Como cualquier fotógrafo sabe, las tarjetas de memoria tienen una capacidad innata para perderse. Da igual que estés seguro de haberla dejado en la funda de siempre y en el lugar de siempre en la mochila, porque resulta que sencillamente ha desaparecido.
Aunque parezca un mal menor, por lo visto se trata de un problema tan extendido que alguien se ha ocupado de idear un accesorio que permita guardar las tarjetas de memoria en la propia cámara. Concretamente, aprovechando la rosca del trípode o la zapata para el flash.
Bautizado como Memistore, este invento permite almacenar dos tarjetas de tipo SD, con lo que facilita cambiar de tarjeta en medio de una sesión sin tener que abrir la bolsa y, sobre todo, sin recurrir a cualquier bolsillo a mano para guardar la tarjeta llena.
Por ahora se trata sólo de un proyecto que se ha propuesto recaudar más de 40.000 euros antes de entrar en fase de producción. Los más impacientes pueden reservar ya su unidad a partir de 18 euros, aunque habrá que esperar hasta verano del próximo año para poder tenerlo entre las mano.
¿Una idea absurda o realmente hacía falta algo así? Mucho cuidado con reírse de los inventos que aparentemente no tienen mucho sentido, porque la última vez que lo hicimos Yashica recaudo más de un millón de euros para su extraña cámara con carretes digitales.
La verdad es que yo, nunca he perdido una tarjeta de memoria (Murphy que te veo).
Para mi es una buena idea, pero mas bien para tener las tarjetas siempre a mano; aunque creo que por ahí hay algo parecido que se engancha a la correa de la cámara. A ver que aceptación tiene el invento.
Pues sí, parece un artilugio que se coloca en un buen sitio…para perderlas. Siempre llevo colocada la zapata del trípode, no porque lo use constantemente, pero te evita estar roscando y desenroscando y que coja mal un hilo, además evita que se introduzca porquería en la rosca. Otras veces usando el trípode, cuando cambias de lugar, cargas el trípode y cámara al hombro, y cuando la cámara no está en el trípode no siempre la posas en los sitios más adecuados, total por mucho cuidado que le pongas, se lleva golpes, se ralla, al sacar la máquina de la bolsa se suele trabar, etc. y es de aluminio. Este artilugio es de plástico ABS, con todo lo dicho anteriormente, no parece ni el material, ni el lugar adecuado para llevar algo tan delicado y valioso como las tarjetas. Pero después de lo de la Yashica…
Utilizo camaras digitales desde el año 2003 y nunca he perdido una targeta de memoria.
Este invento lo veo feo y absurdo.
Seguro que hay soluciones mejores.