Esa foto que has hecho o estás a punto de hacer posiblemente ya se ha hecho antes, lo siento. Somos carne de topicazos y postales fotográficas y aunque eso no sea nada nuevo, las redes sociales lo han potenciado o al menos lo han expuesto con más claridad.
Pero que nadie se eche a temblar que esto no va de postfotografía ni de aquello de que «para qué fotografiar otro atardecer, si ya hay millones de atardeceres fotografiados» Los ensayos se los dejamos a los intelectuales, que aquí hemos venido a hablar de Instagram y de tontás más ligeras.
Y para comprobar que nos repetimos más que Buenafuente haciendo programas de televisión basta con echar un vistazo al ingenioso proyecto artístico-musical de Hiérophante titulado Clichés.
Más de 1800 instantáneas, unos cuantos hashtags y un buen montaje componen esta pieza que viene a certificar lo que sospechamos desde hace tiempo: somos medio gilipollas y nos encaminamos a paso ligero hacia la extinción.
Como comenta el autor del proyecto, posiblemente hablar de clichés es otro cliché. Y escribir sobre fotos poco originales tampoco es nada original. De hecho, lo más aterrador de este vídeo es el temor de descubrir que alguna de las fotos que aparecen es tuya. O al menos, idéntica a alguna que has hecho y colgado. O que vas a hacer cualquier día de estos.
Por suerte los trillones de toneladas de basura digital no huelen ni ocupan espacio físico..
Muchas son como la típica foto postal con HDR hasta las cejas, foto muy llamativa pero completamente irreal y que en muchos casos no transmite absolutamente nada.
Me había comenzado a preocupar pero lo vi y está, es el típico boludeo autoreferencial. No preocuparse, eso no ese fotografía sino pura imaginería narcisista que se agota en su propia especialidad…
Maldito corrector…