Quienes se suelen cuestionar la utilidad real de las cámaras de formato medio o se preguntan por el sentido de los contados modelos que sólo disparan en blanco y negro, ahora tienen una nueva duda existencial que sumar a la lista: ¿una cámara de formato medio y monocromática?

En realidad nada nuevo, porque desde hace muchos años Phase One incluye en su gama de respaldos y sistemas de formato medio algún modelo sin filtro de color RGB y, por tanto, pensado sólo para trabajar en blanco y negro.

No obstante, la recién anunciada IQ3 100MP Achromatic llega con dos características que hacen de esta cámara una de las más exclusivas y extrañas del mercado: ofrece una resolución de 100 megapixeles -la más alta en este segmento- y cuesta nada menos que 50.000 euros.

Foto: Mark Seliger para Phase One

En realidad dólares, aunque aplicado el cambio e impuestos correspondientes la traducción a euros andará por una cifra similar o ligeramente superior. Todo ello, claro, sólo por el cuerpo de la cámara y sin contar la óptica.

Más allá de sus sorprendentes datos en cuanto a resolución y coste, Phase One utiliza para este modelo un sensor CMOS de 101 millones de puntos y sin filtro Bayer, con lo que se mejora la captura de luminosidad, ofreciendo una sensibilidad de hasta 51.200 ISO.

Foto: Joel Tjintjelaar para Phase One

Se trata, por tanto, de una versión monocromática del captor de 100 megapixeles usado por los últimos respaldos de la firma y que, posiblemente, llegará a la próxima generación de cámaras de formato medio.

De momento y como cada vez que se anuncia un nuevo modelo acromático (la Leica M Monochrom es la más conocida) la misma pregunta de siempre queda flotando en el escaparate. ¿Realmente hay tanta diferencia entre una captura en color pasada a blanco y negro y los resultados que ofrecen estos modelos especiales como para justificar estos precios?

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