Hace pocos días, la foto que encabeza estas líneas se hizo viral en redes sociales. En un primer momento la broma se centró en una curiosa sombra que invitaba a pensar en la talla de pantalón del Presidente del Gobierno. Ya se que es una chanza de dudoso gusto, pero esto es Twitter y, seamos sinceros, todos hicimos zoom a ver qué era aquello.

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Un poco mas llamativo fue ver al director de un diario digital de la derecha mas rancia hacer bromas nivel parvulario con el pene del Presidente. Aunque ciertamente tampoco sorprende que la parte mas infecta del periodismo patrio enarbole el pésimo gusto como línea editorial.

Sin embargo, vergas al margen, la foto realizada por Andrés Ballesteros de un Pedro Sánchez solo frente a un campo arrasado por el fuego y con la vista perdida en el horizonte (¿mirando a cámara?) dio mucho más que hablar.

Y es que algunos medios de dudosa ética utilizaron la imagen para explicar que el Presidente había ido a la zona devastada por el fuego únicamente a hacerse la foto. Y utilizaron la imagen para asegurar que Pedro Sánchez había “posado” para la cámara.

No era cierto. Para descubrirlo solo había que mirar la línea de la propia Agencia EFE o las fotos de otros medios de comunicación presentes en la zona. Pero ya se sabe, no dejes que la realidad te estropee un buen titular.

Los tuiteros, especialmente los simpatizantes de Sánchez, llamaron la atención acerca de la falsedad de esos titulares. Ni el Presidente estaba solo ni había ido a posar. Y para confrontar sus tesis pusieron sobre la mesa otras imágenes donde, en efecto, se veía a Sánchez con el Presidente de Extremadura, Fernández Vara y la Delegada del Gobierno en Extremadura Yolanda García.

¿Reencuadre o dos fotos?

Descubierto el pastel, había que buscar un culpable. La mayoría de la gente puso el acento en esos medios y en esos periodistas manipuladores. Pero, como ocurre siempre, no faltaron los que cargaron contra el eslabón mas débil, el fotógrafo.

Porque en un tremendo combo de rocambolescas lecturas de imagen, se empezó a acusar a la Agencia EFE primero y al fotógrafo después de recortar la imagen, de usar un encuadre burdo o de distribuir únicamente la foto de Pedro Sánchez solo.

En este momento se dispararon mis alarmas. Dos fotos claramente diferentes eran expuestas como si una fuera un recorte de la otra.

Insisto en que la mayoría señaló al verdadero culpable, que no es otro que el medio de comunicación que utiliza la imagen torticeramente. Pero fueron demasiados los que explicaron en base a sus conocimientos en fotografía periodística por la Universidad de Susco que el fotógrafo, en el mejor de los casos, no había hecho bien su trabajo. Nada más lejos de la realidad.

El ‘Pedro Sánchez del día’

Una explicación rápida. Con las personas mediáticamente relevantes, especialmente el Presidente del Gobierno, siempre se busca tener una foto de él solo cada día. Es lo que coloquialmente llamamos ‘un Pedro Sánchez del día’, o un ‘Feijoo del día’.

Y se busca que salga solo en la foto porque es posible y probable que a lo largo del día surjan informaciones que atañen únicamente al Presidente y no, por ejemplo, a Fernández Vara. Ilustrar una noticia de este tipo con una foto de Sánchez, Vara y García es, como poco, gráficamente incomodo a la vista.

Por eso el fotógrafo busca la forma de, una vez asegurada la información, sacar al Presidente solo. Algunas veces se desenfoca todo salvo a el para que el resto de las personas no molesten en la imagen. Otras se encuadra, como es el caso.

Pero es que la postura, comentaron algunos. Bueno, la postura es la que es y pudo haber sido otra, pero no lo fue. Como dijo el ganador del Worl Press Photo Daniel Ochoa de Olza, elegir es renunciar. Y elegir qué imágenes vas a enviar significa renunciar a enviar el resto.

Te puede parecer una buena elección o una mala elección, pero como sentencia en sus crónicas el gurú Andrés Trasado: ‘Bueno, esa es tu opinión’. Eso sí, poner en cuestión el criterio de uno de los fotoperiodistas mas respetados de España denota, cuanto menos, un poco de soberbia.

Es verdad que no debería sorprenderme que Twitter se llene de expertos en fotoperiodismo después de haber visto a los epidemiólogos, a los vulcanólogos y a los guerrologos. Pero cuando un tuitero random te dice que dos fotos claramente distintas son, porque él lo dice, la misma foto pero una recortada es para echarse a temblar.

Aunque en el fondo la gente no tiene la culpa. Como mucho su pecado es no saber leer una imagen, no entender de composición y hacer deducciones basadas en opiniones en lugar de conocimientos.

No es algo nuevo, viene de lejos. Viene de no tener una educación visual suficiente y una cultura artística deficiente. No hay que llevarse las manos a la cabeza. Vivimos en el país del cuñado que, palillo en boca, te dice que Picasso solo hacia garabatos.