«Ni las compañías más potentes son capaces de presentar en sólo 7 meses una nueva generación de productos innovadores» Ese es, más o menos, el argumento de los organizadores de Photokina para explicar la suspensión de la edición que estaba convocada para mayo de 2019 y que finalmente no se celebrará hasta 2020.
Pero más allá del discurso oficial, el anuncio oficial viene a confirmar lo que era un secreto a voces durante los últimos meses: algunas grandes compañías ya habían confirmado que no iban a acudir a la edición del próximo mayo y otras estaban reservando un espacio ridículo para sus supuestos futuros stands. El resto -nos consta- tanteaban el ambiente y o que iba a hacer la competencia antes de tomar una decisión.

Y finalmente parece que la presión de las compañías que no veían con buenos ojos una edición anual y tan cercana a la de otoño de este año ha funcionado. Es verdad que en la última edición la cantidad de novedades presentadas fue inusual y que, pese a la reducción del espacio respecto a anteriores citas, se respiraba un ambiente de cierto optimismo. Al menos en lo que respecta a afluencia de público e interés mediático. El negocio -nos contaban en su momento algunas compañías e importadores- ya es otro tema.
De todos modos, aseguran los organizadores, la idea es mantener el carácter anual de la feria a partir de 2020. La pregunta, no obstante, está clara :¿llegará Photokina a celebrar su próxima edición o la crisis del sector fotográfico se llevará por delante a la última gran feria de fotografía?
Buéh, y yo creído que era cada dos años…