«La cámara es como un ser humano, no acaricias de la misma forma a una persona que a otra» Entrevista a Isabel Muñoz

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¿Influye el equipo y el soporte en el tipo de fotografía que se hace y en el resultado final? Una pregunta muy habitual en Photolari pero que esta vez hemos querido trasladarla a una fotógrafa aparentemente apartada de la faceta más tecnológica del sector y con un discurso y una trayectoria entre el arte y el documentalismo: Isabel Muñoz.

La Premio Nacional de Fotografía 2016 y una de las autoras más reconocidas de los últimos años forma parte del proyecto «Esta es mi verdad» de Epson, compañía con la que colabora y cuyas impresoras utiliza, como nos cuenta, para muchos de sus últimos trabajos.

Hace unos días visito el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya así que hasta allí nos fuimos para charlar un rato con ella sobre su obra, la situación de la fotografía pero también sobre equipos, soportes, película y megapíxeles.

Y es que Muñoz nos confiesa tener una gran vicio con las cámaras, desde su primera Instamatic de Kodak hasta los equipos digitales y de película con los que trabaja a día de hoy, dependiendo del proyecto. ¿Elegir una? Complicado -explica- porque cada trabajo, cada cámara y cada soporte son diferentes.

Fotógrafa extremadamente perfeccionista que desde el documentalismo se asoma al arte -y viceversa- siempre es un placer a escuchar a Isabel Muñoz y aprender con lo que cuenta.

18 COMENTARIOS

      • La cámara es inerte, por sí sola es muda, necesita de un funcionario que opere y ponga en obra el sistema de representación: el simulacro (la copia siempre impura de ese modelo esquivo que es la realidad). La fotografía no es ningún pincel con el que la naturaleza se representa a sí misma porque toda representación supone irremediablemente una mácula, y la naturaleza jamás se traiciona a sí misma. De eso se encarga el fotógrafo.

        Sin operador la cámara no transmite nada, y por supuesto no es reflejo de una realidad a priori (objetiva) que es pura entelequia. Así, este operador siempre imprime en la representación sus propios intereses, su propia visión no-objetiva (subjetiva) de la realidad, sus propios condicionamientos históricos, estéticos y conceptuales; en definitiva: su propio código.

        Una visión «natural» no mediada e intuitiva le está vedada al que contempla la naturaleza y la cámara no soluciona el problema sino que lo agrava. La cámara siempre refleja la mirada distorsionada del operador; y a esa visión se añade la contaminación que el receptor imprime a posteriori.

        La intuición pura de la realidad está prohibida incluso al observador más imparcial que se enfrenta a ella falsamente «liberado» de prejuicios; incluido el científico (Feyerabend). Si el percepto siempre está contaminado de ideología, el archivo añade ruido a un proceso tecnológico basado en un lenguaje numérico cuya relación con el referente ya no es analógica (de semejanza) sino digital (abstracta).

        Por muy bien intencionada que sea la voluntad del fotógrafo, la cámara siempre miente. SIEMPRE!

        • Vaya «rollo» para comentar algo que se ve que no has entendido. Escucha en la entrevista en que contexto comenta esta frase. Habla de establecer confianza con quien estas fotografiando. O dicho de otra manera, si no hay confianza, en su expresion y mirada se notará, si la hay, veras en su mirada esa confianza/franqueza, porque «la camara no miente». Las demás filosofadas si las quieres comentar genial, pero no creo que vengan al caso.

          Saludos

          • Nunca miente más una cámara que cuando transmite la «confianza» entre operario y elemento fotografiado, cuando pareciera que entre uno y otro se establece un vínculo místico de fraternidad que los hace desaparecer (que destruye el antagonismo universal entre sujeto/objeto) para fundirse ambos en una especie de unión metafísica. En general los sentimientos humanos son poco confiables por ser fruto de la debilidad y el interés, así que siempre son fingidos. De manera que nunca traiciona más una cámara que cuando transmite cualquier tipo de «confianza».

            Mi comentario, que parece que te resulta tan incómodo, se dirige a refutar un dogma que esta Señora explicita con todo desparpajo más allá de todo contexto. Pero tenías formas más elegantes de decir que no has entendido una sola palabra de lo que he dicho, por ejemplo: callándote.

