Aunque la figura del fotógrafo es la clave cuando se habla de la calidad gráfica de un medio de comunicación, hay otro papel normalmente menos conocido pero muy relevante: los editores gráficos. Son ellos los que deciden qué fotos ilustran las noticias, su tamaño, la posición en página e incluso el formato con el que aparecen.

Una figura clave en la creciente importancia de la fotografía en la prensa en papel española desde la década de los 80 pero que parece estar en peligro de extinción. Al menos en La Vanguardia porque, según ha podido saber este medio, desde hace unas semanas se ha optado por prescindir de esta sección.

Históricamente fotógrafos y editores como Agustí Carbonell, Pepe Baeza o David Airob en distintas etapas se han ocupado de la edición gráfica del diario. Hasta media decena de personas –entre fotógrafos y editores dedicados plenamente- han llegado a componer esta pieza básica para asegurar la calidad fotográfica del periódico pero que el actual redactor jefe de fotografía, Pedro Madueño, ha eliminado.

¿Quién se ocupará ahora de la edición gráfica del periódico? Los propios redactores, explican a Photolari fuentes cercanas al diario que han preferido permanecer en el anonimato. Los fotógrafos que trabajan para La Vanguardia –8 en plantilla a día de hoy- también han preferido no pronunciarse sobre un tema que se adivina polémico.

No sólo a nivel interno, sino también por las consecuencias que podría tener en otros diarios, señalan las citadas fuentes. Si La Vanguardia –apuntan- elimina su edición gráfica, habrá que ver lo que tardan otros en seguir el mismo camino usando el clásico argumento de la reducción de costes y mejora en la productividad.

Habrá que ver las consecuencias que a corto y medio plazo tiene esta decisión, tanto sobre el histórico diario –uno de los que más ha cuidado siempre su parte fotográfica- como sobre el resto de medios.

16 COMENTARIOS

  1. Siempre se apuesta por reducir costes, pero curiosamente, manteniendo el mismo precio final del producto, si es que no se aumenta.
    Los mismos que defienden el capitalismo son los que quieren duros a 4 pesetas. Demasiadas excusas para esconder lo evidente: duros a pesetas.

  2. A ver, no es cuestión de vender al mismo precio periódicos con reducción de costes, es que sencillamente se venden menos periódicos cada día. Podrán prescindir de muchas cosas hasta ahora imprescindibles pero las cuentas no salen porque la gente pasa de comprar diarios… como antes
    Y por otro lado: el periodismo auténtico casi desapareció, sólo asistimos al mamaorreo y peloteo interesado de turno de periódicos ligados a determinadas ideologías políticas… así pues que ahora recojan lo que sembraron.

  3. Los periódicos impresos españoles llevan registrando pérdidas impresionantes en ventas desde hace años. Hay dos motivos fundamentales: Los jóvenes, y con edades «medias» tendemos a informarnos desde hace años por las redes. Ya sean medios digitales, webs, blogs específicos, etc. Y el otro motivo es la risible manipulación mediática de los medios tradicionales. Casi todos, por cierto, escorados irremediablemente a la derecha, que es quien los sostiene mediante subvenciones públicas. Si por ingresos fuera, deberían ser todos públicos, pues con las ventas en papel hace años que habrían cerrado la mayoría. Portadas delirantes, editoriales y columnistas execrables, manipulación de la información, falta de ética y deontología profesional, etc.

    La pescadilla que se muerde la cola. Recortan para ajustar, pero a la vez que recortan, deterioran el producto final. Si recortan en eidtores gráficos, no tardarán en imprimir chapuzas fotográficas, compositivas, etc. Hace tiempo también recortaron en redactores, y de ahí que de se puedan leer desde entonces en muchos de ellos artículos con faltas de ortografía o sin la más mínima idea de lo que hablan. Ese es el legado becario.

    Es una pena que una pata tan importante, el cuarto poder que llaman, esté tanto o más vendido que los otros tres.

  4. Si los redactores no se encargaran de funciones que no les tocan, cada uno se dedicaría a lo suyo y todos serían imprescindibles. Si no, dentro de un tiempo, hordas de becarios que regalan su tiempo mientras viven del aire suplirán a los redactores y todo el mundo dirá: «oh, la empresa, qué mala es», «oh, nuestros puestos de trabajo, qué penita más grande»…

  5. Independientemente de que leáis o no periódicos nacionales, o de que La Vanguardia os parezca de una calidad superlativa o solo apto para recoger las mierdas de vuestro perro, deberíais mostrar en vuestro comentarios un poco de respeto por la fotografía y un poco de solidaridad con los trabajadores de la información directamente o indirectamente afectados por la nueva medida tomada por el diario. Se trata de algo que no solo afecta a la calidad de esta publicación concreta sino a toda la industria del fotoperiodismo y a todas aquellas personas que luchan y han luchado desde el esfuerzo por dignificar la fotografía y otorgarle el valor que merece dentro de las redacciones.

    • Cuando el periodismo ha vendido su alma al diablo, tarde o temprano el diablo reclama su parte. En este país ha sido más cómodo y lucrativo hacer periodismo al dictado, que publicar verdades incómodas. Lo mismo que los que ahora reconocen que robaron y que lo sienten, ninguna lástima para ellos.

      PD. De los que robaban, parece ser que en este periódico no sabían nada.

  6. Me sabe mal por los posibles trabajador@es despedid@s, pero quejarse ahora y no antes cuando te obligaban a reflejar las ideas de la editorial y no de la realidad es demasiado cómodo. El buen periodismo tiene su precio si no no quisiste/pudiste pagarlo ahora no puedes quejarte.
    El Pais, La vanguardia, El Periodico cada día se parecen más entre ellos y se acercan peligrosamente a El Mundo, ABC, la Razón…. triste.

  7. Yo nunca he tenido editor gráfico en el periódico en el que trabajo desde hace más de diez años y es lamentable la poca visión fotográfica que se puede llegar a mostrar. Recuerdo la gran época del diario francés «Libération» encabezado por Christian Caujolle, con un equipo de fotógrafos fascinante y la aventura duró algunos años hasta que tuvieron que largarse y crear la agencia Vu. No entiendo muy bien esa falta de respeto hacia el fotógrafo, como si el fotógrafo no tuviera la suficiente consciencia del momento, como si estuviera en el lugar sin saber el por qué, es aquello que unos dicen que el foto-periodista debe estudiar periodismo en la facultad para poder ejercer y por ello, los periodistas titulados son los que nos fotografiarán el mundo, indiferentemente de su calidad técnica y estética, bueno, la estética, por lo que sé, poco interesa a los diarios, todo se va perdiendo y quien lo paga es quien no se lo merece.

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