Fujifilm X-H1: la cámara de vídeo de los fujistas

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Hasta hace relativamente poco Fujifilm era, junto con Olympus y Pentax, una de las marcas que aun no se habían puesto en serio con el tema del vídeo. De echo no fue hasta el lanzamiento de la X-T2 que la firma japonesa fue capaz de ofrecer un modo de vídeo decente y digno de tener en consideración.

Pero aunque esta cámara ofrece la posibilidad de capturar secuencias en 4K con una calidad realmente buena, lo cierto es que carece de muchas de las prestaciones orientadas a la grabación que sí ofrecen sus competidoras directas, especialmente los modelos de Sony y Panasonic, las marcas más punteras en el segmento de la cámaras híbridas.

La X-H1 es precisamente eso, un paso más allá en el camino iniciado por la X-T2 y el primer intento serio de Fujifilm de competir en el mercado del vídeo. Y aunque la calidad de imagen aporta pocas sorpresas respecto a su predecesora -comparten el mismo sensor- la X-H1 viene armada con prestaciones nunca vistas anteriormente en el catálogo de la firma.

Vamos a ver, punto por punto, que es lo que aporta el nuevo buque insignia de Fujifilm.

Mejoras respecto a la X-T2

La primera y, posiblemente, la más llamativa es sin duda la inclusión de un estabilizador mecánico de cinco ejes en el cuerpo. Algo que ya ofrecen Panasonic, Sony y Olympus y que Canon solventa con su peculiar estabilizador digital, que da unos resultados bastante decentes. La X-H1 es la primera cámara de la compañía que ofrece esta prestación.

Y aunque pueda parecer un detalle menor -siempre existe la posibilidad de poner la cámara en un trípode o un soporte de hombro-, lo cierto es que este tipo de cámara seduce principalmente a los llamados cineastas «casuales» o de bajo presupuesto, para los que grabar con la cámara en mano sin grandes despliegues de equipo es un prioridad.

El estabilizador funciona muy bien cuando se trata de hacer tomas estáticas, pero su rendimiento deja bastante que desear cuando se realizan panorámicas o cuando la cámara se mueve más de la cuenta, como al grabar andando por ejemplo. La sensación es que estabilizador está optimizado para su uso en fotografía, algo que a priori sería sencillo de corregir mediante una actualización de Firmware.

Como comentábamos en la introducción la X-H1 comparte sensor con la X-T2, por lo que la calidad de imagen es muy similar en ambas cámaras. Un gran nivel de detalle, buen rango dinámico y esos colores de Fuji que tanto nos gustan son sus puntos fuertes. La X-H1 incluye además la posibilidad de grabar en 4K DCI (4096 x 2160 píxeles) y aumenta el flujo máximo de datos hasta 200 Mbps, algo que se deja notar a la hora de corregir el color en postproducción.

Otra gran mejora es que la X-H1 permite por fin grabar con curva logarítmica F-Log directamente en la tarjeta de memoria. Tal y como comentamos en el vídeo la X-T2 solo permitía activarlo para grabar externamente a través de HDMI, al menos así era hasta el hoy mismo, ya que Fuji acaba de lanzar un firmware que corrige esto.

Pero el que sin duda es uno de los puntos fuertes de la cámara es la inclusión del perfil Fuji Eterna, que emula a la clásica emulsión para cine de la firma. Este perfil proporciona una imagen suave, poco contrastada y con unos tonos de piel fantásticos que tanto sirven como punto de partida para correcciones personales de color como de punto final.

Fujifilm se ha hecho famosa en los últimos tiempos por el aire clásico de sus cámaras, llenas de diales para controlar todos los ajustes de la exposición. Esto, que en fotografía es muy interesante, no lo es tanto para la grabación de vídeo, puesto que muchas veces es necesario hacer ajustes en medio de una toma y este tipo de controles no son los más adecuados para ello.

Para compensar esto la H-X1 incorpora un modo de manejo «silencioso» que permite acceder y configurar casi todos los ajustes combinando la pantalla táctil con el joystick y los mandos traseros. No es lo más práctico pero se agradece el detalle. Así mismo celebramos que por fin las opciones de vídeo tengan un menú claro y diferenciado del apartado fotográfico.

También nos ha sorprendido lo útil que resulta la pantalla superior de la cámara, que permite información de un vistazo rápido de cosas tan importantes como, por ejemplo, cuanto tiempo de grabación nos queda en la tarjeta.

Ausencias y cosas por mejorar

Aunque valoramos mucho el esfuerzo que ha hecho Fujifilm para diseñar una herramienta para vídeo como dios manda, la X-H1 aun tiene unas cuantas ausencias que resultan bastante imperdonables. Sobre todo si tenemos en cuenta el precio de la cámara y la competencia feroz que hay en este segmento de los modelos híbridos para foto y vídeo.

