
Durante estas semanas las imágenes del Mundial llenan las portadas de los periódicos. ¿Pero cómo es el trabajo que hay detrás? Más allá de las grandes agencias de prensa y su espectacular despliegue, hay fotógrafos freelance que también intentan hacerse un hueco en uno de los eventos deportivos más importantes del mundo.
Para conocerlo por dentro y siguiendo con nuestra serie de entrevistas a embajadores de Sony, desde Rusia Jose Luis Pérez nos cuenta el día a día de un reportero cubriendo el Mundial de fútbol, los problemas con los que se encuentra, el equipo con el que trabaja y todas esas anécdotas que salpican un trabajo mucho más duro de lo que igual imaginamos.
¿Cómo es cubrir un mundial de fútbol como fotógrafo freelance?
Complejo. Primero necesitas conseguir uno de los códigos que proporciona la Real Federación Española de Fútbol para poder optar al proceso de solicitud de acreditaciones. No hay muchos disponibles, así que tienes que ser de un gran medio, ser un gran fotógrafo o como en mi caso, tener un curricuum que aporte una trayectoria suficiente para poder ser uno de los elegidos.
Una vez que la FIFA aprueba tu solicitud viene lo divertido. Es una alegría enorme para mí tener la oportunidad de trabajar en un evento así. Tengo la suerte de que este es mi segundo mundial y eso también ha hecho que todo sea más fácil a la hora de organizarlo, pero aun así no te quitas quebraderos de cabeza como buscar alojamientos, desplazamientos al país organizador, hacer la ruta dentro del país para que cuadre con el mayor número de partidos sin tener que desplazarte mucho.

Y luego está la parte de contactos. Empezar a moverte entre medios y agencias y presentar tu candidatura para que cuenten contigo. Eso sí que no es fácil.
Luego, una vez aquí empieza la aventura real: madrugar, desplazarte, pasarte horas y horas en el estadio antes y después del partido, acudir a entrenamientos, ruedas de prensa…

Es un trabajo casi de 24 horas. Las noticias no paran de surgir y yo tengo que rebañar todo lo que pueda. Solo puedo ofrecer un punto de vista a determinadas agencias o medios y tiene que ser lo más completo posible.
Un día de partido, ¿cuál es la dinámica habitual de trabajo?
No sé cómo lo hacen los demás, trabajo solo y me muevo solo. Lo primero que hago es documentarme sobre qué voy a cubrir cada día. Quién juega, jugador estrella, datos estadísticos, qué pasa si ganan, si pierden, cómo llegan históricamente a este mundial…
Todos esos datos me hacen valorar lo que importa y lo que puede pasar en ese partido y así te puedes adelantar a ciertos acontecimientos, a ciertas reacciones del público.
Una vez que llegas al estadio, tienes que identificarte y te asignan un grupo que da prioridad a la hora de escoger asiento en el terreno de juego Eso lo asigna la F.I.F.A. y va en función de lo importante que sea tu medio o tú mismo. Hay ciertos sitios ya reservados a las grandes agencias y esos no se pueden escoger.

Una vez que tienes tu sitio en el campo, lo que hago es salir a hacer alguna foto de ambiente. Eso suele ser dos o tres horas antes del partido, así que da tiempo para ir viendo como se calientan las aficiones y como se va llenando el campo, Es un momento divertido, la gente posa para ti, animan a su equipo, yo lo disfruto mucho.
Luego comienza el partido, y ahí todo es frenético. Las fotos de los equipos posando son bastante complicadas a veces, algún codazo vuela para defender tu lugar, algún empujón. Pero todos sabemos que eso es así y una vez que posan los jugadores para nosotros corremos cada uno a nuestro asiento y todo se olvida.

Durante el juego envías alguna foto cuando hay algún parón, algún jugador que tiene que ser sustituido o atendido, o este año con el famoso VAR. Eso nos da unos minutos para seleccionar instantáneas del partido que sean importantes y mandarlas
Al descanso, lo mismo: seleccionas, mandas y cuando te das cuenta vuelven a estar los jugadores en el césped y vuelta a hacer fotos.
¿Es económicamente rentable hacer la cobertura de un evento de este tipo por libre?
Esa es la gran pregunta. Este año he hablado con muchos compañeros que están aquí en Rusia y casi todos dicen lo mismo: no es viable. Tienes que adelantar todos los gastos de desplazamiento, dietas, alojamiento y eso cada vez cuesta más.


