«¿La volveré a ver? ¿Volveré a encontrarme con ella? Estas eran las preguntas que me hacía cuando empecé con este proyecto. Atrás quedaron mis vivencias, marcadas muchas veces por el olvido que genera esta enfermedad. Vi como mi abuela desaparecía lentamente ante mis ojos, vi como una última exhalación entrecortada se la llevaba. Se había olvidado de respirar.
Aquello me marcó tanto que a partir de ese momento ya me acompañaría para siempre. Más tarde me propuse a mí mismo volver a enfrentarme al drama del Alzheimer, pero esta vez lo haría a través de un objetivo.
Encarna y Antonio eran una pareja de ancianos de avanzada edad que se vieron envueltos en la cruda realidad de esta cruel e incurable demencia.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa implacable. Su evolución depende de cada persona y cada caso es diferente, pero todos tienen un mismo final: el olvido.
Igual que un niño aprende a comer, andar, leer o escribir, Las personas afectadas por esta enfermedad empiezan por no recordar el nombre de ciertos objetos y acaban por olvidarse de todo, incluso de cosas tan banales como su comida favorita. En definitiva, se olvidan de todo y de todos.
Cuando los recuerdos vuelven a mi memoria siempre tengo presente la castigada e infravalorada figura de los cuidadores y las cuidadoras, función desempeñada muy habitualmente por mujeres y que, en este, recaía en Encarna.
Encarna dejó su vida a un lado para pasar a ser la cuidadora de Antonio durante 24 horas al día. Se borró de las citas con sus amigas para tomar café, abandonó su afición a coser y empleó toda su energía y todo su tiempo en afrontar una situación para la que nadie la había preparado. Esto la agotaba tanto física como psíquicamente.
Antonio murió hace unos meses y actualmente Encarna vive sola, intentando recomponer su día a día y volviendo a ocupar su rutina con cosas que solía hacer antes de que la enfermedad de irrumpiera en sus vidas. Pero el alzheimer no sólo se llevó a su marido sino también parte de su vida.»
Más información sobre Ximo Mingarro Sales en sus perfiles de Instagram @mingarrosales y @ximoproject
si La fotografía se trata de contar historias, en cada una de las fotos de Ximo hay multitud de historias. Fantástico reportaje.
Subscribo el comentario de Alvaro. Cada foto transmite la emoción del drama diario con algunos detalles que refuerzan la historia. Me parece un acierto haber escogido el BN.
Bien captado. Muy emotivo, te llega. Enhorabuena.
Los negros muy subidos o es mi pantalla?
Creo que las fotos muestran la unión de dos personas durante mucho tiempo, la vejez, la compañía, la complicidad, el amor, los recuerdos a los que la decadencia física de la edad plasmada los convierte en legendarios . La 2-11-15-28 me gustan bastante. Por contra, el tema del Alzeimer me despista un poco de lo realmente importante y positivo de la serie.
Estupendo. Me ha encantado. Bien retratado.
Que dura se puede tornar la existencia, y que coraje hay que tener para arrendar la propia vida con el único objetivo de cuidar a otra persona en ese estado. Muy emotivo.
Excelente proyecto !
Veis qué limpito luce el hilo sin trolls ni comentarios destructivos ?
Asi siempre !
Animo a la moderación a continuar en esta labor de.moderación preventiva
Sólido trabajo. Acá en Chile diríamos que le quedó redondito porque cuenta muy bien la historia y aunque no me hubieran dicho de qué se trataba, es muy probable que hubiese entendido quees sobre el alzheimer. Además, la técnica apoya muy bien el relato. Felicitaciones para Ximo y mis respetos por la valentía de tratar un tema tan doloroso. ABRAZOS.
¿De verdad sólo piensas si los negros están subidos o los blancos están «bajados» Titox? Alucino.
Respecto a la serie, muy bonita. Felicidades al autor!!
Sentimentalismo de todo a cien destinado a cautivar el corazoncito del auditorio: proyecto ganador
Claro, por lo menos pregunto sobre fotografía, no de filosofía y mercadeo fotográfico, pa eso ya estais vosotros
Trabajo excelente. Todas las fotos transmiten cariño dolor y emoción.