
Si vas a hacer un selfie y, además, usando uno de esos famosos palos, al menos que sea con estilo. Algo así debió de pensar Russell Squires cuando decidió colocar su cámara de 4×5″ en un monópode y crear su propio palo de selfies de gran formato.
Una ingeniosa idea que aunque no es nueva (el experimento tiene casi dos años), Petapixel se ha encargado de rescatar ahora. El sistema es tan sencillo como voluminoso: una cámara Chamonix que usa placas de este formato, un monópode Manfrotto y un cable disparador que el fotógrafo esconde en su bolsillo para conseguir el selfie perfecto.

De todos modos, puestos a hablar de selfies originales y de gran formato, sin duda este fechado en 1920 en Nueva York figura en todas las listas de autorretratos curiosos. Algunos hablan de esta foto como el primer selfie de la historia, aunque posiblemente eso es mucho decir.
Ha inventado una nueva modalidad deportiva, fotografia y banca de musculación todo en uno. Menudos biceps ha tenido que desarrollar el tio.
[…] he visto en Photolari, pero la cosa viene de Peta […]