Fujifilm sigue ampliando su catálogo de cámaras instantáneas y lo hace apostando una vez más por la película de formato cuadrado. La nueva Instax SQ1 abandona la naturaleza híbrida -analógica y digital- de las SQ10 y SQ20, y sigue la estela de la sencilla SQ6.
Como suele ser habitual en los lanzamientos de esta exitosa línea de productos, la SQ1 estrena algunos cambios estéticos respecto a sus predecesores, pero no cuenta con ninguna novedad revolucionaria.
Hereda de la Instax Mini 11 el modo de exposición automática, capaz de ajustar la velocidad de obturación y la potencia del flash en función de la luz disponible. Esto permite obtener imágenes similar a cuando aplicamos un flash de relleno, conservando la luminosidad del fondo.
También cuenta con el modo bautizado como selfie a un toque, que está diseñado específicamente para esta práctica y se combina con el clásico espejito al lado del objetivo para encuadrar y la distancia mínima de enfoque de 30 cm. La novedad es que ahora se puede acceder a este modo simplemente con girar el objetivo.
Un óptica retráctil de 65 mm con luminosidad f12, velocidades de obturación de 1,6 segundo hasta 1/400 de segundo y flash con alcance de 2,2 metros son otras de la prestaciones de la esta nueva Instax.
Junto a la SQ1 también se han presentado dos nuevas variedades de película Instax Square: Rainbow y Monochrome.
La Instax SQ1 estará disponible en tres colores -naranja terracota, azul glaciar y blanco tiza- a mediados de octubre por un precio de rondará los 130 euros.
debería sacar una cámara instantánea controles manuales , en las dos versiones en papel grande y el pequeño.
y si quiere ser mas loca casar una cámara instantánea donde se puedan montar sus objetivos de medio formato