  1. Querido Asclepio Reloaded, no me voy a callar porque tu lo digas, de hecho como pides que me calle, no lo voy a hacer 😀

    Me podria interesar lo que dices, en el fondo entiendo a lo que quieres llegar, pero poniendo cosas como… «los sentimientos humanos son poco confiables por ser fruto de la debilidad y el interés, así que siempre son fingidos». Si tu punto de vista es que los sentimientos humanos son fruto de la debilidad y el interés, no hay nada mas que decir, mas que cierta tristeza si esa es tu experiencia, pero como no te conozco, pues tampoco llega mas allá.

    Escribes aparentemente bien, pero no por eso tienes razón, así que menos dogmatismo que la verdad obsoluta no existe, y si existe, seguro que no la tenemos ni tú ni yo. Yo al menos te digo sin tapujos, yo no tengo razón, pero, sabes qué, tu tampoco!. Habrá que vivir con ello…

    Venga, a disfrutar la vida y hacer mucha fotografía, aunque solo muestren «debillidad e interés»

    Saludos

    • En lo que a ti respecta, puesto que te manifiestas incapaz de refutarla, mi verdad sí es absoluta. Pero no confundas eso con dogmatismo; dogmatismo en todo caso el de esta Señora que a estas alturas de la película se permite la petulancia de hablarnos de la «Verdad» (la suya o la de su cámara) sin ponerla entre comillas.

      Verdad y sentimentalismo zafio que no flaquean a la hora de promocionar su misión como embajadora de una multinacional de impresoras. Ésa es la única verdad indubitable que se desprende del discurso de esta Señora. Todo lo demás es relativo, incluida la fama inmerecida de la que goza. Ya quisiera haberse acercado a lo que ha hecho una García Rodero, un García-Alix, etc…

      Al final sí has tenido la elegancia de solucionar nuestro pequeño conflicto doméstico de la mejor manera posible: declarándote incompetente dialécticamente y por tanto dándome la razón a mí; lo que no deja de ser un modo muy sui generis de callarse.

  2. Tener la posibilidad de entrevistar a una gran fotógrafa como Isabel y preguntar por cámaras, y demás chorradas técnicas me parece un gran error. Creo, en mi humilde opinión, que se podía haber sacado más chica. Hablar sobre proyectos. Como los prepara, financia. Como les da salida y un largo etc interminable que solo personas de su nivel podrían contarnos. Pero bueno, le habéis preguntado sobre si hace fotos con el móvil, por sus cámaras, que si las fotos en la pantalla…. En fin, desaprovechada una oportunidad de llegar a más.

    • No creas que se despistan tanto. De casi media hora de cháchara van y eligen la frase precisa que más se ajusta a sus intereses; el encabezado perfecto: la cámara es como una persona, y como cada persona es un mundo, diferente e irreductible entre sí, cuántas más cámaras tengas más experiencias afectivas distintas (en forma de caricia) tendrás. Mensaje subliminal de primero de Marketing: ideal para un blog de cacharreo como éste.

    • Totalmente deacuerdo. Ademas hace tiempo que sigo a Isabel y sus fotografías me parecen muy buenas, pero como tu dices se ha perdido la oportunidad de preguntar cosas mas interesantes. Ademas no entiendo porque nombra tanto a la Fuji (o cualquier marca) parece que solamente use esa marca para hacer todas sus fotos, cuando su carrera la ha labrado con otras marcas, otros formatos y usando su labia, creatividad, etc.

      En fin no quería comentar e¡nada y al final, mira…

    • Coincido con estas intervenciones, pero no nos podemos caer del guindo a estas alturas. El target de este blog es gente que se pasa la existencia pensando cuál es la próxima cámara que se va a comprar, y en tratar de adivinar cuál va a ser el próximo gadget que implimentará la marca de la competencia, y en eso cifran su vida fotográfica.

      Y para eso esta web cumple lo que promete, y no se puede esperar que su contenido sea estrictamente fotográfico. No se le pueden pedir peras al olmo. Los que llevan este blog se nota a la legua que no han sido, no son fotógrafos y nunca serán fotógrafos.

      Somos muchos los que hubiéramos deseado otro tipo de entrevista a Isabel Muñoz pero eso sería tanto como pedir a un futbolista que le hiciera una entrevista a un neurocirujano.

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