Durante mucho tiempo ha sido un género un tanto denostado pero por suerte la fotografía social parece vivir una segunda juventud gracias a profesionales que han demostrado que una boda puede ser el escenario perfecto para contar una historia con fotografías.

Elena Mate y Robert Marcillas son dos buenos ejemplos de esta generación de fotógrafos que han sabido crear su propio estilo en esta especialidad de la fotografía y el retrato social. Imágenes más cercanas y desenfadadas en las que la emoción del momento se convierte en la única protagonista. ¿Quién dijo que no se podía hacer una fotografía de bodas diferente?

Elena Mate

Lo suyo era la fotografía de deporte hasta que un día descubrió que lo que más le gustaba de aquellas situaciones extremas en la montaña eran las emociones que captaba con su cámara. Así que ya tenía el ingrediente más importante para convertirse en una gran fotógrafa social aunque -confiesa- sin abandonar del todo esa otra fotografía más aventurera.

Foto: Elena Mate
Foto: Elena Mate
Foto: Elena Mate

«Lo que me interesa es captar toda esa felicidad, las alegrías, las lágrimas… Al final yo soy una más de esa boda y lo vivo como ellos’, nos cuenta. Y eso se nota -y mucho- en sus fotografías, repletas de detalles y pequeños momentos que a muchos se les escaparían.

Foto: Elena Mate
Foto: Elena Mate
Foto: Elena Mate

El 35mm f1.4 de la gama Art es su objetivo de referencia, aunque a la hora de trabajar tampoco faltan nunca en su equipo el zoom como el 24-70mm f2.8 Art por su calidad y versatilidad y otro clásico: el 50 mm f1.4 Art.

Foto: Elena Mate
Foto: Elena Mate
Foto: Elena Mate

Robert Marcillas

«Trato de hacer una fotografía muy natural, muy clara, muy sencilla. Que sea lo más atemporal posible para que sea una fotografía que jamás pase de moda». Así define Robert Marcillas su estilo, que ha cautivado a muchas parejas el día de su boda e incluso a algún que otro famoso que ha querido que fuera él el encargado de retratar ese momento tan especial.

Foto: Robert Marcillas
Foto: Robert Marcillas

Cuenta la leyenda que su truco es colarse entre los invitados de la boda para ser uno más en la fiesta y conseguir un punto de vista único y totalmente natural. Aunque más que leyenda es su forma de trabajar porque -él mismo lo dice- no duda en brindar con un gin-tonic mientras encuadra a los recién casados con su angular.

Foto: Robert Marcillas
Foto: Robert Marcillas

Y es que, aunque pueda sorprender, la cobertura del 20 mm f1.4 Art es uno de sus recursos favoritos a la hora de conseguir retratos e imágenes muy diferentes. Una óptica que siempre lleva acompañada de un 105 mm f1.4 Art -pieza clave para los retratos- y el práctico zoom 24-70 mm f2.8, también de la serie Art.

Foto: Robert Marcillas
Foto: Robert Marcillas

Si quieres conocer algo más sobre su trayectoria y los proyectos en los que están trabajando, no dejes de pasar por la nueva web de Sigma España dedicada a sus embajadores.