Aunque toda la atención mediática ha sido para la X-T4, fujifilm lanzó otra cámara la semana pasada que aunque no ha suscitado tanto interés probablemente se venderá bastante más que el nuevo buque insignia de la saga X.
Se trata de la nueva Instax Mini 11, la última incorporación al catálogo de cámaras instantáneas de la firma, que sigue sigue siendo uno de los productos más exitosos del actual escaparate fotográfico.
La nueva cámara cuenta con un diseño muy similar al del modelo anterior, la Mini 9, aunque tiene los bordes más redondeados y los botones del disparador y de encendido están ligeramente perforados para poder detectarlos más fácilmente al tacto.
Al margen de estos pequeños cambios estéticos, la Mini 11 estrena un modo de exposición automática que ajusta la velocidad de obturación y la potencia del flash en función de la luz disponible. Esto permite obtener imágenes similar a cuando aplicamos un flash de relleno, conservando la luminosidad del fondo.
También se añade un nuevo modo selfie que, según la marca, facilita la captura de autorretratos y de objetos a poca distancia reduciendo la distancia mínima de enfoque a 30 cm. No falta tampoco el clásico espejito en la parte frontal para el mismo cometido.
La Instax Mini 11 estará disponible este mismo mes en cinco colores distintos por unos 80 euros.
