Para no cometer los mismos errores del pasado el primer paso es reconocerlos. The National Geographic Magazine, la legendaria revista editada por la National Geographic Society, ha decidido lanzar un número especial en el que explora su propia historia y aborda con sentido crítico el tono racista que imperó en sus publicaciones durante michas décadas.

Esta revelación puede resultar sorprendente para una revista que ha dedicado miles de páginas a estupendos reportajes antropológicos, cargados de imágenes y fotografías que nos acercaban los estilos de vida de personas del todo el mundo, desde tribus perdidas del amazonas hasta las modernas y avanzadas sociedades asiáticas, por poner dos ejemplos.

Pero mientras que la revista le dedicaba 14.000 palabras y 83 imágenes a la coronación de Haile Selassie -emperador de etiopía- en 1930, los afroamericanos tuvieron prohibida la entrada a la sociedad National Geographic al menos hasta 1940.

Para abordar estas contradicciones, la dirección de la National Geographic Magazine se puso en manos del especialista en historia de la fotografía e historia de África John Edwin Mason, que analizó concienzudamente varias décadas de publicaciones para evaluar el discurso editorial de la revista.

En esta foto de 1941 se refieren a los trabajadores del algodón como «pickaninny», un insulto habitual durante los tiempos de esclavitud

Lo que Mason encontró, en resumen, es que hasta bien entrada la década de 1970 el prestigioso magacín había ignorado casi por completo a las personas de color que vivían en Estados Unidos. Mientras tanto, los nativos de otras partes del mundo copaban las páginas de la revista mes tras mes reproduciendo los clichés del noble salvaje, el valeroso cazador o la mujer exótica ataviada con coloridos ropajes tradicionales.

En palabras del propio Mason. National Geographic no ayudó a los lectores a despojarse de todos esos estereotipos tan arraigados en la cultura del hombre occidental y blanco. Más bien al contrario, contribuyó a extender el mismo mensaje que imperaba en la sociedad, reforzado además por el enorme prestigio del que gozaba la marca. «National Geographic nace en el apogeo del colonialismo, y el mundo se dividió en colonizadores y colonizados», sentencia Mason.

Está fotografía apareció en un reportaje sobre Australia de 1916 en el que los aborígenes eran descritos como «salvajes como el más bajo nivel de inteligencia»

Entre los hallazgos que han surgido durante esta necesaria exploración del pasado hay cosas totalmente aberrantes. En un reportaje de 1916 sobre Australia se puede ver una fotografía de dos aborígenes con el siguiente pié: «Hermanos negros de Australia del Sur: estos salvajes son los menos inteligentes de todos los seres humanos».

Así mismo un artículo sobre Sudáfrica publicado en 1962 no contiene ni una sola referencia a la matanza de 69 ciudadanos negros perpetrada por la policía de Sharpeville dos años antes. «La historia no menciona ningún problema en el país, los negros no tienen voz y solo aparecen como sirvientes o realizando danzas exóticas», comenta el historiador.

Tras la era de los derechos civiles, National Geographic se adaptó a los nuevos tiempos y cambió radicalmente el tono de sus reportajes. Poco a poco han ido abandonando el «exceso de bellas mujeres de las islas del pacífico» o las típicas fotos de «nativos fascinado por la tecnología occidental», dos de los problemas comunes que ha detectado Manson durante su estudio.

Un costumbre habitual era publicar fotos en las que nativos «incivilizados» sienten fascinación por la tecnología del hombre blanco «civilizado», como en esta imagen de 1962 capturada por Helen Schreider.

Obviamente no se trata ahora de crucificar a nadie por lo que hizo en el pasado, National Geographic se fundó en 1888 y para lo bueno y para lo malo es hija de su tiempo. Y pese a todas las críticas que se le pueda hacer tampoco se puede negar la capacidad de la revista para acercar a la gente otros rincones del mundo, con sus gentes y sus costumbres. Así mismo hay que destacar el valor y la iniciativa de mirar al propio pasado con espíritu crítico, por doloroso que pueda resultar el viaje.

«Algunas veces tanto esas historias como parte de nuestra propia historia, no son fáciles de leer», escribe Susan Goldberg, actual directora de la revista, «pero quiero que un futuro editor de National Geographic pueda mirar hacia atrás con orgullo, no solo sobre las historias que contamos y cómo les contamos, sino sobre el diverso grupo de escritores, editores y fotógrafos que hay detrás del trabajo».

8 COMENTARIOS

  1. Si algo hemos dejado claro algo desde el principio -y lo hemos repetido unas cuantas veces- es que los comentarios racistas, homófonos, machistas… (y quienes los hacen, claro) no son bienvenidos en Photolari. No es que nos guste la corrección política como algunos dicen, es que simplemente esa basura no se tolera aquí.

    Como ya hemos repetido, ningún problema en que se acabe hablando de política o de actualidad aunque esto sea un medio fotográfico. Pero cualquier comentario de ese tipo -cuando lo veamos- será borrado y su autor, si insiste en esa misma línea, invitado a buscarse otro sitio en el que contar al mundo su lamentable visión de la sociedad.

    Saludos

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