, aunque lógicamente se puede controlar desde una aplicación del móvil.
La seguridad, claro, es parte clave de sus especificaciones, con hélices protegidas y diferentes sistemas que permiten aterrizarlo de forma automática si hubiera cualquier problema. También dispone de modos automáticos programados para elevarse, realizar una toma aérea o una fotografía de 360 grados y volver al punto de origen.
Venga fabricar drones, para que la gente haga el kafre.
Sí. En eso seguramente están los de DJI. En fabricar drones para que la gente haga el cafre. Cafre. Con «cé». Como sustantivo que identifica a cierta especie de búfalo.
Si, si, kafre con «K»… a que has entendido a que me refiero? pues eso.
El problema no es la herramienta, sino el que la usa. ¿crees que los cafres se extinguirían si dejásemos de fabricar drones?