Aunque mucho no se acuerdan de ella -o sólo cuando Xiaomi lanza una cámara con algún que otro parecido razonable- Leica también está presente en el segmento sin espejo con su gama T. Una línea que ahora se renueva con la llegada de la reciente Leica TL, aunque cuesta mucho encontrar diferencias entre este modelo y la cámara original presentada en 2014.
Sin cambios en el estilizado diseño -se suma un color más a la gama de acabados, eso sí- la TL sigue apostando por un sensor APS-C de 16 megapixeles, una espectacular pantalla táctil de 3,7 pulgadas y tampoco cuenta con visor integrado.
Tampoco falta la conexión Wi-Fi integrada, el vídeo Full HD y, en definitiva, unas prestaciones en las que sólo el codiciado logotipo de Leica parece justificar el precio de 1675 euros con el que la cámara se presenta en el mercado.
¿Y las diferencias respecto a la generación anterior? Más allá del citado color, la memoria interna de la cámara parece ser el único cambio. Y es que, además de la ranura para tarjetas SD, la TL cuenta con 32 GB de almacenamiento, el doble que su predecesora.
Es la antítesis total de todo lo que ha sido leica desde siempre; ausencia de visor, toda clase de pijadas tecnológicas, grabación de video, pantalla táctil.. y lo más importante, es digital. Bueno, al menos el precio no es tan disparatado como las últimas M.