Los que no vamos para un medio concreto o no somos de la élite lo tenemos cada vez más difícil. Y lo entiendo. Una gran agencia tiene unos cuantos fotógrafos distribuidos por todo el estadio, ofreciendo varios puntos de vista de la misma jugada o centrándose en algo en concreto y ofreciendo paquetes por toda la información.
Nosotros, los freelance que no trabajamos para grandes agencias tenemos muy difícil competir contra la calidad de material que ellos ofrecen. Así está el mercado.
Conocí algún fotógrafo argentino que me dijo que él había vendido su coche para venir aquí. Yo mismo tuve que pedir un préstamo. Sé que ahora mismo no lo voy a poder amortizar con lo que gane y venda durante el mundial, pero sé que a la larga sí que será rentable esta cobertura porque me abrirá otras puertas, como me pasó durante Brasil 2014.
¿Cuántas fotos disparas y cuántas luego editas y publicas o envías a agencias?
Yo no soy de gatillo fácil, si bien ahora, con la Sony A9 mi tasa de disparo ha crecido bastante ya que permite 20 fotos por segundo y en algunas jugadas hay que aprovecharlos. Entre ambiente, partido y celebración, paso de las mil fotos. Envío unas 40-50 fotos a diversas agencias.
Seguro que tienes decenas de anécdotas de los partidos que ya has cubierto estos días. ¿O es todo bastante más aburrido y previsible de lo que puede parecer desde fuera?
Todo va muy rápido, claro, pero da tiempo a muchas cosas. Una de las grandes experiencias de este mundial la tuve viajando en el transporte gratuito que ha puesto la FIFA para moverse entre sedes. Hice un viaje entre Moscú y San Petersburgo en un tren cama. Once horas de viaje.

Pues bien, las cuatro primeras horas las pasamos como nueve periodistas metidos en un compartimento viendo el partido de Argentina contra Croacia en la pantalla de un móvil, gritando, debatiendo, haciendo crónicas del partido, y luego haciéndonos entrevistas a nosotros mismos porque no teníamos a los aficionados a mano. Éramos de seis nacionalidades diferentes, muy enriquecedor ese debate sobre fútbol, mundial y costumbres.
Otra experiencia fue la vivida en el Media Centerdel estadio del Spartak donde jugaban Brasil y Nigeria. Horas antes, cientos de periodistas rodeábamos las pantallas de la sala donde trabajábamos vibrando con el partido entre Alemania y Corea del Sur, que supuso la eliminación de los germanos. Todos gritaban cada jugada. Fue emocionante.
¿Te atreves con cualquier deporte o tienes alguno que prefieras fotografiar?
Me atrevo con todo, sí. Me encanta fotografiar fútbol, tenis y baloncesto. Durante los Juegos Olímpicos de Río, que los cubrí con cámaras sin espejo también, tuve un máster en deportes de todo tipo: waterpolo, judo, esgrima, atletismo, gimnasia rítmica, natación… Y a veces todos el mismo día. Fue una pasada. Así que para un loco del deporte y de la fotografía creo que acerté con mi vocación.
Si falla algo del equipo durante un partido, ¿cuál es el plan B?
Intento llevar dos cuerpos y dos lentes, al menos para no quedarme sin fotos. Lo malo, solo llevo un portátil y una vez sí me falló. Eso sí que puede arruinarte un trabajo. Mi plan B para ese día, como trabajaba cerca de casa fue cubrir solo la primera parte del partido y al descanso salir corriendo y enviar todo el material que tenía antes de finalizar el partido. También la experiencia ahora te hace ser más previsor y llevar un poco de todo, por si acaso.

