Desde que se anunció el acuerdo entre OnePlus y Hasselblad hace unas semanas teníamos ganas de probar el nuevo OnePlus 9 Pro, el primer fruto real de esta alianza tan fotográfica. Tanto este modelo como el más sencillo y asequible OnePlus 9 montan un sistema de cámaras firmadas por la mítica compañía sueca, así que lógicamente las expectativas son muy altas.
¿Pero realmente aporta algo este terminal de 910 euros a la oferta actual desde el punto de vista fotográfico? ¿Es lo de Hasselblad algo que tiene más que ver con el marketing que con los resultados reales?
Con muchas preguntas y nuestro habitual escepticismo durante unos cuantos días hemos probado este OnePlus 9 Pro fijándonos en los datos que desde la compañía más se han destacado.
Los resultados y las conclusiones los podéis conocer con todo lujo de detalles en el vídeo que hemos publicado pero, como siempre, resumimos también aquí lo más destacado y publicamos las muestras a máxima resolución.
Mejor en RAW
Ya hemos hablado, en la noticia de presentación y en el vídeo, de las especificaciones de las cuatro cámaras del OnePlus 9 Pro, así que no tiene mucho sentido volver a repetirlo.
Tampoco el papel real que juega Hasselblad en este terminal. Algo en lo que, es verdad, OnePlus siempre ha sido muy claro, asegurando que la participación de la marca no está en el hardware (sensores u objetivos) sino en el procesamiento de la imagen y en el color.
Así que mejor centrarnos directamente en los resultados que hemos visto y en lo que más y menos nos gusta de los resultados fotográficos de este smartphone.
La cámara principal ofrece una calidad realmente buena, que, como siempre, luce especialmente con buena luz. A primera vista todo es perfecto, pero en realidad basta ampliar un poco la imagen para toparse con un procesado demasiado agresivo que, si bien, potencia nitidez y contraste deja muy maltrecho el detalle fino de la imagen.
Algo que se nota especialmente si comparamos las fotos -en el vídeo lo podéis ver- con las que obtenemos con un iPhone 12 Pro Max. Pese al sensor más pequeño y la menor resolución, el tratamiento menos agresivo da un resultado general mejor conseguido.
¿Y si disparamos a máxima resolución? Pocas sorpresas por aquí, porque activar el modo de 48 megapíxeles aporta más tamaño de imagen pero poco más detalle que, de nuevo, queda lastrado por un JPEG algo pasado de rosca.
¿Y si trabajamos en RAW? Aunque confesamos que, como la inmensa mayoría de usuarios, somos un poco vagos en este sentido y rara vez creemos que merezca la pena disparar en RAW con un móvil, aquí toca desdecirse.
No sólo vamos a conseguir un rango dinámico algo mejor y una recuperación de luces altas muy buena, sino que sobre todo eliminamos de la ecuación ese exceso de enfoque que afea la imagen. De hecho, los RAW con algo de trabajo en luces pero sin apenas tocar nada más dan unos resultados realmente interesantes.
Seguimos con las buenas noticias: la cámara gran angular (un 14 mm de 50 megapíxeles) ofrece unos resultados realmente buenos incluso en las esquinas de la imagen. Muy bien también el rendimiento con poca luz, hasta el punto de que casi nos gustan más los resultados subiendo un poco el ISO que recurriendo al modo noche.
Color y blanco y negro
Si hay algo en lo que OnePlus ha insistido es en el tratamiento del color, gracias al trabajo conjunto con Hasselblad en este apartado.
Y, efectivamente, Hasselblad ha aportado el color naranja del disparador (ojo también al sonido, que simula al de las cámaras) pero, por lo que vemos en los resultados, poco más.
Es decir, el OnePlus 9 Pro ofrece unos colores bonitos y se ve que hay cierta intención por dar unas imágenes realistas y sin pasarse con la saturación. Sobre todo si desactivamos los modos de IA y detección de escena y dejamos el que azul del cielo sea real y no esas manchas de azul perfecto que a veces se empeñan en crear los móviles.
Pero más allá de eso, no vemos nada muy especial en los resultados como para justificar el protagonismo que OnePlus le dio a este apartado al hablar de las prestaciones y el rendimiento de su smartphone estrella.
Exactamente lo mismo ocurre con las fotos en blanco y negro. El terminal cuenta con una cuarta cámara monocromática dedicada específicamente -así se asegura en las comunicaciones oficiales- a ayudar a la cámara principal a dar un rendimiento excepcional a la hora de trabajar en blanco y negro.
No hay un modo dedicado en blanco y negro y hay que recordar que la citada cámara tiene sólo 2 megapíxeles, así que nada de pensar en ella como una cámara independiente, como ocurría hace unas generaciones con algunos terminales de Huawei en alianza con Leica.
Lo que hay son diferentes filtros que ofrecen unas imágenes en blanco y negro que de nuevo no tienen nada en especial. O al menos no lo suficiente como para convencer a alguien de que este es un terminal más fotográfico que otros, por mucho que el nombre de Hasselblad aparezca en la carcasa y en la caja.
¿Hasselphone?
A estas alturas no vale poner cara de sorprendidos cada vez que un smartphone se presenta con un discurso muy fotográfico y luego la realidad obliga a moderar las expectativas. La colaboración de grandes marcas de foto con firmas de telefonía sabemos hasta donde llega y es evidente que aquí no tenía sentido esperar una Hasselblad de bolsillo.
De hecho, las colaboraciones de Hasselblad con otras compañías (Motorola en móviles o Sony en compactas y demás) nunca ha acabado de salir del todo bien. Por ser políticamente correctos.
En el caso de este OnePlus 9 Pro la cosa no es para tanto. La calidad de imagen es buena y hay detalles (el RAW, el gran angular, el rendimiento con poca luz…) que están por encima de la media y se codean con los resultados de modelos algo más caros.
Pero más allá de esto, no hay nada realmente excepcional. Lo cual puede suponer una pequeña decepción para los fotógrafos que al oír el nombre de Hasselblad esperaran algo más en el apartado fotográfico.
De hecho, más allá del color del botoncito y del sonido -dos detalles simpáticos, sin más- nos sorprende que no se hayan trabajado un poco más los menús de la aplicación de cámara o al menos del modo Pro. No son los peores que hemos visto, cierto, pero tampoco los mejores, los más intuitivos o los más familiares para un fotógrafo.
También es verdad que esto es sólo el estreno de una alianza que, en principio, durará por lo menos tres años. Estamos convencidos de que, tras un estreno correcto hay margen para hacer cosas más interesantes y llegar a esos usuarios que sueñan con tener una Hasselblad en el bolsillo. O casi una Hasselblad.
Quiero uno y lo quiero ya