«Llevamos 50 años editando, tratando de hacer las cosas de forma correcta, legal y éticamente. Es la forma en que trabajamos». Así de claros son desde la editorial Akal, que estos días ha sido protagonista de la polémica alrededor del uso de una fotografía de Paco Elvira en uno de sus libros. Y, aseguran, esta misma filosofía es la que se ha seguido en el caso de la imagen que ilustra la portada de «Macarras ibéricos», escrito por Iñaki Domínguez.
Photolari se ha puesto en contacto con los responsables de la editorial para conocer su punto de vista sobre este caso, que ha generado muchas reacciones en el ámbito fotográfico. Aunque aseguran que no tienen «intención de entrar en polémica ni de avivar lo que está sucediendo estos días en redes sociales y medios especializados», sí han querido puntualizar algunos detalles.

«Desde siempre hemos cumplido con todas nuestras obligaciones, ya sea con el pago a proveedores y colaboradores como con las que se derivan de las cuestiones de propiedad intelectual. Siempre tratamos de ser muy escrupulosos con ellas y, sobre todo, con la legalidad vigente, que a la postre determina lo que hacemos», explican desde su departamento de comunicación a través de un correo electrónico.
La versión de la editorial es clara: se ha cumplido la ley y los problemas derivados de interpretación de la misma se intentan resolver mediante el diálogo con la otra parte, la negociación o la vía judicial.
🔺 ¿Cómo vestían los macarras? ¿Eran de derechas?
A estas preguntas nos responde @Inakidoming81 en 'Macarras Ibéricos' un libro que recorre las leyendas callejeras de España.
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— EDICIONES AKAL (@AkalEditor) January 13, 2023
«En ocasiones se dan discrepancias con terceros por alguna diferencia interpretativa. Es normal. Cuando esto ocurre, siempre intentamos solucionar el posible conflicto por la vía del diálogo y, si ello no es posible, se deriva a la mediación extrajudicial y judicial de los tribunales en última instancia», apuntan.
«Presión inaceptable»
¿Pero es la imagen de Elvira una «mera fotografía», como se entiende por su interpretación de la Ley de Propiedad Intelectual? Sin entrar en ello, desde Akal sí puntualizan que «tener una discrepancia no implica abusar de nada ni de nadie, es solo sostener un punto de vista diferente. Es legítimo y razonable».
No obstante, sí se señala la campaña de la familia de Paco Elvira, titulares de los derechos de autor de su obra, y su reciente comunicado sobre el caso. «Las diferencias se deben solventar a través del diálogo y la mediación legal –si es necesaria–, cualquier forma de presión fuera de ese marco es inaceptable», defienden.
Llevo tiempo advirtiendo sobre estas prácticas #fotografia y #PROPIEDADiNTELECTUAL.
Ojalá lo que ha pasado al legado de Paco Elvira sirva para visibilizar este abuso sistemático (con sentencias demoledoras con la obra fotográfica) y que el sector se unahttps://t.co/ZBPqR3aS1y
— Marta C Dehesa (@martacdehesa) February 8, 2023
Pese a defender que su punto de vista es «totalmente legal y preceptivo», aseguran que han mantenido un diálogo de meses con los herederos de Paco Elvira «con la mejor de las intenciones y siempre abiertos a llegar a un entendimiento».
Algo que parece haberse complicado en los últimos días. «No hemos renunciado a solventar pacíficamente y de forma acorde a derecho esta discrepancia, si bien esta coacción a través de las redes sociales dificulta cualquier entendimiento».
Menudos jetas, al final invertirán mas tiempo y recursos en luchar no por no pagar que si hubiesen pagado desde el principio.
En caso de no estar de acuerdo la solución es sencilla: Los herederos de la PI de Paco establecen que no es una mera fotografía, por tanto ¡NO utilizar la foto!
A ver si lo entiendo bien:
1. Akal dice que lleva meses de diálogo con los herederos de Paco Elvira. Akal sigue diciendo que se trata de una mera fotografía para ahorrarse el dinero.
2. Akal puede tirarse decenios de diálogo con la familia de Paco Elvira, pero sin pagarles lo que ellos consideran legítimo según su interpretación de la ley.
3. Los herederos de Paco Elvira se cansan del diálogo infructuoso durante meses y comienzan una campaña en redes sociales mediante un manifiesto en el que piden la firma de gente que esté a favor de su interpretación.
4. Akal dice que eso es una coacción que dificulta cualquier entendimiento.
Esto me suena a la típica historia del que provoca a alguien para que reaccione, y cuando ese alguien reacciona el provocador se presenta como una víctima. Pero en este caso por inacción o por pasividad:
Akal no paga el dinero durante meses, provocando la reacción de los herederos, y cuando estos reaccionan mediante el manifiesto en redes Akal va de víctima.
Van a acabar en los tribunales. Está clarísimo.
Lo siento por la editorial, pero suena demasiado mal para ellos.
Si no hay manera de llegar a un acuerdo será por algo. Quizás porque los titulares de los derechos piden demasiado, ante lo cual, si es que es una «mera fotografía» la solución rápida sería buscar otra fotografía.
Si resulta que aun así insisten en utilizar esa imagen, es porque NO es una mera fotografia, de nuevo, ante lo cual, pagar lo que piden o buscar otra imagen si les parece una cifra inasumible.
Si en la editorial están dispuestos a llegar a la vía jurídica, es que saben perfectamente (o al menos creen) que los beneficios superarán los gastos en el caso de tener que perder y pagar. Una vez más, la editorial sigue quedando fatal, pues demuestran que lo importante es el beneficio, al margen de la cuestión ética.
Si como dicen, intentan resolver por vía del diálogo, dando a entender su buena fe, la cuestión se termina en una llamada: bien recibiendo el permiso (o acuerdo satisfacctorio) para publicar, o bien no y en ese caso, utilizar otra imagen.
Pero claro, estamo en lo de siempre… ¿Valoramos una foto solo por su parte técnica? en este caso, es totalmente irrelevante, pues muestra a alguien con una historia muy potente detrás. Éso es lo que hace la foto importante. Si fuese una mera fotografía como defienden, ante el primer contratiempo, la hubiesen cambiado.
Señores de la editorial Akal, la presión social se genera por reacción de las personas ante las injusticias, no atiende a conceptos como «presiones fuera de este marco». Los posibles clientes de su libro seremos libres de comprarlo o no, no solo por su calidad literaria, también por su conducta ética.
Se están equivocando. Quizás hace 20 años era una práctica que funcionaba, pues solo tenían voz los medios tradicionales. Hoy existen las redes sociales, que para todo lo bueno y para todo lo malo, no son perfectas, pero están ahí y hay comportamientos que ya no tienen impunidad.