La X-T2 tan solo permitía grabar vídeo 4K durante 10 minutos, y la X-H1 tan solo mejor esa cifra en 5 minutos más. Es decir, la cámara sólo puede grabar 4K durante un cuarto de hora seguido mientras otros modelos del precio similar, como la Panasonic Lumix GH5, no tienen ningún tipo de límite. Eso sí, acoplando la empuñadura opcional el tiempo se alarga hasta los más habituales 30 minutos.

Además en 4K solo es posible grabar a 24, 25 y 30 fotogramas por segundo, mientras que sus principales competidoras ya alcanzan los 50 y 60 fps.

La cámara cuenta con conexión minijack para micrófonos externos, pero si además queremos monitorizar el audio con unos auriculares tendremos que volver a echar mano de la empuñadura, que es donde está la salida para cascos.

Así mismo tampoco le pedimos a una cámara fotográfica que tenga las misma opciones que una videocámara profesional, pero la ausencia una vez más de la función Zebra resulta molesta. Esperemos que puedas resolverse con alguna futura actualización de esas que suele realizar la marca periódicamente.

Para finalizar merece la pena detenerse en la pantalla de X-H1, de gran calidad de imagen pero con un sistema de rotación mucho más pensado para fotografía que para vídeo. La pantalla se puede orientar totalmente hacia arriba para tomas bajas, pero prácticamente no puede encararse hacia abajo para toma elevada. Así mismo solo rota ligeramente hacia uno de los dos lados.

Nos cuesta entender porque no todas las marcas utilizan el sistema de Panasonic, sin duda el más adecuado de todos tanto para fotografía como para vídeo.

Dura competencia

¿Es la Fujifilm X-H1 una buena cámara para grabar vídeo? Sin duda, la calidad de imagen es fantástica, la curva F-Log permite realizar ajustes en serio y el perfil Fuji Eterna es un delicia. El problema es que Fujifilm llega algo tarde a este segmento y no ofrece nada en el terreno del vídeo que no tengan otras cámaras.

Así la X-H1 es básicamente un buena alternativa para aquellos usuarios habituales de Fuji que tengan ya un buen elenco de ópticas del sistema y busquen algo más avanzado para vídeo.

Los que busquen su primera cámara para foto y vídeo tienen mejores alternativas en el mercado. La Panasonic Lumix GH5, con un precio similar, permite grabar 4K a 50 y 60 fotogramas por segundo y con compresión 4:2:2, 10 bits de color y flujos de 400 Mbps, y también cuenta con más ajustes y configuraciones para vídeo y mejor estabilizador.

Su única «pega» respecto a X-H1 es que tiene un sensor más pequeño, aunque a la práctica no supone una gran diferencia más allá de un rendimiento ligeramente superior en sensibilidades altas y mayor facilidad para desenfocar los fondos.

1 COMENTARIO

  1. Creo que la firma que ha dado con la «camara de video que hace fotos» es Panasonic con la GH5s. Este modelo tiene un sensor con una resolución propia de las cámaras de cine digital, eso significa que está implementado para esta labor y con ello se consigue sacar el máximo partido al sensor, con celdas más grandes que captan más luz y en consecuencia mayor información, menos calentamiento del dispositivo, debido a su estructura y diseño de fabricación y con todas las ventajas que no da un «sensor fotográfico» de muuuchos pixeles. Que hayan quitado el estabilizador es simplemente por reducir costes, ya que mantenerlo con la posibilidad de desconectarlo si nos molesta, hubiera bastado. La fuji Hx1 es una cámara de fotos, por muchas funciones de video que le pongan, muestra de ello es que debe estar unida al accesorio de doble batería, ya que su consumo sólo permite esos minutos de grabación, por el tamaño del sensor, la resolución y la temperatura que podría llegar a adquirir el dispositivo, que es lo que le pasa a algunos modelos de Sony A7 que con un sensor tan grande -full frame- y gran resolución y una electrónica demasido embutida en poco espacio, no deja holgura para disipadores de calor, o ventiladores específicos. Quizá la que ha roto la baraja ha sido Black Magic con su nueva 4k Pocket cinema camera, si al final hace su cometido, será una opción muy a tener en cuenta, sólo falta ver pruebas tangibles de ella, pero creo que el futuro de grabación en cine digital va por ahí, con equipos asequibles de altas prestaciones para trabajos concretos, que permiten tener tu cámara de fotos para fotografía y la de cine para cine o video y no una «navaja suiza».

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