La denominada fotografía computacional ha conseguido lo que hace no mucho años parecía impensable para la cámara de un móvil. Más allá de los buenos resultados generales en escenas cotidianas sin muchas complicaciones, las mejoras en sensores y procesadores permitieron que, por ejemplo, el modo noche abriera un nuevo universo de posibilidades a los fotógrafos móviles. Y obligaran a desterrar aquello de que la cámara de los móviles sólo servía cuando había muy buena luz.
Una carrera en la que los terminales de Huawei siempre han jugado un papel determinante. Su alianza con Leica introdujo en este mercado un lenguaje y conceptos fotográficos que en su momento eran poco habituales. Por no hablar de ideas como aquella cámara en blanco y negro que sedujo a tantos fotógrafos y que, por cierto, la generación P50 ha recuperado.
Y en esta evolución hay un detalle que no siempre recibe la atención que merece: el tamaño del sensor de imagen. Algo que hace ya años sabemos que es clave en las cámaras pero que en los móviles se ha mantenido como un dato sin relevancia hasta hace poco.
Por suerte, últimamente parece que los fabricantes han entendido que los potenciales interesados en un móvil fotográfico potente saben la importancia de este dato.
Es verdad que, volviendo a la fotografía computacional, el hardware ha perdido parte de su protagonismo. Y los conceptos clásicos de fotografía no son directamente aplicables en algunos casos. Seguro que muchos recordarán aquellas primeras fotos nocturnas de, supuestamente, varios segundos de exposición hechas a pulso con el móvil y que quedaban perfectas.
No es magia, es sencillamente una combinación de diversas exposiciones realizadas incluso por varias de las cámaras del teléfono y que luego sus potentes procesadores son capaces de unir en una operación casi instantánea. Lo que con una cámara normal requeriría trípode y cierto trabajo de postptoducción, aquí es automático y con unos resultados tan aparentes como sorprendentes.
Pese a ello, sigue vigente la vieja norma que dice que cuanto mayor es la superficie sensible encargada de capturar la imagen mejor. También para los móviles y sus sensores, de ahí que la apuesta desde hace ya generaciones de Huawei de dotar a sus terminales más fotográficos de captores de grandes dimensiones sea un acierto.
El Huawei P40 Pro ya abandera desde hace tiempo esta idea con un CMOS de 1/1,28 pulgadas en su cámara principal. Para quienes anden un poco perdidos con estos números, bastará recordar que hasta hace no mucho las cámaras compactas profesionales trabajaban con sensores de 1/1,7 pulgadas, es decir, más pequeños que el empleado por este smartphone.
De hecho, su tamaño se acerca a los captores de 1 pulgada que usan a día de hoy la mayoría de compactas avanzadas. Con una diferencia a favor de los teléfonos como el Huawei P40 Pro y el esperado P50 Pro: su procesador de imagen y las citadas capacidades de la fotografía computacional para hacer esa especie de magia con la información de varias cámaras o de diferentes exposiciones.
Tampoco hay que perder de vista que la clave está en el equilibrio del conjunto. Es decir, a más grande el sensor más grande tendrá que ser también la óptica, con lo que el resultado influye en el tamaño del módulo fotográfico y, por tanto, en el diseño del móvil.
Y vinculada a esta idea del tamaño del sensor, otro dato que ha ido ganando protagonismo es el del tamaño del píxel. O, para no liarnos, el de los fotodiodos que componen el sensor de imagen. Y con una norma general similar a la de todo el CMOS: cuanto más grande, mejor. Por ejemplo, en el caso del P40 Pro hablamos de píxeles de 2,44 micrones, un tamaño muy grande en este segmento y pieza clave para obtener buenos resultados.
Pero hay más. Durante años en las cámaras la idea de un sensor grande y una resolución muy comedida resultó atractiva. Pero, de nuevo, es algo que la tecnología ha ido cambiando y, sobre todo en el caso de los móviles.
La Quad Cámara Leica Ultra Vision del Huawei P40, por ejemplo combina los citados datos sobre tamaño de sensor y píxeles con una resolución de 50 megapíxeles que, con esta estructura quad, permite agrupar los píxeles en grupos de 4 para optimizar así el rendimiento con poca luz o el rango dinámico.
En definitiva una combinación de hardware y de software capaz de ofrecer unos resultados fotográficos excelentes.
[Este artículo es parte de un acuerdo publicitario entre Huawei y Photolari]