10 días y 10 fotos. Como proyecto puede sonar bonito, pero en realidad esa cifra se queda muy corta para conocer y describir un lugar tan fascinante como Hong Kong. Así que por descontado, estas 10 fotos elegidas entre centenares de ellas no pretenden ser nada más que una postal más de esta fascinante ciudad china.
Y es que a la vuelta de un viaje toca la peor parte. La peor después de tener que volver, se entiende. Editar todas esas fotos que hemos hecho «por asegurar» y que es muy posible que acaban en una carpeta en algún disco duro a la espera de que un día nos pongamos con ello. Que nos pondremos, pero claro como todavía están pendientes la de verano de 2012… Lo típico.
Porque por mucho que nos propusiéramos hacer una primera limpieza en la pantalla de la cámara cada noche al llegar al hotel al final ya se sabe que la pereza, el sueño o la inseguridad -y si en la pantalla se ve mal pero luego es la foto del siglo… normalmente es al revés, y lo sabes- acabamos volviendo con 1.000 fotos de las que, en el mejor de los casos, salvaremos 20. Que tampoco está nada mal.
¿Las típicas excusas ante la pereza de dedicarle a la edición las horas que merece? Sin duda, así que como me quemaban en la tarjeta de memoria y soy experto en formatear antes de tiempo, se me ha ocurrido recopilar las utilizadas para la prueba de la Sony A7R II para esta pequeña selección.
Y, oye, ha salido una imagen bastante general de Hong Kong, con sus rascacielos, su hormigón pero también con rincones espectaculares en las islas menos conocidas. Al menos de ese Hong Kong que he tenido tiempo de ver durante 10 días y que, posiblemente, sólo sea una pequeña parte de la ciudad y su gente. ¿Una excusa para volver? Efectivamente.
Es una pena que el motor de imagen del blog no esté a la altura.