Durante más de seis décadas de carrera documentó con su cámara los principales conflictos bélicos de los últimos 50 años: Bangladesh, Cuba, Vietnam, Chile, oriente próximo… Pero su nombre quedó para siempre vinculado a la revolución que tuvo lugar lugar en su país natal entre 1978 y 1980. El aclamado fotógrafo Iraní Abbas Attar -conocido profesionalmente como Abbas- ha muerto esta semana en París a los 74 años.
Aunque llevaba varios años ejerciendo como fotógrafo, su carrera profesional despegó con la cobertura de la revolución islámica de Irán, que le llevó además a exiliarse voluntariamente a Francia durante 17 años. Sus fotografías enseguida llamaron la atención internacional, lo que le llevó a ingresar en la agencia Magnum en 1981 y le dio la oportunidad de recorrer el mundo entero con su cámara y a ver sus imágenes publicadas en cientos de revistas y periódicos.


La influencia de las religiones en la sociedad fue uno de los temas recurrentes de su trabajo. Entre 1987 y 1994 viajó por oriente próximo y oriente medio para documentar el ascenso del islamismo en el mundo, un proyecto que quedó plasmado en el fantástico libro Allah O Akbar: viaje al islam militante.
También dedicó buena parte de su vida a México, fascinado por ese gran país que, en la década de los 80, buscaba con urgencia el equilibrio entre las tradiciones y la modernidad. De aquellos viajes realizados entre 1983 y 1986 surgió Regreso a México. Viajes detrás de la máscara, un libro menos conocido pero muy alabado por la crítica.

En 1997 Abbas regresó a Irán para cubrir la elección a presidente de Mohamed Jatamí, y allí se encontró con un país secuestrado por el integrismo islámico en el que todos lo ciudadanos, incluso los no creyentes, estaban obligados a comportarse como musulmanes ortodoxos.
Durante los último años de su vida puso su ojo crítico sobre el budismo y el hinduismo, y en el momento de su muerte estaba documentado la practica del judaísmo alrededor del mundo.

No conocía su obra y estos días le he dado unas vueltas y me parecen muy buenas. Otro de los grandes que se va, lástima. Pero sus fotos quedaran para las generaciones futuras, si esas que les importa menos lo cacharos y mas las fotos!!!!