Más allá de las elecciones y la trepidante actualidad política de los últimos días, dentro de pocas semanas España afrontará la Presidencia de turno de la Unión europea. Durante este tiempo se realizarán actos por toda la geografía española y, por supuesto, todo el mundo quiere tener su foto del momento.
Y no me refiero a los medios de comunicación, que también, sino a las propias instituciones y, no nos engañemos, todos aquellos cargos públicos que gustan de tener sus redes sociales bien surtidas de fotos donde gente con traje da la mano a más gente con traje. Y aquí es donde entran los fotógrafos, esos fotógrafos que trabajan para… Un momento ¿Quién se encargará de realizar las fotos institucionales?
El fotógrafo de la Moncloa no, que bastante tiene con lo suyo. Los fotógrafos de los diferentes ministerios tampoco porque, evidentemente, están con los ministros, y la Unión Europea no tiene una plantilla de fotógrafos itinerantes que se pongan a las órdenes del presidente de turno cada seis meses.
¿Entonces, cómo lo hacen? No somos el conocido programa de televisión que te explica cómo se fabrican las barritas energéticas pero vamos a intentar arrojar algo de luz sobre este tema.
Servicios externos
Aunque muchas instituciones públicas, como los Ministerios tienen sus propios fotógrafos, no todas los tienen. Para más de uno será una sorpresa, pero entidades tan importantes como el Congreso de los Diputados o el Senado, por ejemplo, no cuentan con un fotógrafo que sea funcionario de la cámara, sino que recurre a una empresa externa que le provee de esos servicios.
Pero incluso las administraciones públicas que cuentan con funcionarios o personal laboral dedicados a la fotografía institucional recurren a veces a servicios externos cuando las necesidades exceden la capacidad operativa de su propio personal.
Así, por ejemplo, es normal que un Ministerio recurra a servicios especiales de fotografía aérea o submarina cuando lo requiere de la misma forma que puede recurrir a un refuerzo de personal cuando la carga de trabajo va a ser puntualmente elevada, caso de la Presidencia de turno de la Unión Europea.
Aunque en este país somos muy de chiringuitos y apaños turbios, lo cierto es que existe la plataforma de contratación del sector público, una página web donde las administraciones pagadas por todos publican sus peticiones para la realización de una obra o servicio de forma que cualquier persona pueda optar, si cumple los requisitos, al puesto.
En este portal se contrata de todo, desde los saleros que van a necesitar para la cafetería de un nuevo cuartel hasta, en efecto, los servicios fotográficos necesarios para la Presidencia de la UE.
Cuatro fotógrafos y un editor
No os aburriremos con el tedioso proceso de buscar una licitación, así que vayamos directamente al grano y veamos qué ha pedido el Gobierno para este menester. Alerta de espoiler: si pensáis en presentaros ya podéis iros olvidando porque el concurso se falló hace algunas semanas y lo ganó la Agencia EFE.
Lo primero que se explica en el pliego de contratación es lo que vas a tener que hacer, para que luego nadie se lleve a engaño. En este caso, en resumen, te dicen que el marco son las reuniones y eventos de la Presidencia Española de la UE (PEUE) y que lo que toca hacer son: las fotos, editarlas, enviarlas a donde se te diga y guardarlo todo a buen recaudo hasta 2025.

Y luego entra en detalles tales como: llegadas de los Jefes de Estado y de Gobierno, saludos, fotos de familia, mudos, ruedas de prensa, etc. Básicamente lo que hace cualquier fotógrafo oficial en cualquier evento.
Respecto a los medios humanos y materiales, aquí viene la miga porque como seguro estaréis imaginando, ser fotógrafos oficiales de uno de los eventos políticos más importantes de la legislatura requiere dejar margen cero a los imprevistos.
Así, el pliego de condiciones pide cuatro fotógrafos y un editor para los actos principales y dos más uno para otros actos. Todos los fotógrafos deben hablar castellano e inglés y tener experiencia en la cobertura de grandes eventos institucionales de al menos tres años.
Como dato de interés, los cuatro fotógrafos tendrán que hacer frente a cerca de 1400 horas de trabajo dividas en 55 jornadas efectivas, lo cual sale aproximadamente a seis horas de trabajo por jornada, descartando viajes.
Cámara, objetivos y tarjetas
La parte material, que seguro la estabais esperando, es bastante golosa. Y hay que reconocer que son bastante claros al tiempo que flexibles. Piden dos cuerpos de cámara para cada uno de los fotógrafos que se destinen al servicio. Además, cada uno de esos cuerpos montarán las ópticas correspondientes: una 24-70 f2,8 y otra 70-200 F2,8.
También se pide flash para cada uno de los dos cuerpos, cuatro tarjetas de memoria por cámara y un lector para esas tarjetas, un sistema de envío wifi de las imágenes para cada cuerpo, así como un ordenador portátil o una tableta con el correspondiente software para la edición de las imágenes.
Aún hay más: teleobjetivo superior a 200 mm cuando así lo requiera el espacio físico del evento y así se solicite, angular inferior a 24 mm con las mismas condiciones. Por cierto, «todo el material tendrá que tener, como máximo, una antigüedad de ocho años». Está claro que quien hizo la lista de la compra sabía de qué hablaba.
En esencia no hay mucho más. Vistos los requisitos las empresas solicitantes presentan un pequeño informe detallando el material del que disponen, su metodología de trabajo y los currículos de los seleccionados. Además, la empresa ofrece por sus servicios un precio que en ningún caso puede ser superior al máximo especificado por el contratante.
Luego, dependiendo de la licitación, un tribunal o bien asigna una puntuación a cada atributo a examinar (calidad de los materiales técnicos, experiencia del personal, oferta económica, etc.) o bien toma una decisión en base al conjunto, aunque ya os aviso que no es raro que la oferta ganadora sea la más barata.
En este caso, el valor máximo que dispuso el Ministerio de la Presidencia, qué fue el organismo contratante, ascendió a poco más de 340.000 euros. La adjudicación se realizó por un valor de poco más de 274.000 euros.
Edu, compañero, cómo ves el 23J, está todo perdido o todavía hay esperanzas?
Salud.
A muerte, siempre a muerte…
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Qué bien le sienta el pañuelico palestino !
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Parece (55 jornadas de seis horas) que se puede combinar con otros trabajos.
Mirandolo así, no parece una mala oferta. Bien al contrario, sobretodo si tenemos en cuenta que quien se presente (agencia o freelance) seguro dispone del material solicitado o casi.
Y lo corrobora que se haya presentado (y ganado) una agencia que además de cubrir estos eventos, espera sacar un beneficio por su trabajo.
No sé, así lo veo yo como aficionado a la fotografia e informatico asalariado con un sueldo modesto.
¿Que opinas tu Edu? (Detallas muy bien la oferta pero no pareces dar tu opinión. Tal vez no combiene por trabajar en el ramo..)
En cualquier caso, gracias por la explicación. (Siempre es interessante ver como se mueve la gente en otros oficios)
Un saludo.