¿Con qué equipo estás trabajando ahora mismo? ¿Cuáles son las ópticas-focales que no pueden faltarle a un fotógrafo deportivo?
En este mundial estoy con la Sony A9. La probé durante el año en algún partido de fútbol de la Liga y en la Final de Copa del Rey y supe que era la cámara perfecta para deportes. Me da todo lo que necesito. Llevo colaborando con Sony desde los Juegos Olímpicos de Río 2016 y la evolución que han tenido en tema de deportes ha sido genial.
Esta A9 fue un auténtico puñetazo en la mesa. Su sistema de seguimiento y sus 20 fps sin blackout han convencido ya a muchos fotógrafos deportivos. Durante el mundial he tenido la ocasión de conocer a varios fotógrafos que ya la tenían y que trabajaban con ella también.

Algunos compañeros me comentaban que el gran cambio será cuando Sony tenga un sistema de préstamos en los grandes eventos igual que tienen otras marcas. No nos vamos a engañar, es muy cómodo llegar a un mostrador y decir que quieres tal cámara con la focal más larga. Ahí, se verá cuando puedas elegir entre tres marcas y no entre dos como hasta ahora…
Yo estoy trabajando en este mundial a nivel del terreno de juego con el 100-400 milímetros de Sony. Y para las fotos de ambiente fuera del estadio uso un 24-70.
¿Realmente esas 20 fotos por segundo tienen utilidad real sobre el terreno más allá de ser una cifra espectacular?
Es una ametralladora, ¿verdad? A ver, lo importante es tener la herramienta y saber utilizarla. Si vas a disparar a 20 fps todo el partido tendrías que usar todas las tarjetas de memoria de todos los fotógrafos del mundial…

Ahora en serio, sí tiene una utilidad real. Hay jugadas que requieren usar esa opción para no perder detalle. Hay deportes veloces, tenis, por ejemplo, donde también es vital y os aseguro que da vértigo cuando lo ves en pleno funcionamiento.
Yo la configuro especialmente para algún salto, algún tiro a portería de falta o penalti. Se agradece tener la secuencia y poder elegir.
Fuiste de los primeros que se atrevió a cubrir eventos deportivos con cámaras sin es espejo hace unos años. ¿Qué te animó a dar el salto cuando todavía muchos no lo veían nada claro?
Había que apostar por una tecnología que pudiera tener más desarrollo que una pieza física. Todos sabíamos que llegaría un punto donde el obturador mecánico no podría avanzar más y sin embargo el electrónico sí. Y ese momento llegó con la A9 y su apuesta por la fotografía profesional de deportes.

Ha sido un salto de calidad tremendo y ha abierto un mundo nuevo en el sistema de la fotografía deportiva que tan pocas novedades presentaba últimamente. Me alegra que allá por 2016 yo contribuyera de algún modo a visibilizar un poco más el sistema sin espejo y a hacer que algunos fotógrafos también dieran el paso de empezar a apostar por esta tecnología que tantas alegrías nos da y nos va a dar.
¿Qué evolución has notado en los últimos años en la cámara, ópticas, accesorios…?
Estoy notando una apuesta muy grande por este sistema. Es que antes decíamos que era el futuro pero ya es el presente. Sony acaba de apostar aún más por el fotógrafo de deportes y naturaleza con su nuevo 400mm 2.8.
Aquí hay otro compañero que trabaja con la Sony A9 y el 300mm 2.8 y como segundo cuerpo una A7RIII con el 24-70mm 2.8. Nos ha puesto sobre la mesa las herramientas de trabajo perfectas para cubrir con garantías un mundial que es el mayor evento deportivo del mundo. ¡Imagina cómo llegaremos a los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020!

¿Sigues siendo el bicho raro en las tribunas de fotógrafos deportivos o cada vez más gente utiliza equipos de Sony?
Pues me da “rabia” reconocerlo pero ya no soy nada especial. Ya nadie me mira raro cuando saco una Sony de la mochila. La otra noche, en el Argentina contra Nigeria en San Petersburgo conocí a un compañero de México y otro de Malasia que también estaban cubriendo el mundial con varias A9. Incluso nos sacamos una foto juntos.
Esta entrevista es parte de una campaña de Sony
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