Be a hero es el lema de GoPro. Que seas un héroe, vaya. Y la verdad es que hasta te lo crees cuando ves uno de esos vídeos que dan ganas de dejarlo todo, comprarse una bici con una tabla de surf y un paracaídas incorporado y buscar el primer barranco a mano.
Pero, no nos engañemos, ser un héroe todo el rato resulta bastante agotador. Y más si tienes que andar grabándote, editando luego el vídeo y poniéndole música épica.
Así que, hartos de esas vidas de película con la adrenalina por las nubes las 24 horas del día, alguien se ha animado a hacer eso que todos pensamos: pensar en una GoPro para las personas normales y las pequeñas aventuras de cada día.
Cerrar la puerta con el pie, hacer el tontaco sin razón aparente, tirarse en plan bomba a la piscina o girar el boli como un auténtico profesional. NoPro, be average es el lema de esta divertida parodia que reivindica a los normales. Los del montón. Los nosotros, vaya.
Bromas al margen, lo cierto es que últimamente hay muchas ojos puestos en esta compañía que más allá de ser un aparente éxito y la creadora de una de las cámaras y segmentos de moda lleva una mala racha en la bolsa. Sí, amigos, GoPro cotiza en bolsa aunque parezca la típica empresa creada por un par de amigotes a la que ahora todas las malvadas multinacionales y compañías chinas quieren copiar.
Las malas críticas a su último modelo, aseguran los analistas, han provocado este declive en sus acciones, aunque tras el pelotazo inicial -alguien ganó mucho dinero con aquello- la tendencia ha sido a la baja durante todo este 2015. ¿Se le está acabando la magia a una compañía que hasta ahora ha sido sinónimo de molar o es que simplemente el mercado está ya saturado?
Algo de los dos ingredientes habrá, pero hay quienes se ponen más filosóficos y señalan precisamente lo que apuntaba el vídeo de antes: si creas unas expectativas de aventuras que luego -evidentemente- no se cumplen, la gente puede acabar decepcionada con el producto, por mucho que la cámara en cuestión no tenga la culpa de que tu día a día sea un aburrimiento.
Después de todo resulta que nuestras vidas son bastante normales. Y lo seguirán siendo aunque usemos una GoPro.