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Estamos en un sector en el que, casi hasta ayer, las portadas de revistas de fotografía con muchachas lamiendo con fruición un helado o sujetando una cámara en bikini no eran extrañas. Esto era un feudo de machotes donde olía a Varon Dandy, las ferias es mejor no imaginar dónde acababan –hay muchas leyendas al respecto- y en general había mucha vieja escuela dando por hecho que las mujeres estaban frente a la cámara, no detrás.

Muchos de los nuevos medios han adaptado al mundo 2.0 las peores prácticas de sus abuelos, pero es verdad que al menos en este sentido los tiempo han cambiado y parece que se respira mejor. Sigue siendo el del periodismo tecnológico y fotográfico un coto mayoritariamente masculino, pero por corrección política o por sentido común –ojalá la segunda- hay ciertas prácticas que han ido desapareciendo.

Pero que se haya superado esa caspa machista no significa que renunciemos a dar lecciones sobre usos y costumbres fotográficas a las nuevas generaciones que nos escuchan como si tuviéramos algo interesante que decir. El hombre y la cámara, con música de fondo del programa aquel de Rodríguez de la Fuente. Rituales, procesos y prácticas correctas para parecer un auténtico profesional, y ese tipo de mierdas que lucen tanto en las listas.

De hecho que levante la mano el que no haya escuchado alguna vez eso de que los profesionales disparan en manual. Yo mismo he tenido que soportar algún tirón de orejas de los puristas de turno cuando en las fotos o los vídeos se ve que la cámara está puesta en prioridad al diafragma, que –lo confieso- es como trabajo en la mayoría de las ocasiones. Sensibilidad automática, elegir diafragma –o velocidad en algunos casos- según lo que estemos probando en ese momento, y listo.

Que sí, que es verdad que saber medir a ojímetro la luz y olvidarse del asunto viene muy bien en ocasiones. Y hay veces en las que la M puede ser de gran ayuda. Pero asegurar que ese es el modo en el que trabajan los profesionales es una soberana tontería, por no decir gilipollez. Que lo diga yo no tiene mayor valor, pero cuando el otro día le escuché decir al gran Tino Soriano durante la presentación de la Olympus Pen-F que dispara en P, tuve que reprimirme para no levantarme y aplaudir como un loco.

Pero la alegría no duró mucho, porque hace nada leí a un querido y veterano compañero del sector insinuar que también el uso del visor marca clases entre los fotógrafos. No lo dijo él, pero remato yo la insinuación: los de verdad usan el visor, y los niñatos tiran de pantalla creyendo que la cámara es como un puñetero móvil.

¿En serio? De entrada está bien saber que, por ejemplo, Ansel Adams pertenecía a esa segunda categoría cuando encuadraba y enfocaba desde el cristal esmerilado de su cámara de placas. Si la imagen es invertida, ¿sí vale? Y el visor de cintura que no deja de ser una gran pantalla, ¿cuenta o solo vale si nos llevamos la cámara al ojo?

Lo más gracioso de este tipo de afirmaciones es que, en realidad, son aplicables a todo. Solo hay que echar un poco la vista atrás para soltar alguna perla: las cámaras de 35 milímetros no son cámaras de verdad, seguro que dijo algún iluminado en su momento asegurando que los fotógrafos en condiciones no bajan de formato medio ni en vacaciones. La película de color es una chiquillada porque los hombres de verdad usan blanco y negro. Los píxeles son un invento del diablo, todavía dice alguno.

Que si se trata de subirse el cuello de la gabardina y poner pose para reírnos todos un rato, yo me apunto el primero. Los hombres de verdad usan réflex pesadas y de esas que suenan al disparar como tiene que sonar una cámara, nena. Es fácil, ¿verdad?

El problema es cuando lo escuchas y resulta que hay alguien que lo dice en serio. Y lo que es peor: se lo cree. Curioso, porque en realidad es bastante sencillo de entender aunque pueda sonar un tanto desconcertante en estos tiempos en los que hay tanto fotógrafo ensayista al que hace décadas que no se le ve con una cámara.

Fotógrafo de verdad no es el que mira por el visor sino el que hace o intenta hacer buenas fotos. O mejor dicho, el que pelea para conseguir hacer un día esa foto que tiene en la cabeza. Y profesional no es el que tira en manual sino el que consigue cobrar por sus imágenes, pagar los impuestos que tocan y en una pirueta mortal llegar a fin de mes.

Eso es lo difícil. Lo otro, mirar por el visor o tirar en manual, lo puede hacer cualquiera.

24 COMENTARIOS

  1. Yo todavia no entiendo estos debates de visores, de sensores, o de analógico vs digital, o manual o auto… No se por qué algunos se creen los dueños del arte de la fotografía.. uy dije fotografia y me olvidaba que los que usan cámaras digitales no hacen fotografia… Todas patrañas de gente que muchas veces lo que hace al decir estas cosas, es ocultar su mediocridad detras de los argumentos teóricos… yo comparto tu última reflexión…

  2. Hace unos años, un colega (fotógrafo publicitario además de profesor) se fijo que yo tenía mi cámara en «P»… Frente a un grupo de mis estudiantes exclama airado: ¿P? ¡Yo sólo uso «M»!
    Viendo su intención le respondo: «bueno eso no es mi culpa, pero cuando quiera le puedo a enseñar otras funciones de la cámara, yo sí las conozco todas»

  3. Qué importa cómo se haga?, lo que de verdad importa es el resultado final. Yo no estoy a favor del retoque digital ni para eliminar pintadas en una estatua, pero tampoco estoy en contra de quienes quieran utilizar esa herramienta. Soy feliz con lo que hago (aficionado) y no me molesta que los demás hagan lo que les venga en gana con respecto al tema fotográfico. Eso se llama convivencia y tolerancia, parece que a alguna gente de mentalidad arcaica le cuesta mucho romper las cadenas que le atan a su presunta verdad universal.

  4. Pienso que el problema es que la gente no usa el modo manual porque no se ha molestado en aprender a usarlo, creo que hay que saber usar todos los modos del dial y luego decidir cuál usar en cada momento. Cuando se critica las fotos de una persona se dice que no te gustan y por qué, así aprendemos todos, exponiendo nuestra punto de vista.

  5. Pfffff! Parecen palabras escuchadas entre las paredes de mi departamento cada vez que me pongo loco al escuchar afirmaciones de ese tipo de gente que hace unas fotos de M… y que porque tienen la última cámara que dispara haciendo ruido de metralleta y despierta vecinos se creen superiores. Aplausos.

    Saludos desde Argentina, un fotógrafo que no sabía lo que era FF cuando comenzó, que no estudió fotografía, que vive exclusivamente de eso, que usa una marca que no usa la mayoría, que casi no hace ruido, no tiene espejo, no tiene mochila fotográfica, y no se cuantos No más. Ah, y cobro todos, absolutamente, todos mis trabajos, incluida a la familia.

  6. Hayá por 2005 cuando me compré mi primera cámara reflex una Canon 350D devoraba todas las revistas del sector y libros que caían en mis manos.
    Todos decían que para tener el control total de la cámara tenías que disparar en manual, así que empecé a disparar en ese modo hasta hoy, no por ser talibán ni mucho menos es que tanto tiempo utilando ese modo ya es costumbre, y ponerme ahora en P en, a la abertura o velocidad como que no, me he vuelto vago.
    Por cierto, después de tantos años soy pésimo haciendo fotos, eso sí mi pose es muy profesional. 😉

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