Pedro Armestre no necesita presentación. Hablamos de uno de los fotógrafos documentales más reconocidos del país y que, desde hace años, ha centrado gran parte de su trabajo en temas medioambientales. ‘Fuego’ es uno de sus proyectos más ambiciosos: casi 20 años fotografiando el trabajo de los bomberos que luchan cada verano contra los incendios forestales.
Este vídeo publicado recientemente por Fujifilm -firma con la que Armestre trabaja y colabora desde hace años- es un adelanto del proyecto documental que ultima. Una pequeña muestra de cómo es fotografiar en medio del fuego y de la importante labora que supone documentar todo esto.
Pero mucho mejor que explicarlo nosotros es que sea el propio Pedro Armestre quien lo cuente:
España es el segundo país de europa con mayor superficie de masa forestal detrás de Suecia. Durante la segunda mitad del siglo XX el combustible tradicional, la madera, fue sustituido por los derivados del petróleo.
El éxodo de la población rural a las ciudades industrializadas supuso el fin de los aprovechamientos forestales y el abandono de los usos agrícolas, dando paso a una total decadencia de los ecosistemas intervenidos por el hombre desde tiempos remotos, y a una emergencia agravada por el cambio climatico.
Si cambia el paisaje y si cambia el clima, cambia el comportamiento del fuego. Es aquí cuando se habla de incendios que escapan a la capacidad de extinción. Son incendios de una voracidad inmensa, con gran acumulación de energía que devoran todo a su paso y cuya extinción no depende de más aviones, sino de soluciones más complejas.
Toda mi carrera se ha orientado a destacar y sensibilizar sobre temáticas medioambientales. Desde el año 2003 no he desistido en la difícil documentación de los esfuerzos de los cuerpos de bomberos que cada verano se empeñan en minimizar el impacto del fuego en nuestros bosques. Esa persistencia me ha convertido en un observador de privilegio.
Durante el verano de 2021 un equipo de video ha viajado junto a mí enfrentándose a los mismos obstáculos que encuentro año tras año.
“Fuego” es la voz de la familia forestal, que nos plantea sus preocupaciones, estrategias y soluciones para frenar el avance de las llamas. Yo, el fotógrafo ausente que camina de puntillas, el hilo conductor de la pieza documental que verá la luz próximamente.
Durante esta gran aventura he capturado sus esfuerzos con la ágil X-T4 de Fujifilm, acompañada del Fujinon XF 16-80mm f4 R OIS WR y un Fujinon XF 50-140mm f2.8 R LM OIS WR que apenas sale de la bolsa aunque debe acompañarme para algunas tomas.
La GFX100S junto al GF 32-64 mm f 4 R LM WR me ha permitido, gracias a su rapidez y ligereza, una fotografía meditada. Esa sensación optimiza mi fotografía. Su sensibilidad para captar me ha permitido trabajar en condiciones muy adversas con resultados brillantes.
Este artículo es parte de una campaña publicitaria.