Para la inmensa mayoría de los mortales una Leica M ya es suficientemente exclusiva como para hablar de ediciones especiales. Y si se trata de la M Monochrom, con un sensor que sólo hace fotos en blanco y negro, está claro que estamos ante una de las cámaras digitales más singulares del mundo.

Pero por lo visto para Leica no es suficiente y han decidido darle una vuelta más de tuerca a este modelo con la nueva Stealth Edition. Una versión limitada a sólo 125 unidades en todo el mundo y que se venderá por unos 13.000 junto a un Summicron-M 35 mm f2 también modificado para la ocasión.

¿Y qué tiene de especial -de más especial- esta M Monochrom «sigilosa»? Pues precisamente eso, que el tema de la discreción se ha llevado al extremo con un acabado negro mate del cuerpo y de la óptica.

Pero, sin duda, lo más curioso de este modelo se produce cuando toca trabajar con muy poca luz. Y es que la M Monochrom Stealth algunos de las inscripciones de los mandos del cuerpo y la óptica brillan en la oscuridad. Con un verde fluorescente que se mueve en el filo entre lo sutil y lo discotequero.

Detrás de esta idea está el diseñador Marcus Wainwright, responsable de la marca Rag & Bone en la que las camisas sencillas a más de 200 euros son lo habitual, con lo que está claro que se comparte filosofía con Leica.

42 COMENTARIOS

  1. Qué razón tiene el fotógrafo J. M. Navia cuando, en una entrevista, dijo que Leica había dejado de ser una opción para el profesional. El producto Leica Made in Germany se ha convertido en una línea de bienes de lujo y desde luego desde su departamento de marketing saben que ese es su nicho de mercado. Sólo para unos pocos.

  2. Que majo el amigo Marcus, con que seriedad lo cuenta. Ahora esta marca que tanto cuida los detalles, pues que fallo, que le han “pillao” recién “levantao” y no se ha podido peinar. También me han “encantao” los calcetines blancos del amigo Marcus, solo le faltan las dos “raquetitas” cruzadas, eso si, en verde fosforito por supuesto. ¡Ah! ¿la máquina? pues lo de siempre. 🙂

    • Hombre Tólix, ¿Ya has mamado esta mañana y has tirado unas fotolitos en tu paseo preferido?.. ¿ehh tólix? Venga que tus sufridos amigos de foro esperan tus inmundicias para deleite generalizado… Por cierto, ¿Saben de tus desdoblamientos de personalidad? Quizá a esas amigas tuyas les conviene saber algo sobre ti.

  3. Gracias a Leica seguimos evocando un reducto inexpugnable en el cual no puede meter sus zarpas el lumpen foto-democrático. Siempre cabe la posibilidad de que Jonathan, el reponedor desnortado del Mercadona con contrato indefinido, pida un crédito al consumo y se compre esta Leica, pero nos parece improbable.

    Leica sigue siendo la añoranza de tiempos pasados en los que el arte era Aristocrático (antidemocrático): tenía valor por sí mismo: el arte por el arte, sin más, sin necesidad del consenso que todo lo iguala por abajo. Al no precisar del reconocimiento mundano no se necesitaba sino a sí mismo, no estaba pendiente de la conformidad ajena para ser.

    Las Leicas se hacen para durar y pertenecen a un tiempo ya amortizado en el que la propia imagen se hacía para durar, para ser baluarte de la memoria: tenía el valor de la presencia (el mundo aún no había sido colonizado iconográficamente), y la imagen no había sido degradada al papel de mera representación.

    Hoy se hace imagen para olvidar cuanto antes lo que se ha visto. La imagen es democrática: siempre anda pendiente de recibir la aprobación de la mayoría porque no tiene entidad por sí misma.

    Sería por tanto antinatural que Jonathan accediera a una de estas Leicas. Él, que confunde el valor de uso con el valor de cambio, y que sólo entiende del disfrute puntual de adquirir una cámara, de la cual, pues ya es posesión suya, puede ahora desentenderse para ansiar desaforadamente ese producto nuevo y asequible que su blog de referencia ya le ha mostrado.

  4. Mira por donde, aquí ahora también “encaja” el mismo comentario que hice, en el artículo sobre la revista que cobra por las portadas. Si es que tiene que haber de “too”.

    “Está demostrado, el conocimiento y la inteligencia son procesos cíclicos, cuando te pasas de listo, vuelves a ser tonto”.

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