La última novedad de Leica no es una cámara. En realidad sí, porque la compañía alemana también ha desvelado dos nuevos modelos -versiones de otras ya existentes, eso sí- aunque en realidad toda la atención ha sido para los nuevo relojes L1 y L2.
¿Relojes Leica? Efectivamente. Y, pensándolo bien, la idea tampoco es tan rara. Si en algún lugar de siente cómoda la compañía es en el mercado de lujo -no hace falta ni decir que los relojes en cuestión no serán baratos- y la precisión mecánica necesaria para su construcción es otra de las especialidades de la casa.
Por si alguien tiene curiosidad, se trata de dos relojes de acero inoxidable que se construirán en la misma planta Ernst Leitz Werkstätten donde se producen las cámaras y cuyo frontal recuerda a la lente de un objetivo, según las explicaciones de Leica.
Tampoco faltará una edición limitada de uno de estos relojes con acabados en oro rosa de 18 kilates, aunque quienes busquen algo exclusivo de Leica pero sean más de cámaras están de enhorabuena porque la compañía ha presentado su nueva M10 Zagato.
Una colaboración con el fabricante italiano de automóviles de lujo que se traduce en 250 únicas unidades de esta versión de la M10 que se comercializará con una edición también modificada del Summilux-M 35 mm f1.4 por unos 20.000 euros.
Para bolsillos más modestos, la también nueva C-Lux ofrece las mismas prestaciones que la Panasonic Lumix TZ200 (sensor de 1 pulgada, zoom 24-360 mm f3.3-6.4, vídeo 4K…) pero con el toque especial de Leica en el diseño. Y por un precio, eso sí, de unos 1000 euros, 200 más que el modelo original.
Teniendo en cuenta que la infraestructura de Leica en Portugal se ha hecho con la colaboración de la empresa de relojes Reguladora de Vila Nova de Famalicão -https://www.reguladora.pt- fabricar relojes de alta gama no les va a suponer ningún misterio, el «know-how y la mano de obra especializada, al fin y al cabo Reguladora lleva más de un siglo haciéndolos ya la tienen.