Aunque desvelada el pasado mes de septiembre, Fujifilm ha querido oficiar ahora una especie de segunda presentación del que, sin duda, será su modelo estrella durante una buena temporada: la GFX 50S. Es decir, su esperada cámara de formato medio.

Casi todos los datos eran ya conocidos, empezando por el sensor de 43,8 x 32,9 milímetros y 51,4 megapíxeles. De todos modos, el gran misterio que quedaba por resolver era el precio y la disponibilidad, aunque en realidad Fujifilm sólo se ha limitado a confirmar los números ya filtrados hace días.

Así, el cuerpo de la cámara estará disponible el próximo 23 de febrero y costará 7.000 euros. A esa cifra habrá que añadir otros 1.600 euros si se opta por el Fujinon 63 mm f2.8 WR, la óptica más asequible de las anunciadas hoy, entre las que también figuran un zoom Fujinon 32-64 mm f4 WR (2.500 euros) y un 120 mm f4 Macro WR (2.900 euros).

Por tanto, unos precios -sobre todo el cuerpo- por debajo de lo que inicialmente se esperaba ,y que sitúan esta primera GFX en competencia directa con la Pentax 645Z que puede encontrarse por uno 8.000 euros incluyendo la óptica de serie.

Además del cuerpo y estas tres ópticas, el sistema FGX consta por ahora de una unidad de flash, así como diversos accesorios y adaptadores ópticos.

Incluido uno para usar este modelo como un respaldo digital con cámaras de banco óptico y, sobre todo, un adaptador que permite utilizar objetivos con montura H. Según Fujifilm, se trata de acercar a la montura G las ópticas Fujinon HC desarrolladas en su momento para la GX645AF -la Hasselblad H1 pero en versión firmada por Fujifim-, pero evidentemente se trata de un anzuelo lanzado a los actuales usuarios de cámaras Hasselblad que quieran pasarse a la GFX 50S con sus ópticas. El enfoque, eso sí, tendrá que ser manual.

Entre las prestaciones de la cámara, destaca el visor electrónico OLED con una resolución de 3,7 millones de puntos y la pantalla táctil y articulada de 3,2 pulgadas. En la parte superior también cuenta con un pequeño monitor desde donde controlar los ajustes de la toma.

La GFX ofrece una obturación mecánica de hasta 1/4000 de segundo (1/32.000 con obturador electrónico), sensibilidad máxima forzada de 102.400 ISO, grabación de vídeo Full HD y una autonomía de unos 400 disparos. La grabación se realiza en tarjetas SD.

El peso de la cámara junto a la óptica estándar 63 mm f2.8 es de 1.230 gramos según los datos oficiales de la compañía. Aunque notablemente más grande que la Hasselblad X1D, gracias a la eliminación del espejo es mucho más pequeña que la Pentax 645Z, la réflex de formato medio que se perfila como su principal competidora.

7 COMENTARIOS

    • Yo media docena. Pero espera… Si no soy profesional, igual puedo hacer mejores fotos con mi APS-C. Incluso siéndolo como lo soy, también. La verdad es que no me voy a gastar 50.000 euros o más en un «equipazo» ya que al final nadie va a apreciar ese salto de calidad. Venga, que los más afortunados ven la resolución 4K y si decimos en papel… Apaga y vámonos. Otra cosa sería si tuviéramos vista de cernícalo.

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