La Fujifilm X-T3 no sólo fue una de las cámaras más interesantes de 2018 sino que sigue -y tiene bastante recorrido por delante- siendo unas de la opciones más recomendables del escaparate APS-C para quienes busquen un modelo de gama alta a un precio muy competitivo.
De ahí el interés que ha despertado la X-T30, la hermana pequeña de ese modelo que sacrifica algunas de las prestaciones avanzadas del modelo superior pero ofrece la misma calidad de imagen y muchas de sus funciones por unos 500 euros menos.
Precisamente por ese interés -es una del las cámaras por las que más nos preguntáis- nos hemos animado a volver a probar esta cámara tras aquel primer encuentro cuando se presentó.
Además, hemos tenido la oportunidad de convivir durante más de un mes con esta X-T30 usándola como cámara principal en algunos viajes y para algunos trabajos.
Como siempre, en el vídeo podéis verla en acción mientras repasamos lo que más nos convence y los puntos débiles de la cámara, pero vamos a resumir también aquí lo más destacado mientras repasamos algunas de las fotos de muestra hechas durante el vídeo y también en un reciente viaje con ella.
Misma calidad que la X-T3
Con un precio de unos 950 euros el cuerpo -en el momento de escribir este análisis- posiblemente el mejor argumento de la T30 es que por ese dinero ofrece la misma calidad de imagen que la T3.
Los dos modelos comparten CMOS de 26 megapixeles y también sistema de enfoque. Por el camino se queda el sellado del cuerpo, el visor electrónico se conforma con un tamaño mas modesta, la ráfaga se reduce a 8 fotograbas por segundo (20 con obturador electrónico y 30 usando el modo de recorte deportivo) y la posibilidad de mover la pantalla en un segundo eje, además de bascular.
La autonomía es muy similar y mejorable en las dos (menos de 400 disparos según datos oficiales, más de 500 en la vida real) aunque nos gusta comprobar que la T30 mantiene el sistema por carga USB y la posibilidad de seguir disparando mientras se carga.
Lo mejor
Sin duda, la calidad de imagen que la convierte en una de las APS-C mejor posicionadas del momento. Estupendo nivel de detalle, buena gestión de color con los clásicos perfiles de Fujifilm que tanto gustan a la hora de trabajar en JPEG, rango dinámico muy bueno ,y un ruido controlado sin demasiados problemas hasta 12.800 ISO o incluso más allá
El sistema de enfoque también funciona realmente bien. De hecho sobre el papel es tan bueno o incluso mejor que el de la X-T3 que ha tenido que actualizar su firmware para incorporar algunas de las mejoras que su hermana pequeña traía ya de serie.
Pese a ello y tras estas semanas de uso nos da la sensación de que al autofoco le falta la capacidad de reacción vista en la T3. Es decir, una vez que estamos sobre el terreno el seguimiento funciona muy bien, la detección de cara y ojo también (no así con gafas, por cierto) pero en un primer momento da la sensación de que le cuesta más arrancar que a su hermana mayor.
El procesador es también el mismo con lo que, sobre el papel, no hay diferencias técnicas que justifiquen esta aparente y pequeña variación que, en cualquier caso, no resta puntos a un excelente nota en este apartado.
Lo que menos convence
¿El tamaño reducido es un problema o una ventaja? El eterno debate duda cuando hablamos de cámaras bastante pequeñas y ligeras. En el caso de la T30, una maravilla si estamos pensando en viajar y vamos con este cuerpo, una óptica pequeña y poco más encima.
Pero la cosa se complica con objetivos más grandes, que harán recomendable recurrir a la empuñadura opcional de la cámara.
La ergonomía y la escasez de mandos configurares y accesos directos en comparación con la T3 también se ha convertido en uno de los principales problemas durante su uso. Pese a su tamaño y apariencia, la T30 cuenta con muchas opciones avanzadas y pocos mandos para poder gestionarlas de manera cómoda.
Es decir, es una cámara muy potente encerrada en un cuerpo más sencillo, lo que puede acabar resultando un poco desesperante para los usuarios avanzados que se acerquen a ella esperando que lo de mini-T3 se aplique de forma muy literal.
La ausencia de estabilizador en el cuerpo, por supuesto, es una de las grandes carencias de la cámara en comparación con las opciones del mercado. Algo que, estamos seguros, Fujifilm acabará arreglando, aunque cabe suponer que será ya dentro de unos años con la T4 y T40.
Las dudas
¿Se nota el salto respecto a la T20? Sí, y mucho. O tanto como de la T2 a la T3 con mejoras visibles en la calidad de imagen y notables en el enfoque. Lo que nos lleva a otra de las preguntas más repetidas.
¿Y la T2 en vez de esta T30? Salvo que el cuerpo sellado sea muy importante, a por la T30 sin dudarlo. ¿Y si lo que quiero es la mejor calidad de imagen? Los 500 euros que te has ahorrado frente a la T3 úsalos con una óptica en condiciones, como la gama f2 de Fujinon que a esta cámara le sientan genial.
