La pandemia de este 2020 nos ha cambiado la vida a todos en mayor o menor medida. Confinamiento, mascarilla, distancia social, gel hidroalcoholico hasta la saciedad y lamentablemente para muchas personas, tener que hacer malabarismos por mantener el trabajo a flote.
Algo que para el ya debilitado sector de la fotografía -cómo para muchos otros- no está siendo nada fácil. Especialmente para profesionales que necesiten cierta cercanía en sus sesiones, cómo retratos, bodas (las pocas que se hayan podido celebrar), o fotografía de familia.
El fotógrafo Kyle Roper aprovechó la adversidad de estos tiempos y las horas muertas en casa para dar forma a un proyecto fotográfico, que a pesar de no ser nada nuevo, resulta de lo más original. Algo que le permitió seguir haciendo fotos sin salir de su domicilio y a lo grande.
Roper transformó la entrada de su casa en una cámara oscura de tamaño considerable, usando un objetivo Nikkor para gran formato de 300 milímetros, unas cajas de cartón, tela negra, un C-Stand (ceferino, cómo lo hemos llamado siempre aquí), una pizarra magnética, papel fotográfico y mucha cinta adhesiva.
El resultado fue una cámara no demasiado glamurosa y algo rudimentaria, pero al parecer funcional y con la que pudo realizar toda un serie de retratos “door frames”.
El fotógrafo se comunicaba con sus modelos a través del interfono de la entrada y usaba su objetivo Nikkor completamente abierto. El papel fotográfico Ilford lo colocaba en la pizarra magnética y una vez capturada la imagen la revelaba en su cuarto de baño que convirtió en laboratorio.
Un proceso lento a base de prueba-error que empezó a tomar forma a mediados de mayo y le permitió mantenerse activo sin dejar de dedicar tiempo a su pasión. Un año antes Roper ya había formado parte del equipo de producción en el conocido proyecto «The Skyscraper Camera Project» en el que Brendan Barry convirtió todo un piso de Manhattan en una cámara oscura gigante.
Interesante artículo que titularía El retorno en el que resaltaría la facilidad de dar una vuelta al pasado en tiempos de pandemia.
Muchas felicidades por la iniciativa y como no podía ser de otra manera seguirle y buscar inspiración en el baúl de los recuerdos.