Lightroom es un programa muy suyo. Si lo entiendes te puede llevar muy bien con él, pero debes seguir su sistema de trabajo. Es flexible, hasta cierto punto, pero no podemos saltarnos ciertas reglas sin sufrir las consecuencias.

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Hemos recopilado las más básicas e importantes para que nuestra relación con Lightroom funcione bien y podamos aprovechar todo su potencial.

1. Entender a Lightroom

Este es un programa que trabaja sobre una base de datos. Todo lo que se importa al programa, constará en la base de datos. Si algo no esta en ella o se modifica desde fuera, no quedará reflejado en la base de datos y empezarán nuestros problemas.

Por lo tanto, si queremos gestionar nuestro archivo fotográfico desde Lightroom y no tener dolores de cabeza, toda gestión de las fotos (cambio de ubicación de las carpetas, de las fotos y renombrado de fotos) lo realizaremos siempre dentro de Lightroom.

2. Una foto, una ficha

Cada foto, al ser importada, crea una especie de ficha dónde Lightroom anota todos los datos referentes a esa imagen: la ubicación actual de la fotografía original, sus metadatos y cualquier ajuste realizado a la fotografía, junto con el histórico de los ajustes realizados, etc.

Si creamos fotos virtuales, estamos creando nuevas fichas que se relacionan a una foto, por lo que tendremos una única foto y tantas fichas como nosotros queramos. Recordemos que cada ficha tiene ajustes independientes, por lo que una puede ser en color y otra en blanco y negro, por ejemplo.

3. Edición no destructiva

Al crear fichas de las fotos, Lightroom escribe en ellas los ajustes que vamos realizando a las fotografías. Estos ajustes únicamente existen dentro del programa.

Si pasamos una foto a blanco y negro, por ejemplo, salimos del programa y desde el sistema operativo vamos a buscar esa foto, la vamos a ver en color y sin ningún otro ajuste realizado en Lightroom.

A esto se le llama «edición no destructiva», ya que la foto original no se modifica. Si los ajustes no son buenos, podemos llegar a restaurar todos los ajustes y empezar de cero.

4. Interpretación propia de los RAW de cámara

Las fotografías realizadas en formato RAW siempre se verán distintas en Lightroom y en la propia cámara.

Esto sucede porqué en un Raw tenemos una parte del archivo dónde están todos los valores de luz que ha captado nuestra cámara. Y también contiene la formula -por llamarlo de algún modo- o la interpretación que realiza la cámara para obtener la imagen. Esta formula suele estar protegida para que únicamente pueda ser leída por un programa de la propia marca (Nikon, Canon, Sony, Fuji, Olympus…).

Lightroom, al igual que Capture One u otros programas de terceros, no tiene acceso a esta formula, y por eso siempre veremos los RAW de forma distinta. Esto no implica que se vea peor, ni que perdamos calidad. Simplemente la interpretación es otra, mejor o peor. En cualquier caso, si no nos convence podemos usar las herramientas del panel de «Revelar» para obtener la apariencia deseada.

5. Realizar previsualizaciones estándar (miniaturas)

Al importar las fotos es muy útil generar miniaturas de las fotos para agilizar el trabajo (seleccionar en la ventana de importación: ‘Admin. de archivos/Crear previsualizaciones/Estándar’) o después de importar (en ‘Biblioteca/Previsualizaciones/Crear previsualizaciones de tamaño estándar).

Lightroom no accede a la foto para trabajar, ya que los archivos digitales suelen ser muy grandes. Realiza una miniatura de la foto, a tamaño de pantalla (mucho más pequeña que una foto a alta resolución). Al realizarla, además realiza su interpretación si es un RAW.

Si no hemos creado la previsualización, podremos trabajar, pero al pasar de una foto a otra tendremos que esperar unos segundos, mientras nos dice ‘Cargando …’ Esto significa que Lightroom esta realizando la previsualización, puesto que esa foto no la tenía lista.

6. Exportación: si no exportas no hay foto final con ajustes

Podemos hacer todos los ajustes que queramos a nuestras fotos, pero hasta que no exportemos las fotografías que nos interesen, no obtendremos unas fotos finales con los ajustes aplicados (recuerda que los ajustes se aplican a las fichas, no directamente sobre las fotos).

Al exportar generaremos unas fotos nuevas (nuevos archivos) que sí contendrán los ajustes que hemos realizado dentro de Lightroom y podremos usarlas para web, impresión, etc.

7. La copia de seguridad no incluye las fotos

En los ajustes del catálogo podemos indicar cuando realizar copia de seguridad (backup), que te recomiendo que sea cada vez que salgas del programa.

Esta copia de seguridad se encarga de copiar todo nuestro catálogo (las fichas de las fotos), pero nunca copia las propias fotos. Para ello tendremos que buscarnos un programa externo para realizar la copia de seguridad de todo nuestro archivo fotográfico.

Joan Boira es fotógrafo y profesor. Experto en gestión de color, impresión, edición retoque, en su web puedes encontrar más tutoriales y cursos.

6 COMENTARIOS

  1. He leido este artículo, sobre Lightroom, y en el punto 4 veo comentarios sorbre la interpretación que sobre los RAW hacen las distintas marcas de cámaras.
    No veo la mención a las cámaras Pentax.
    Es que no se pueden tratar por Lightroom las fotografíass hechas con esa cámara?

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