A primera vista la obra de Monserrat Soto puede parecer uno de esos ejercicios de fotografía conceptual que tan nerviosos ponen a los amantes del documentalismo más puto. Pero tras esa fachada estética y artística hay mucho más, al menos según el Ministerios de Cultura y Deporta que acaba de otorgar a esta fotógrafa catalana el Premio Nacional de Fotografía 2020.

La fotógrafa Monserrat Soto en una imagen de un vídeo sobre su trabajo.

«El compromiso con los espacios habitados y con las presiones que ejercen sobre las personas que los ocupan, reflejando una preocupación por la ecología y la memoria, que otorga a su trabajo un peso de orden político, antropológico y social», ha destacado el jurado.

Foto: Monserrat Soto
Foto: Monserrat Soto

Nacida en Barcelona en 1961, Soto lleva exponiendo desde 1993 su obra que se mueve entre la fotografía y el vídeo. De hecho, en los últimos años ha colaborado en diversos proyectos relacionados con la poesía, el teatro y el cine.

«La obra de Montserrat Soto se centra en el espacio, el lugar y el paisaje, con el vacío como elemento preponderante. Los almacenes de museos y las casas de coleccionistas han sido el eje de algunas de sus series en que analiza el lugar del arte», apuntan en un comunicado los responsables de este premio dotado con 30.000 euros.

Foto: Monserrat Soto
Foto: Monserrat Soto

En esta edición el jurado ha estado presidido por Román Fernández-Baca Casares, director general de Bellas Artes y Begoña Torres González, subdirectora general de Promoción de las Bellas Artes, ha ejercido de vicepresidenta.

Han formado parte de él Javier Vallhonrat Ghezzi, fotógrafo; Laura Terré Alonso, comisaria de exposiciones; Semíramis González Fernández, historiadora y comisaria independiente, Gloria Oyarzabal Lodge, fotógrafa, y Carlos Gollonet Carnicero, conservador Jefe de Fotografía del Área de Cultura de MAPFRE.

10 COMENTARIOS

  1. Hay quien cree todavía que los premios de fotografía los merecen los buscadores de bokeh o el enésimo retrato de la vía láctea con pirueta de linterna, y se asustan en cuanto ven algo que no comprenden, tipo «los cuadros de miró los pinta mi hijo», pero reflexionar y cultivar la crítica es mucho más difícil que aprender de aparatos; ni siquiera está al alcance de cualquiera.

  2. Estimado señor Alejo Urzass.
    Leyendo la crítica a los comentarios anteriores que ha redactado usted en elitista prosa, me hace pensar que es usted de alguna pasta más elevada y cualificada que el resto de los mortales y conocedor de los misterios insondables de la luz y el obturador.
    Aun a riesgo de vulgarizar mi discurso y chabacanearlo voy a dirigir unas frases al resto del vulgo que por aquí medra, ruegole no me lo tenga en cuenta.

    Pa todos los demás «pues chico a mi viendo las fotos me parecen un poco chufla no?»

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