¿Y para vídeo? Tras haberlas probado por separado estamos convencidos de que la Sony A6400 -una de sus principales competidoras- se impone en esta categoría, aunque no estamos tan seguro de que en foto pueda plantarle cara a esta T30.
De todos modos, anotado queda en la lista de tareas pendientes una comparativa entre las dos APS-C sin espejo más famosas del momento para salir de dudas.
Muy buenos Jpeg, aunque con esa clásica dominante azul que no siempre gusta.
En cuanto a la comparativa final entre la Fuji y la Sony habría que pensar el sistema de cada marca.
A veces pensamos en que compramos cámaras, pero quien quiere invertir en varias ópticas y ampliar equipo está comprando un sistema, en este momento a Sony si no compras ópticas que sirvan para fullframe no me parece interesante, al menos hasta que llegue una futura a7000 o como la puedan llamar.
En alguna ocasión habéis dicho que la calidad de imagen de la T2 a la T3 es muy pequeña, entonces como podéis decir que la diferencia de la t20 a la t30 se nota mucho!
Yo notengo dudas sobre qué sustituirá a mi X-T1 en un futuro. Pero si la cambiase ahora, si que dudaría entre la X-T2 o la X-T30. Creo que en calidad de imagen la diferencia no es muy grande, la ventaja fundamental de la T30 es el enfoque continuo y al ojo y el vídeo. En mi caso el vídeo, a día de hoy lo uso poco, y el enfoque tampoco es algo crítico para mi. Así que si hay por ahí alguien con mi misma duda, creo que debería pensar con qué objetivos la va usar y qué tipo de uso le va a dar. La ergonomía con un tele o la durabilidad del cuerpo, puede ser más determinante en ocasiones que dos megapíxeles más o un enfoque continuo más veloz.
Quiero hacer un comentario acerca del objetivo 18-55 f2.8-4 de fuji que se ha utilizado. Lo tengo con la x-T20 y a pesar de la muy buena calidad de imagen hay un aspecto que me desagrada. La apertura se cambia en un anillo en el objetivo muy cerca del anillo de zoom. Entonces es muy fácil cambiar sin querer la apertura al hacer zoom. Esto sucede a menudo especialmente si son temas con alguna acción, lo que obliga a estar muy atento a este aspecto.
¿Qué opinión tienen sobre este tema?
Pues con todos los respetos y desde mi amateurismo las fotografías me parecen francamente de escasa calidad.
Lo siento,
A veces a los de photolari se vienen arriba con el nuevo “cacharreo”. Las diferencias de calidad de imagen entre la T2 y T3 no son la mayor diferencia. Al menos eso era lo que decían en los primeros vídeos que presentaron la T3.
En tiempos de duda y recesión del sistema micro 4/3, esta Fuji X-T30 se postula como una opción más que seria para quienes pretenden conservar los conceptos clásicos del micro: tamaño, peso y precio ajustados, sin pérdida de calidad. El único inconveniente que tiene el sistema Fuji X sobre el micro es la carencia de focales largas compactas; las que dispone el catálogo Fuji X no son las más adecuadas para una cámara tan pequeña como esta X-T30. No se le pueden pedir peras al olmo. Resulta una tremenda obviedad que se achaque a esta camarita su falta de comodidad en el agarre. ¿Desde cuándo una cámara con su compacidad lo ha tenido? Así que es muy evidente que es una cámara ideal para las magníficas ópticas compactas de Fuji X. Personalmente he suplido esa carencia de aptitud para focales largas con un manual de privilegio: el Voigtlander APO LANTHAR 75 mm. 2.5 que, con montura Leica M39 que requiere de un adaptador realmente pequeño y ligero con el que adquiere una compacidad y ligereza soberbias. Pero también hay la opción de otro Voigtlander: el APO LANTHAR 90 mm 3.5, para una focal equivalente de 135 mm.
En definitiva, creo que esta X-T30 es la alternativa más natural para quienes desean continuar con las opciones de compacidad y ligereza que les ha brindado, hasta ahora, el micro 4/3.
Por cierto, un último comentario: no estoy de acuerdo EN ABSOLUTO con la minusvaloración que se hace en el vídeo del kitero 15-45 mm., muy adecuado para esta cámara. Es un objetivo tremendamente digno, muy superior en resultados a muchos kiteros, tanto del sistema réflex como de mirrorless. Sin ir más lejos, es escandalosamente superior al culo de vaso 16-50 mm. de Sony, o a otros como los Zuiko 14-42 mm. EZ o 12-50 mm. o el zoom kitero equivalente de las Canon EOS M. El Fujinon 15-45 mm. es equiparable, en cuanto a calidad de resultados, a los mejores kiteros de Panasonic Lumix, lo cual no está nada mal.