Los crowfunding los carga el diablo. Al menos eso pensarán quienes aportaron su granito de arena al proyecto Galaxy Hyper Speed y años después siguen esperando unos productos que muy posiblemente nunca llegarán.

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Aunque confesamos que es la primera vez que oímos hablar de Galaxy Papers y sus proyectos de fotografía química, la historia que cuentan en The Phoblographer no tiene desperdicio: el entusiasmo inicial de muchos fotógrafos que siguen disparando película ante el proyecto, los miles de euros recaudados en diferentes rondas de financiación y la posterior desaparición. Con el dinero, claro.

La historia se remonta a 2015 cuando a estos emprendedores fotográficos se les ocurrió recuperar un soporte que Kodak había abandonado hacía décadas: el papel de positivo directo.

Por resumirlo mucho, se trata de un soporte similar al papel fotografíco en el que se obtiene directamente la copia en positivo -sí, de ahí el nombre- en lugar del negativo. Se trata de un sistema muy utilizado por ejemplo para fotografía estenopeica.

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Tras desarrollarlo en formato de placas de 20×24 pulgadas, la gran novedad fue miniaturizarlos para su uso en rollos de 120. Además, a diferencia de otros soportes similares la clave de este proyecto era desarrollar una película con una sensibilidad de 120 ISO, mucho más rápida que otros soportes parecidos.

De ahí que, como presumían sus creadores, fuera posible plantearse realizar fotografía de acción y congelar el movimiento usando este soporte, algo impensable hasta ahora con esta técnica directa donde lo habitual es disponer de sensibilidades muy por debajo de los 10 ISO y tener que disparar con exposiciones muy largas.

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Todo sonaba estupendo, varios medios del sector se hicieron eco del proyecto y tras la buena acogida de las placas de gran formato en 2016 se animaron con los rollos de 120 y también con placas de cristal.

En total casi 70.000 dólares recaudados -calculan desde The Problographer– en estos proyectos, aunque sólo el primero de ellos llegó a convertirse en un producto real. En otoño de 2017 la pista de los creadores de Galaxy Papers se pierde y, por lo visto, hasta hoy.

¿Problemas con la producción? Visto que ni siquiera llegaron a entregar a muchos de los compradores un bonito cuaderno donde anotar los datos de las tomas y las sesiones (y que costaba más de 30 dólares), no parece que esa explicación sea muy válida.

Así que quienes piensen que les tomaron el pelo con la Yashica Y35 y sus carretes digitales, al menos ya saben que, en comparación, lo suyo no acabó tan mal.

4 COMENTARIOS

  1. Comentar lo del crownfounding de LAB-BOX que han tardado 2 años y faltaban piezas que prometieron (una la cambiaron porque la calidad era mala y la otra mal diseñada). Y ahora hace unas semanas, si quieres la pieza que: Mide la temperatura, los tiempos de líquidos , etc. Hay que pagar un plus de 25 euros y lo mejor iba incluida en el crownfounding.Consiguieron más de 300000 euros. El tema es que se equivocaron: los moldes, los chinos, el diseño inicial y el Covid. Vamos a sacarles más dinero a la gente que como el producto no es caro de por si. Han timado a la gente y ahora ha sacar más dinero…

  2. Una pena. Espero que nadie hubiese tenido que hacer un desembolso importante.

    En otro orden de cosas, mis felicitaciones al autor del artículo: siempre es un placer leer «fotografía química» para referirse a la fotografía química. Antes de que existiesen las cámaras digitales, ¿alguien había oído la expresión «fotografía analógica»?.

    • Lo mismo. Y es más ¿analógica?, si ya mi OM-10 calculaba la luz, exposisión y llevaba una pila! de analógica nada (ni hablemos de los sistemas de enfoque), analógicas se les podría decir a las cámaras de placa que sacan fotos en los parques o la estenopeica y solo si no queremos decir «quimica» que es la definición correcta.

  3. Crownfounding es un anglicismo que en España también se podría «traducir» por «tocomocho», el timo del tocomocho es un hecho en la picaresca española y parece que en otras latitudes lo aplican de igual modo a través de la red. Donaciones de todo tipo han servido para ayudar a mucha gente y también para empezar proyectos que terminaron más o menos en buen puerto. En este caso llovía sobre mojado, si empresas solventes que bien podrían haber comercializado productos químicos en blanco y negro así como emulsiones de todo tipo han dejado de hacerlo y han vendido patentes a diestro y siniestro, ¿realmente pensaban que no iban a coger el dinero y correr?. Ya pasó también con algunas ópticas, creo que de Meyer-Gorlitz que intentaron resucitar y al final ni seguía los parámetros de la legendaria firma ni en nada se le parecía.

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