¿Puede haber algo peor que el robo de tu equipo fotográfico? Sí, que con él se vayan las tarjetas con las fotografías de un trabajo muy importante. Eso es justo lo que le ha ocurrido a la fotógrafa Amanda Tung en San Francisco a la que recientemente robaron su equipo, valorado en unos 15.000 dólares.
Según ella misma relata al diario The San Francisco Chronicle, el problema no es tanto el equipo -que siempre se puede reemplanzar, apunta- sino las tarjetas de memoria robadas, que contenían una boda que acababa de fotografiar y cuyas imágenes no había tenido tiempo de descargar y copiar.
¿La solución? Tras rebuscar por la zona y en comercios de segunda mano por si el ladrón se había deshecho de las tarjetas, a Tung se le ha ocurrido ofrecer una recompensa de nada menos que 1.000 dólares a cambio de recuperar las tarjetas de memoria. Sólo las tarjetas y sin hacer preguntas, aclara el papel que esta desesperada fotógrafa ha colocado en la zona donde le robaron el equipo.
De todos modo y por si el sistema no funciona, ya ha ofrecido a los novios la posibilidad de repetir algunas de las fotos de la boda.
No me parece mal y seguro que a los novios tampoco. Pero dudo que el ladrón quiera correr ese riesgo.
Bien podría abandonarlas en algun lugar con una nota par que cualquiera que las encuentre las devuelva, total ya se llevó 15mil USD en equipo.
puede ir cubierto a un lugar con camaras, si bien se vera que lo deja, puede proteger su identidad y de paso ayuda al que las encuentra a que tenga forma de probar que simplemente las encontró.
Esto hace pensar la idea de enviar siempre a «la nube» aunque sea los jpg por si las moscas.