Cuando se trataba aun de un proyecto que buscaba financiación a través de una campaña de micromecenazgo, en Photolari describimos consola Loupedeck con un accesorio que convertía al retocador en una especie de DJ de la fotografía.
Dos años después, por fin hemos podido tener entre las manos y probar durante unos días este accesorio tan llamativo que permite editar de forma cómoda, rápida e intuitiva nuestras fotografías en Lightroom, Aurora HD o Capture One. Y la verdad es que nos ha encantado.
El modelo del que os hablamos, y que nos trajimos de la última edición del Photokina, se trata del Loupedeck+ y es ya la segunda generación de esta consola de edición. Hay alguna mejoras respecto al modelo origina, pero la filosofía sigue siendo la misma: trasladar a botones, diales y controles físicos todas las opciones de ajuste que ofrecen los softwares de edición fotográfica.
Para ello la consola, que tiene un tamaño similar al de un teclado pequeño, cuenta con nada más y nada menos que 40 botones, 13 mandos y 8 diales que ya cuentan con opciones asignadas pero que, la mayoría de ellos, son totalmente configurables a gusto del usuario.
De hecho las opciones de personalización son tan abundantes que al principio puede resultar un poco apabullante. Pero sólo usando los parámetros que vienen asignados por defecto ya es por defecto ya es posible editar una fotografía sin necesidad de tocar el teclado o el ratón ni una sola vez.
Así que si no queremos complicarnos la vida basta con enchufar la consola al ordenador, descargarse un pequeño software gratuito y empezar a editar. Aunque lo ideal para sacarle el máximo partido al Loupedeck+ es invertir un tiempo en configurarlo y adaptarlo al flujo de trabajo habitual de cada uno.
La configuración se realiza muy cómodamente a través de software citado, que permite seleccionar entre los varios programas compatibles, entre los modos de revelado y gestión de la biblioteca de medios y entre el modo normal (con muchas funciones ya asignadas) y el modo custom.
Aunque la construcción del dispositivo puede parece, a primera vista, un tanto delicada, lo cierto es que los controles son muy precisos, tienen un tacto excelente y no se aprecia ningún retraso entra la manipulación de los mismos y su resultado en el programa de edición. Casi todos los controles y diales, además, permite una pulsación que equivale a resetear cualquier ajuste realizado, lo que resulta sumamente práctico.
Si hubiera que buscarle alguna pega sería que no se pueda conectar el Loudepeck+ al ordenador de forma inalámbrica, lo que permitiría, por ejemplo, editar fotografías en una pantalla muy grande sentado cómodamente en el sofá.
¿Para qué tipo de usuario está pensado este dispositivo? Sin duda para aquellos que inviertan muchas horas editando fotografías y tengan un gran volumen de trabajo, puesto que una vez configurado permite ahorrar tiempo y adoptar posturas más cómodas que al trabajar con el ratón.
Aun así el Loupedeck+ tiene un precio lo suficientemente razonable (230 euros en Amazon españa) como para darse un capricho. Y la verdad es que editar con este aparato es todo un gustazo, abre una pequeña ventana a recuperar el «tacto analógico» en medio de este entorno tan digital.
el problema es que el 99% de las fotos las terminamos o las trabajamos un poco en Photoshop, y es un a lastima que no se pueda trabajar en el .
tiene muy buena pinta… sobre todo para lightroom… raro que me lleve alguna foto a photoshop…
a pedirsela a los reyes jejeje
[…] ya unos años que lo probamos y desde entonces han salido al mercado muchos más modelos y también de otras marcas. El caso es […]