Un año de expulsión y la recomendación de apuntarse a una terapia sobre acoso. Tras meses de incómodo silencio y, supuestamente, una larga investigación así respondía Magnum hace unos meses a las acusaciones de una fotógrafa sobre el comportamiento de David Alan Harvey.
¿Caso cerrado? Nada de eso. Un reciente artículo de Columbia Journalism Review ha dado nuevas pistas sobre la gravedad del asunto y sobre cómo Magnum ha hecho oídos sordos durante más de una década. Y es que, como ya se denunció en su momento, las prácticas del mítico fotoperiodista eran de sobra conocidas en el sector desde hace mucho.
Según relata Kristen Chick en el artículo -merece la pena leerlo de forma íntegra- un total de once mujeres denunciaron el comportamiento de Alan Harvey durante los últimos trece años.

De hecho, se asegura que las primeras protestas de fotógrafas ante la actitud del reportero llegaron a los responsables de la agencia en 2009. Hasta 2018 Magnum no publicó un código interno de conducta que desaprobaba, lógicamente, el acoso sexual. Aun así, tardó otros dos años en tomar cartas en el asunto de Alan Harvey.
Según los testimonios de mujeres recogidos por Columbia Journalism Review el comportamiento del fotógrafo seguía un patrón similar: sus víctimas eran jóvenes fotógrafas, muchas de fuera de Estados Unidos, a las que ofrecía ser sus asistentes y ofrecía viajar con él.
A partir de esa relación, las propuestas descritas van desde insistir en compartir habitación, confianzas que provocaban situaciones incómodas, fotografiarlas sin su permiso o incluso masturbarse en en una videoconferencia. Muchas de ellas aseguran que no tardaron en darse cuenta que trabajar con Alan Harvey dañaban su reputación puesto que en el sector se daba por hecho que sus ayudantes mantenían relaciones sexuales con él.
Los nuevos datos -en realidad no eran nuevos para Magnum, tal y como se denuncian- han llevado a los responsables de la agencia a publicar un nuevo comunicado en el que se comprometen a investigar las acusaciones públicas y, de nuevo, la promesa d mejorar sus protocolos para evitar este tipo de conductas entre sus miembros.
Durante 13 años y ahora toman cartas en el asunto… algo no se esta haciendo bien.
Yo contrataba al semental humano más capaz, se lo adjuntaba por cojones a este hijo de mala furcia y que la madre naturaleza hiciera el resto.
¡¡Como la bandera de Japón!!
Todavía salían por aquí niks que achacaban todo esto al nuevo feminismo acosador de hombres. Lo de MAGNUM para hacérselo mirar en profundidad.